viernes, 28 de junio de 2013

PERIODISMO MILITANTE Movilizarnos y movilizar es ahora la tarea

Tenemos ya los candidatos. Ahora es el tiempo que los militantes deben entrar en la ardua tarea de movilizar a la sociedad. Por Luis Rodeiro Ahora es el tiempo, que los militantes deben entrar en la ardua tarea de movilizar a la sociedad. Tenemos ya los candidatos. Carolina Scotto, como se esperaba y deseábamos, encabeza la lista. Martín Gill, ex rector de la Universidad de Villa María y Ernesto “Tatu” Bernabey, intendente de Villa del Totoral, completan los puestos expectantes. Los lugares siguientes lo ocupan actuales intendentes del interior provincial y representantes genuinos de esa juventud que se convirtió en protagonista, con pertenencia a La Cámpora, al Movimiento Evita y a la Jauretche. Nuestros candidatos. No son de menor importancia testimonial, los nombres de los candidatos suplentes, integrada por antiguos dirigentes K, como Eduardo Accastello, Carmen Nebreda, Aponte y Haidé Giri, así como perseverantes aliados. Son nuestros candidatos. Ahora, la tarea colectiva es movilizarnos y movilizar. Ello supone dejar atrás las posiciones personales e incluso grupales, para asumir la lista de candidatos integralmente y usarla como un instrumento, que sirva para movilizar a la sociedad, como un desafío para que el mayor número de postulantes pueda ingresar al parlamento y asegurar, para los que apostamos por la continuidad y profundización de la alternativa nacional, popular y democrática, una mayoría. En el caso de Córdoba, además, se trata de movilizar para crear una fuerza política, que desde hoy mismo hasta 2015, pueda convertirse en una real opción de poder que ponga fin al neoliberalismo “cordobesista” y la integre al proyecto en marcha, que conduce Cristina de Kirchner. Para conjugar correctamente el verbo movilizar se requiere unir todas las expresiones respetando sus identidades, pero con conciencia que se persigue un objetivo colectivo que pasa a ser prioritario. Es indispensable una Conducción Electoral clara, que dé lugar, en distintas instancias, a cada uno de los grupos internos, pero que tenga poder de decisión propia. En esa conducción no pueden estar ausentes las organizaciones de mayor peso, pero tampoco los principales candidatos que deben ser los ejes de la campaña. El Comité Electoral deberá centralizar las acciones, planificar y armonizar las campañas de difusión; procurar, distribuir y controlar el presupuesto, convocar a la participación, poner en tensión a toda la militancia. Sin militantes decididos, entusiastas y comprometidos, no hay movilización. El término movilización, como muchas palabras que se usan en política desafortunadamente, provienen del lenguaje militar. Se moviliza para una batalla. Se trata de armonizar todo el potencial de nuestra fuerza. Pero, afortunadamente, las armas son otras y están destinadas a convencer, a motivar, lo que requiere inteligencia y análisis riguroso de la realidad. Dicen los estudiosos que las campañas electorales exitosas son un proceso constante de movilización creciente de electores, que semejan el movimiento ondulatorio que produce una piedra al caer en el agua, que a partir del primer impacto se va extendiendo mediante ondas sucesivas cada vez más amplias. No será fácil. Tenemos un proyecto claro, con realizaciones concretas, con un liderazgo potente como el que ejerce Cristina, pero debemos ser conscientes que ese proyecto, esas realizaciones y ese liderazgo, no han penetrado aún en la conciencia de los cordobeses. Eso exige, además de defenderlo, tener claras posiciones sobre los problemas fundamentales que atraviesa la provincia, no obstante tratarse de una elección de diputados nacionales. Necesitamos subrayar, por ejemplo, la importancia de la Asignación Universal por Hijo y los programas sociales, pero desde su impacto en Córdoba. Decíamos que se trata de una batalla en el campo de las ideas, que debe intentar ocupar todos los espacios posibles. No hay un recetario infalible. El primer paso posible sería convocar a la creatividad de nuestra propia militancia, para ampliarlas y profundizarlas.

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