jueves, 15 de septiembre de 2011

La Historia se sigue contando. 16 de junio de 1955.




Esta foto que llegó a manos del realizador Julián Cáneva, fue el disparador para la investigación que llevó a su película

http://www.elargentino.com/nota-157683-En-1955-no-solo-cayeron-bombas-en-Plaza-de-Mayo.html


En 1955, no sólo cayeron bombas en Plaza de Mayo

DIAGONALES / Objetivo Tornquist reconstruye lo sucedido en ese pueblo bonaerense
14.09.2011 | 10.11 |

El Festival de Artes Audiovisuales de La Plata, que se está desarrollando en el Centro Cultural Islas Malvinas (19 y 50), será el marco destacado en el que hoy se exhibirá Objetivo Tornquist, primer documental del realizador Julián Cáneva, oriundo de ese pueblo que reside en La Plata desde hace años. Será en la sección La Plata Filma, que este año es por primera vez de carácter competitiva.

Semana del 16 septiembre de 1955. Tropas leales al gobierno del General Juan Domingo Perón son interceptadas por la Marina de Guerra en el pueblo Tornquist. Intentaban llegar a la base de Puerto Belgrano. Fueron obligadas a rendirse mediante bombardeos, mientras los habitantes de la localidad se refugiaban en los campos vecinos al pueblo. Objetivo Tornquist es un anecdotario de aquellos días. Ese proceso de reconstrucción de los hechos que desarrolla la película, comienza con una foto en la que se ve un tanque de guerra en una de las calles de ese pueblo, ubicado al sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

“Como dice el locutor en la intro del film, esa fue la primera foto de lo ocurrido que tuve en mis manos, me la obsequió un colega local. A partir de ese momento surgieron en mí muchos interrogantes sobre la veracidad de la misma, entonces comencé a charlar con los más viejitos del pueblo hasta llegar a la conclusión de que esa imagen retrataba un momento real que se había vivido en Tornquist. Ahí empecé la investigación periodística y a invitar a las primeras personas, que mediante sus recuerdos y anécdotas se convirtieron luego en el hilo conductor del documental”, contó Cáneva.

–¿Cómo llega la beca del Fondo Nacional de las Artes?
–Cada año, el Fondo Nacional de las Artes otorga becas y subsidios para realizaciones audiovisuales, entre otros rubros. Impulsado por un compañero del pueblo decidí presentarme en 2009 y tuve la suerte de ganar la beca, con el dinero que me otorgaron realizamos la primera parte, un documental corto. Pero con el paso de la producción emergieron más historias y decidí continuar filmando hasta realizar un largometraje de 60 minutos, para así poder contar la historia en una versión más informativa y completa.

–¿La historia del bombardeo en Tornquist suele escucharse en el pueblo o es algo de lo que no se habla?
–Se hablaba muy poco, en ocasiones algún abuelo contaba en los asados familiares lo que recordaba de aquel período. Gracias a nuestra investigación pudimos lograr que más personas hablen del tema, incluso en las escuelas, en las nunca se habló de aquella historia.

–También incluye hechos similares sucedidos en Saavedra y Villa Ventana...

–El hecho de llegar a la localidad de Saavedra fue por que cuando estaba realizando la investigación periodística pude dar con un artículo escrito por Rodolfo Walsh en septiembre de 1956. Walsh llega a Saavedra enviado por la revista Leoplan para cubrir un acto en conmemoración a los Aviadores Marinos caídos en esa localidad. Para mí este hallazgo fue fundamental, ya que continuar con una investigación comenzada por Walsh tiene un doble significado: por un lado, el hecho de intentar completar su trabajo, y por otro, es un gusto que me di, tomándome el atrevimiento de meter mano en su investigación, porque lo admiro mucho como estudiante de Comunicación Social y como amante de la investigación periodística. Y a Villa Ventana llegamos invitados por la familia Salerno, fundadores de la localidad que se mostraron muy entusiasmados con el proyecto y desde el minuto cero me brindaron sus testimonios. Así pudimos reconstruir lo ocurrido en esa localidad.

–¿Qué fue lo más complicado de reconstruir esta historia?

–Los mas complicado fue conseguir el material de archivo que presentamos en el documental, ya que no existe mucho registro de aquella época. Todo lo que hay se puede ver en la película, son fotos que poseen algunos vecinos del pueblo, que amablemente me las prestaron. Son fotos familiares guardadas en álbumes de color amarillo que parecían olvidados por sus dueños. También en el museo local pude recolectar algunas instantáneas de aquel período y publicaciones editadas por periódicos locales y por el diario regional La Nueva Provincia.

–¿Hubo algo que lo sorprendió durante la producción o el rodaje?

–Sí, porque Tornquist es un pueblo medio conservador, desde un principio tuve miedo al rechazo de los invitados a dar testimonio. Pero para sorpresa de todo el grupo fueron muy pocos los convocados que negaron su relato, todo lo contrario, los mismos vecinos llamaban a la producción para prestarnos sus recuerdos, lo cual me sorprendió para bien. También durante la convocatoria recibimos la negativa de algunos ex marinos de guerra que manifestaban su fastidio argumentando "que la historia se cuenta a conveniencia del realizador de turno". Pero eso me dio más impulso para continuar, motivado por la idea de agregar más líneas a la historia de nuestro país, narradas a través de la voz oral de personas que sufrieron la Revolución Libertadora de la misma manera que la sufrieron los habitantes de las ciudades que más se destacaron durante aquel proceso.

–¿Cree que a partir de Objetivo Tornquist la historia que cuenta va a ser más conocida?

–Creo firmemente en eso, por que la idea principal de realizar el documental fue la de reconstruir el pasado reciente de Tornquist y dar a conocer a los vecinos del pueblo aquella historia que les pertenece. También tengo la intención de que nuestra historia local llegue a todos los argentinos, por que este fue un hecho muy importante dentro la historia nacional. Que sirve para conocer aún más la identidad de nuestro país.

GB

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