sábado, 29 de junio de 2013

Cabral se encariñó con el despacho

Cabral se encariñó con el despacho Luis María Cabral es juez de un tribunal oral, pero fue investido por magistrados de Casación como integrante de esa Cámara. La denuncia es por haber designado como juez “subrogante permanente” a Luis María Cabral, presidente de la Asociación de Magistrados. El también está incluido en la acusación por haber consentido la decisión de los camaristas. El diputado kirchnerista Carlos Kunkel presentó ayer una denuncia penal contra seis integrantes de la Cámara de Casación Penal por la designación “irregular” como juez subrogante permanente de Luis María Cabral, a quien también se incluye en la acusación por haber consentido la decisión de los camaristas. Los jueces de Casación que se opusieron a esa continuidad –Alejandro Slokar, Pedro David y Angela Ledesma– no fueron denunciados. En los pasillos de Tribunales solían bromear con que el juez Luis María Cabral es el “subrogante eterno”, pero el chiste se volvió realidad hace dos semanas cuando la Cámara de Casación lo designó como “juez subrogante permanente”, lo cual le permite al magistrado, que ni siquiera es juez de Casación, mantener el interinato para el que fue designado a dedo y que vencía el 30 de junio. El hecho ocurrió el 11 de junio, cuando se estableció, a través de una acordada, que Cabral seguiría como suplente de la Sala I de Casación hasta que fuera cubierta “según el sistema institucional” la vacante generada en 2011 por la jubilación de Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso. Ahora el diputado Kunkel denunció a los jueces Raúl Madueño, Liliana Catucci, Ana María Figueroa, Juan Carlos Gemignani, Eduardo Rafael Riggi y Mariano Borinsky, seis de los jueces que integran la Cámara de Casación Penal, y al propio Cabral, por aceptar “esta irregularidad”. Kunkel basa su acusación en que Cabral fue designado “para la cobertura de la vocalía en la Sala I de la citada Cámara, por resultar constitutivo del delito de nombramiento ilegal y de aceptación ilegal de cargo público, que concurre idealmente con el de abuso de autoridad”, delitos contemplados en los artículos 253 y 248 del Código Penal. Cabral es presidente de la Asociación de Magistrados y promovió la inconstitucionalidad de la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura, que fue suspendida por un fallo de la Corte Suprema. En rigor, es juez del Tribunal Oral en lo Criminal 9, un cargo menor al que ahora ocupa con aval de sus pares en Casación. Para acceder al despacho que ahora seguirá ocupando debería, al menos, concursar y rendir examen. Pero desde septiembre de 2011 ejerce una función transitoria en la Casación Penal por la “situación de emergencia” desatada en esa instancia, adonde también llegó sin pasar por ningún sorteo. Frente a esto, Kunkel sostiene que Cabral había sido designado “a dedo” y que esa situación resultaba “palmaria” del “apartamiento del régimen legal vigente por parte de los magistrados”. Los jueces de Casación que votaron a favor de mantenerlo en ese tribunal prefirieron el eufemismo de “invitación” al momento de mencionar aquella primigenia e irregular designación. En su denuncia, Kunkel argumenta que “se violó la ley 26.376 durante el proceso de designación de Cabral como subrogante” y señala que “esta norma es la que reglamenta la forma en la que se designan las subrogancias y no fue respetada por los siete jueces denunciados”. Además, recordó que esta irregularidad fue advertida por el fiscal general Jorge Auat y por el CELS. Según se detalla en el escrito, “la mencionada vacante se debería haber cubierto por sorteo con un juez titular de la Cámara Federal de Casación Penal (como es sistema y costumbre con las restantes vacantes existentes) o, en su defecto, también por sorteo con otro magistrado en el orden que establece la ley 26.376”. Kunkel precisó que “los estándares establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las subrogancias judiciales resultan de excepción y meramente transitorias”. En este caso, agrega en el escrito, “se acordó la espuria designación permanente (sin plazos) de un juez subrogante que fue aceptada por el magistrado en abierta confrontación con las resoluciones anteriores y con el legal procedimiento de prelación entre jueces de la propia Cámara de Casación o, en su defecto, del sorteo entre otros jueces de Cámara de la jurisdicción”. El diputado precisó, además, que “como agravante de esta situación, es necesario advertir que el juez Luis María Cabral se desempeña como titular de la Asociación de Magistrados, cargo que utiliza para ejercer la presión que le permite mantener esta privilegiada designación”. Y señaló que “esta asociación reúne a magistrados y funcionarios judiciales de todo el país, con el objetivo de velar por el cumplimiento de las normas que rigen el funcionamiento del Poder Judicial y mejorar su funcionamiento, lo opuesto a lo que Cabral muestra con sus actos al ejercer una subrogancia que no se ajusta a la ley”. Cuando votaron la “subrogancia permanente” de Cabral, la jueza Angela Ledesma había planteado que es un contrasentido que un subrogante sea eterno. Pero nada importó, aunque los aliados de Cabral esgrimieron antecedentes internacionales a favor de la permanencia de los interinos quedó claro que la pulseada se trataba de política y no de derecho. 29/06/13 Página|12

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