domingo, 29 de diciembre de 2013

2013, la soledad del número primo

Por Alfredo Grieco y Bavio Memoria y balance del año que termina. De la muerte de Hugo Chávez a la asunción de un Papa argentino, de la reina Máxima a la reaparición de la Guerra Fría, los principales hechos del año. De izquierda o de derecha, los diarios británicos se han vendido el jueves con un suplemento publicado una sola vez cada 365 días. En este cuadernillo de preguntas sobre el año que se termina, el londinense Times pide a los lectores que identifiquen en qué foto una pareja está bailando twerking (un pasito muy 2013: ella frota su trasero sobre los genitales de él) o que recuerden qué dictador inició una relación homoerótica con el basquetbolista Dennis Rodman (la respuesta correcta es el norcoreano Kim Jong Un). El Guardian pregunta en qué locación histórica se filmó el video Where Are We Now?, el inesperado regreso incólume de David Bowie (respuesta, en la Berlín que cantó el fallecido Lou Reed). En un múltiple choice a dos opciones, pregunta quién dijo qué, el papa Francisco o el laborista Ed Milliband (sorpresa, el argentino del Vaticano queda mucho más a la izquierda que el líder inglés). A veces sin el ludismo de las islas británicas, todas las agencias de noticias internacionales –las latinoamericanas, las globales– ofrecen estas semanas sus catálogos del 2013. En cada caso, la sola enumeración de los ítems ya significa un balance provisorio de un año rico en acontecimientos de todo signo, que a su vez los medios adoptan o reformulan. El diario parisino Libération llama a 2013 “un año en el que estuvimos en el horno”, mientras que el semanario de izquierda Le Nouvel Observateur dirige la mirada a un centenario próximo, el de 1914, cuando se declaró la Primera Guerra Mundial. Latinoamérica siempre más libre. El año 2013 empezó con esperadas reformas. Después de décadas de restricciones, en enero los cubanos pueden viajar al extranjero sin tramitar un permiso de salida y en La Habana el presidente Raúl Castro inicia su segundo mandato, pero advierte que dejará el poder en 2018. Y en la misma capital cubana, el gobierno colombiano y las FARC anuncian en mayo un primer acuerdo en el diálogo de paz, referente a una reforma agraria. En febrero es reelecto presidente del Ecuador Rafael Correa, quien al mes siguiente recibe la noticia triste de la muerte el 5 de marzo de su aliado, el líder bolivariano Hugo Chávez. Las nuevas elecciones en Venezuela demuestran el vigor de la herencia chavista, cuando el 14 de abril el delfín Nicolás Maduro resulta triunfante. A la semana, el impasse político en que vivía el Paraguay después de la deposición exprés de Fernando Lugo en 2012, se resolvió con la victoria de Horacio Cartes, candidato del tradicional Partido Colorado, en las presidenciales del 21 de abril. En julio, el gobierno mexicano captura al máximo líder del cartel de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, cerca de Nuevo Laredo, ciudad fronteriza con Estados Unidos. Y más líder. La abdicación de la reina Beatriz de Holanda a fin de enero, deja como reina consorte a la argentina Máxima Zorreguieta, cuando en abril asume como rey su esposo el príncipe Guillermo. Otra abdicación también acaba por favorecer a un argentino. El 11 de febrero, el papa Benedicto XVI anuncia por sorpresa su retirada para el 28 de febrero. El 13 de marzo, la fumata blanca en el Vaticano anuncia al nuevo papa, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, primer pontífice latinoamericano y que escoge el nombre de Francisco. La elección de Brasil como sede del Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016 probaban el liderazgo latinoamericano, como el millón de brasileños que se manifestó en las calles contra las injusticias sociales y los presupuestos millonarios para el deporte demostraron la conciencia y vivacidad social de la población, y su alerta ante inequidades que genera el crecimiento. Fue la misma reacción la que dio su abrumadora victoria a la socialista Michelle Bachelet en las presidenciales chilenas de diciembre. Europa menos neoliberal. El mismo año que el 8 de abril supo de la muerte de la Dama de Hierro Margaret Thatcher, también vio cómo Il Cavaliere Silvio Berlusconi fue condenado a siete años de cárcel por el “caso Ruby”. El 1 de agosto fue ratificada su condena a cuatro años por fraude fiscal. Queda inhabilitado para ejercer cargos públicos por dos años y el 27 de noviembre pierde su escaño en el Senado. En septiembre, en las elecciones en Alemania, Angela Merkel casi consigue la mayoría absoluta y en noviembre su partido democristiano acuerda una “gran coalición” con los socialdemócratas. La guerra y la paz. La fragilización aún mayor del frágil Cercano y Medio Oriente es la peor herencia del año. La guerra civil en Siria continúa, y en septiembre el país se salvó de una intervención armada occidental, con consecuencias incalculables, gracias a un acuerdo entre Washington y Rusia sobre la destrucción de las armas químicas del régimen de Bachar al Assad. En sentido contrario, acaso la mejor noticia regional, en términos relativos, haya sido el triunfo del moderado Hassan Rohani en las presidenciales iraníes del 16 de junio. Gracias a esto, el Grupo 5+1 e Irán alcanzan un acuerdo inicial en Ginebra para que Teherán congele parte de su programa atómico, a cambio de que la comunidad internacional suavice las sanciones económicas. Guerra Fría recalentada El 12 de febrero, Corea del Norte lleva a cabo su tercer ensayo nuclear. El 7 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU endurece sus sanciones. Pyongyang amenaza con un ataque atómico a Estados Unidos. Recobraba su actualidad el escenario más clásico que había desencadenado medio siglo de Guerra fría entre Washington y Moscú –aunque la Rusia de Vladimir Putin dista de ser comunista, o siquiera socialista–. El 19 de junio, el presidente norteamericano Barack Obama habló ante la Puerta de Brandeburgo coincidiendo con el medio siglo del histórico discurso contra el Muro de Berlín de J.F. Kennedy, de quien este año se recordó también el 50 aniversario de su asesinato. Sin embargo, los mayores enfrentamientos y recelos del año entre las dos potencias atómicas mayores tuvieron que ver con otro tema clásico de la Guerra Fría, el espionaje. El informante Edward Snowden, que filtró información sobre el espionaje los servicios de seguridad de Estados Unidos, recibe asilo político en Rusia. De signo contrario, con un mayor relajamiento de las tensiones, fue el histórico apretón de manos entre el presidente cubano Raúl Castro y Obama en los funerales del líder sudafricano Nelson Mandela, el 5 de diciembre. El otro participante de la Guerra Fría es el que más sorpresas ha dado. El 14 de marzo, Xi Jinping es escogido para suceder a Hu Jintao como presidente de una China que nominalmente sigue siendo comunista. El primer ministro será Li Keniang. El 15 de noviembre China aprueba un amplio programa de reformas, con cambios para el sector financiero, la política de hijo único y poniendo fin a los campos de reeducación. Revista Veintitrés

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