martes, 5 de junio de 2012

- La segunda parte de la última misión del soldado Trinidad


 Agenda de Reflexión.

- | 4 de Junio de 2012 

El presente envío es complementario del Nº 365 de la Agenda de Reflexión de junio de 2007
Mi amigo y compañero, el ex combatiente conscripto VGM Miguel Ángel Trinidad, es actualmente el embajador de la OEA ante la República Bolivariana de Venezuela. Se trata del mismo “soldado Trinidad” que cuenta aquella historia sobre una misión recibida treinta años atrás.
Ahora tuvo la oportunidad de complementar aquella misión, y me lo cuenta en un correo electrónico desde Caracas de hace un par de días.
[Alejandro Pandra, editor]


Querido Alejandro:
El 2 de Abril de este año tuvo lugar en Ushuaia un evento que complementa la historia del Maestro que fue Soldado, o “La última misión del soldado Trinidad” como vos tuviste a bien titularlo. Conocí a la madre de Julio Cao, doña Delmira.
Fue emocionante conocernos de por sí, ella sabía quién era este viejo soldado; yo sabía que ella formaría parte del contingente de familiares de caídos que también fueron invitados a participar en los actos del Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas junto a la presidenta Cristina.
Por eso llevé “escondido” un cuadro con la foto en buena resolución de Julio. Se lo entregué en Ushuaia, al pie del Monumento a nuestros Caídos, minutos antes de que la Presidenta hiciera uso de la palabra.
Demás está decir la emoción que nos embargó a ambos, a los testigos circunstanciales incluidos los ministros y funcionarios del Ministerio de Interior, organizadores de nuestro viaje. Quise esbozar unas palabras para decirle a ella en ese “acto” no protocolar, casi privado pero con testigos íntimos,  pero me sucedió lo que jamás: me quebré. Solo atiné a decirle: Acá tenés la foto de Julio, te la entrego a vos, cuyo lugar podría también mi vieja ocupar hoy.
También estaba presenciando un viejo soldado de mi regimiento, a la sazón ahora miembro de la Comisión Nacional de Ex Combatientes del Ministerio del Interior, Juan J. Fernández, a quien no veía hace 30 años.
Aunque mi promesa “hecha en prolegómenos de muerte” la cumplí con su viuda 2 años después entregándole una pequeñísima foto de 9 x 13, siento que ahora, 3 décadas más tarde, al entregarle un cuadro con la foto del Maestro que fue Soldado a su madre, toda una militante de la causa malvinera, siento que he cumplido con la promesa en casi todo su sentido. Tal vez falta la Escuela.
Creo que de alguna manera este mensaje complementa la historia que vos tuviste a bien publicar en tu ya consuetudinario sitio web, de cita de todos los que sentimos la Patria como algo más que la reseña de nuestras partidas de nacimiento y pasaporte: Agenda de Reflexión. Por ello junto con esta breve crónica te adjunto algunas fotografías del evento, para que a tu mejor criterio veas si es posible sumarlas a la historia.
Muchas veces te dije que tu disposición en publicar en Agenda la historia me ha dado múltiples satisfacciones. Se volvió a repetir durante el viaje al Sur, luego del encuentro con la madre, mucha gente leyó el sitio y revivió la historia.
Un abrazo, MAT.

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