miércoles, 30 de enero de 2013

ENREJANDO Y REPRIMIENDO

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LA METROPOLITANA DISPERSO CON BALAS DE GOMA A VECINOS QUE RECHAZAN EL CIERRE DE PARQUE CENTENARIO
Esa costumbre de enrejar y reprimir
El gobierno porteño resolvió cerrar el Parque Centenario con rejas. Vecinos y comuneros dicen que no fueron consultados. En lugar de diálogo, la gestión macrista resolvió desplegar a la Infantería y dispersar a los manifestantes.

Desde las 18 hasta la noche, los manifestantes realizaron una asamblea en la avenida Díaz Vélez.
Imagen: Leandro Teysseire.

La Policía Metropolitana volvió a reprimir anoche a vecinos del barrio de Caballito que realizaban una asamblea sobre la avenida Díaz Vélez, frente al Parque Centenario, en contra de la medida que dispuso el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de cerrar con rejas ese espacio verde. Los manifestantes permanecieron en el lugar, ante un gran operativo de seguridad que desplegó la Infantería de la Policía Metropolitana. Cuando se produjeron algunos incidentes aislados, se desató la represión, con disparos de balas de goma, mientras personal de civil procedía a la detención de algunas personas.

“Las rejas no son la solución a los problemas de seguridad ni de la gente que vive en la calle. Tampoco para limpiar el lugar”, fue una de las conclusiones de la asamblea. Los feriantes también se organizaban frente a lo que vendrá, ya que el fin de semana permanecerá el perímetro de las chapas que delimitan la entrada al lugar, lo que restringe el espacio que ocupan. De esa manera, cientos de personas se proclamaron en contra de lo que el Ejecutivo porteño manifestó a la hora de justificar el enrejado: que era un pedido vecinal. En tanto, las 22 personas detenidas el lunes por la noche fueron liberadas, pero se les abrió una causa por “resistencia a la autoridad, daño y lesiones”.

El conflicto comenzó el lunes, cuando el ingreso al parque quedó vedado por unas chapas ubicadas en la vereda que cerraban casi todo el perímetro del lugar. “Cuando me enteré, vine. Me crucé con unas personas que estaban aplaudiendo y me sumé. Llegamos hasta una parte que no tenía chapa, pero estaba cercada por la policía y vimos que había una mujer embarazada, por lo que empezamos a reclamar que la dejaran ir.” Un vecino, identificado como Juan, contó que en ese momento empezaron las detenciones. Un grupo de policías lo rodeó y se lo llevaron detenido. Otros 21 corrieron el mismo destino y a todos se les abrió una causa. Por ello, la Defensoría del Pueblo porteña inició actuaciones de oficio. “Ayer se llevaron hasta a los perros que estaban en la plaza”, dijo angustiada una chica de rastas, cartel en mano con la consigna “No a las rejas”.

Según contó el comunero del Frente para la Victoria Ariel Angrisiano, el cierre del parque no fue informado a la Junta Comunal. “En septiembre, cuando fue el primer intento de enrejar, se emitió una resolución de la Junta, incluidos los del PRO, para llamar a una mesa de diálogo para determinar qué hacer con el parque, en la que participaran organizaciones, vecinos, feriantes y la Junta, que (el ministro de Ambiente y Espacio Público) aceptó”, contó a Página/12. Sin embargo, nada de eso ocurrió. El subsecretario de Espacio Público, Patricio Di Stéfano, sostuvo que “la comuna apoyó los trabajos propuestos por el gobierno para mejorar el parque, en general, sin que se hubiera mencionado expresamente el enrejado”.

El funcionario dijo a este diario que el plan de obras consiste en “mejorar el pasto, la iluminación y reparar los caminos. Aclaró que por pedido de la comuna “se dejará abierto, sin enrejar, para poder usar por la noche, el sector detrás de la feria de libreros y el espacio que está entre el Instituto Pasteur y el Hospital Curie”. De esa manera, quedaría enrejado el sector principal, donde están la feria y desde el Observatorio hasta el hospital. Aseguró que las obras estarán terminadas en dos semanas y media. Y precisó que sólo podrán continuar trabajando los “artesanos, manualistas y libreros que tienen permiso” y quedarían afuera el resto de los feriantes.

“Una vez más la Policía Metropolitana cargó contra los vecinos en una política de restricción del Gobierno de la Ciudad del espacio público y del consenso y trabajo de los vecinos y los cientos de feriantes que están en el parque hace muchísimos años”, señaló el legislador porteño Francisco “Tito” Nenna (FpV) para repudiar el enrejado y el desalojo de los puesteros y vecinos.

Ayer por la noche continuaba el debate de los vecinos en asamblea. “A mí no me van a venir a decir a qué hora puedo venir al parque”, sostuvo María Oviedo, ante la multitud. Había personas de todas las edades y muchos jóvenes en bicicleta que se sumaban al debate.

“Cierran el parque porque no quieren que los jóvenes vengan acá a la noche, pero ellos se ponen en la vereda. Necesitan un lugar”, añadió Teresa Horovitz, de 80 años. “Una reja representa una prisión”, analizó Javier Valado, de 25. Anoche, la asamblea votó dividirse en comisiones, que permanecerán en el lugar hasta cerrar todas las medidas. Además decidieron realizar un festival mañana a las 18 después de una asamblea; armar una comisión de legales que pueda denunciar las irregularidades de la obra, realizar una marcha el viernes a las 15 desde Avenida de Mayo y Perú hasta el Ministerio de Ambiente y Espacio Público. “Antes que nada queremos desmentir lo que los funcionarios del gobierno salieron a decir: que acá ‘hay personas con intereses ilegales’, eso no es cierto, somos todos vecinos”, sostuvo María Oviedo cuando en la noche de verano empezaba a soplar un viento caliente.

Informe: Carla Perelló.

30/01/13 Página|12
GB
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