jueves, 9 de agosto de 2012

MARCELO MORENO PERIODISTA DE CLARIN

Odia, se regodea en su odio, se devora a sí mismo en su no ser, pero Marcelo Moreno es, no argentino, no latinoamericano, quizas inglés de Thatcher o de yanqui de Reagan y Bush; digo, por su visón neoliberal, guerrera, sin paz ni alegría. 

GB

 

Juegos globales en una foto muy personal

Por Marcelo A. Moreno

08/08/12
Los Juegos Olímpicos -el espectáculo global más global, si se quiere- nos han deparado no pocas sorpresas.
Resultó algo paradojal, por ejemplo, que la impresionante ceremonia inaugural impactara no por su despliegue tecnológico sino por sus deslumbrantes fuegos de artificio , sobre todo pensando que la pólvora usada como material para producir asombro y diversión fue empezada a ser utilizadas por los chinos hacia el siglo IX de nuestra era.
Es decir, que lo más notable de la ceremonia -con un sonido increíble y un sofisticado marketing de cansadoras loas al pasado británico- es que se basó en técnicas desarrolladas en el Medioevo y no en el tecnologizado siglo XXI.
Y más allá de todo lo relativo y discutible que refleja el medallero, asombra un poquitín el desempeño argentino : la misión va, cómoda, en el último lugar -el 63-, que comparte, entre otros, con Trinidad y Tobago, Uzbekistán y Kuwait, con una sola medalla y de bronce. No tan lejos de Moldavia, que está en el puesto número 60; lejos de República Dominicana y Georgia, que están en el 34 y a un abismo de Kazajistán, que ocupa el octavo lugar.
Sin embargo, en la ceremonia inaugural hubo otro hecho que estalló por sobre los fuegos artificiales: los miles y miles de flashes de camaritas o de celulares acompañando el paso de las delegaciones. Con un ingrediente dual: los integrantes de esas delegaciones también se sacaban fotos entre ellos y hacían tomas del público. Todo eso conformaba un imponente himno a la victoria de la cultura de la imagen .
Y con sus consecuencias. Las miles de imágenes tomadas por cada uno seguramente no superan ni una de las plasmadas por uno de los miles de fotógrafos profesionales que cubren los Juegos. Pero conforman un álbum individual, irrepetible y probablemente horrible , del cual se copiarán apenas algunas instantáneas, mientras esas u otras adornarán alguna una red social.
El resto irá a parar a una carpeta lista para ser olvidada en un disco rígido con el único y melancólico valor de ser personal: algo así como “Mis Juegos” ¿para recordar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario