lunes, 29 de julio de 2013

PAGAN... tributo hasta los pañales

La estructura tributaria del partido de Tigre da una visión más acabada de la idea que tiene en la materia el candidato a diputado y actual intendente Sergio Massa. El digesto que presentó su gobierno para el período 2013 muestra que, contra el mensaje progresivo que busca instalar en la campaña electoral mediante las críticas al Impuesto a las Ganancias, en los hechos del día a día su distrito tiene una serie de gravámenes que alcanzan productos y servicios que perjudican a los que menos tienen. Uno de los ejemplos más burdos del escenario tigrense se ubica en el impuesto al pañal. Por cada uno de los pañales descartables que se comercializan en el territorio de Massa, se debe abonar una suma de $ 0,02. Parece una cifra ínfima pero va a parar al precio que pagan todos (sin diferenciar a la clase media o alta de los sectores populares) por un producto básico. Los gravámenes que olvidan la progresividad utilizan la excusa de la ecología para alcanzar además a las botellas plásticas no retornables, cuyo valor se ve aumentado en $ 0,10 por decisión del municipio. Los envases multicapa ($ 0,02), las latas de bedidas ($ 0,05) y los aerosoles ($ 0,05) también forman parte del paquete de normas que marca un retroceso tributario. En tanto, se observa otro guiño regresivo cuando se pone la lupa sobre lo que dice el digesto municipal en su capítulo que se refiere a los combustibles. En ese ámbito, todos los consumidores deben pagar $ 0,20 por cada litro expendido "diesel oil, gas oil grado 2 y otros de características similares; nafta ultra, gasoil ultra y similares; y el resto de los combustibles líquidos no especificados" en los apartados de la normativa oficial. El impacto, obviamente, abulta los precios. El Gas Natural Comprimido (GNC) no se queda atrás, ya que los usuarios deben dejar $ 0,10 por cada metro cúbico expendido. "Facúltase al Departamento ejecutivo el incremento de los presentes importes hasta un límite del 25%, en la medida que se realicen incrementos en el precio de los combustibles líquidos", agrega además el texto de normativas tigrenses que analizó este diario. Otro ejemplo de la estructura tributaria massista reside en los derechos por venta ambulante. La actividad con la que apenas sobreviven económicamente muchas personas de clase baja tiene que pagar un tributo semestral para contar con la autorización del Estado municipal. La escalas aplican $ 480 anuales para aquellos que lo hacen sin vehículo, $ 660 para los que se mueven con vehículos sin un motor integrado y de $ 700 para los que cuenten con vehículo motorizado. OPINIÓN - Modelo de segregación urbana Jerónimo Rodríguez | economista del geenap Tigre es un municipio que, por responsabilidad de la gestión de Sergio Massa, presenta una situación que deja bastante que desear en términos de equidad territorial. Mas del 60% del municipio –148 km2– está ocupado por countries y barrios cerrados (con proyección de ampliar este tipo de complejos urbanos) donde vive apenas el 10% de la población, en tanto que el 90% de la ciudadanía debe permanecer en el 40% restante del territorio. Este ordenamiento territorial responde a un modelo de gestión municipal que, basado en la especulación inmobiliaria, genera una clara demarcación entre barrios ricos y pobres, contradiciendo el discurso de Massa, quien afirma trabajar por la movilidad social. De esta manera, el municipio queda organizado a partir de un centro muy minoritario y opulento y una periferia mayoritaria que no dispone de los servicios básicos. Asimismo la falta de planificación a la hora de otorgar los permisos de construcción de barrios cerrados potencia los problemas de inundación del municipio. En este sentido, a pesar de las numerosas obras hídricas y de saneamiento del gobierno nacional, el avance desmedido de la construcción de barrios cerrados y countries con el consentimiento del municipio, sin las medidas infraestructurales mínimas, pone en peligro la calidad de vida de los tigrenses. A pesar de haber transcurrido una década de crecimiento económico con inclusión social a nivel nacional, la lógica expulsiva de la gestión Massa, de claro tinte neoliberal y desregulacionista, ha impedido revertir el grado de desigualdad al interior del municipio, que presenta zonas de alto poder adquisitivo y una gran mayoría con deficiencias habitacionales y de acceso a los servicios básicos. Para intentar responder esta aparente paradoja entre la existencia de un abultado presupuesto y el deterioro de las condiciones de vida del pueblo tigrense recurrimos al Presupuesto 2012. Ahí nos encontramos con una importante subejecución en el crédito vigente de unidades jurisdiccionales claves para la implementación de políticas públicas destinadas a mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio. Se destaca la baja ejecución para los programas "Emergencia Sanitaria" (34%), "Tierra vivienda y hábitat social" (15%) y "Construcción de obra pública" (38%). Esta situación se agrava si se analiza el Presupuesto 2013, donde pierden participación dentro de la estructura del gasto las partidas destinadas a las jurisdicciones Secretaría de Servicios públicos y Conservación de la Infraestructura, Política Sanitaria y Desarrollo Humano y Secretaría de Inversión Pública y Saneamiento. Dichas jurisdicciones pasaron de representar más del 80% del total del presupuesto a apenas superar el 60 por ciento. Frente a la reducción en el peso de estas partidas, los recursos destinados a la publicidad del municipio vienen ganando participación año tras año. Para 2013, el presupuesto destinado a publicidad asciende a $ 32.270.000. En lugar de hacer frente a las necesidades de los habitantes de Tigre, reduciendo el importante grado de desigualdad y polarización social al interior del municipio, el intendente Sergio Massa destina una amplia porción del presupuesto a publicitar una gestión con pocos resultados en términos de políticas públicas.

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