miércoles, 29 de enero de 2014

Un encuentro de desmemoriados

Por Werner Pertot
Fue un encuentro tejido en la necesidad. Mauricio Macri necesita mostrarse como presidenciable y convocante. Hugo Moyano y Luis Barrionuevo necesitaban recuperarse del faltazo de Daniel Scioli, José Manuel de la Sota y Sergio Massa al asado en Mar del Plata al que los habían convocado. Así se gestó el encuentro de ayer entre el procesado jefe de Gobierno, el líder de la CGT opositora y el dirigente gastronómico. En el cónclave no faltaron los momentos incómodos, que incluyeron roces en los discursos con el sector del PRO más lejano al peronismo. El gremialista Julio Piumato llevó un pequeño piano para cantarles la marcha peronista, ante las miradas atónitas de los macristas.
La relación de Macri y Moyano era pésima hace no demasiado tiempo. El jefe de Gobierno lo trató al camionero de extorsionador: “Con un gobierno nacional del PRO, la extorsión de Moyano no dura ni un minuto”, se envalentonó el líder del PRO hace apenas cuatro años. En 2009, Moyano opinó que “Macri y De Narváez son parte de la derecha neoliberal que fundió la Argentina”. Con el último, Moyano compartió una lista de diputados en las elecciones del año pasado. Con el primero, se reunió ayer.
En rigor, no fue la primera cumbre entre Macri y Moyano. Ya se habían juntado en octubre de 2012, luego de que el jefe de Gobierno apoyara una marcha con cortes de calle del camionero a Casa de Gobierno. Un gesto inédito en la historia del dirigente del PRO. “Qué sé yo, las cosas evolucionan”, dijo aquella vez Macri para explicar su giro de 180 grados con respecto a Moyano.
Esta vez, el secretario general Marcos Peña le encargó la tarea de armar el encuentro al senador Diego Santilli, quien tiene buen trato con el moyanismo dado que fue el artífice de la licitación de los contratos de la basura, en la que interviene ese gremio. Al cónclave, además de Moyano, Barrionuevo y Gerónimo “Momo” Venegas, asistieron unos 40 dirigentes de las CGT opositoras. Al frente de la delegación, el dirigente camionero dejó de lado las cuitas pasadas con Macri y hasta aseguró que “les ha dado a los trabajadores de la Ciudad mucho más que el gobierno nacional”. Quizás se refería al bono por 220 millones de pesos para pagar indemnizaciones de los recolectores de basura que Macri le ofrendó a Moyano en 2012.
Sentados prolijamente en dos mesas blancas, cara a cara con los macristas, los dirigentes sindicales pudieron mostrar a un presidenciable que los recibió en la Usina de las Artes, tras el faltazo que sufrieron en Mar del Plata. Moyano fue flanqueado por Barrionuevo y Venegas. Al lado de Macri se sentó Santilli, el organizador del encuentro. Del otro lado quedó Gabriela Michetti. Un poco más lejos de los flashes, se ubicó el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien compite con los dos dirigentes macristas por la sucesión de Macri. Además, estuvieron Miguel Del Sel, Héctor Baldassi y Patricia Bullrich, quien volvió a saludar a Moyano como si pudieran dejar atrás las cosas que se dijeron durante el gobierno de la Alianza, cuando ella era ministra de Trabajo y fue apodada “La piba”.
El encuentro duró unas dos horas. Michetti fue la que menos puntos de contacto tenía con los sindicalistas –es conocida su buena relación con radicales, como Ernesto Sanz– y esto llevó a algunos roces. Según se comentó, a los gremialistas no les gustó que la ex vicejefa les hablara de avanzar en la renovación del sindicalismo. El encargado de responderle fue Julio Piumato. Tras el cónclave, Macri y Moyano dieron una conferencia de prensa en la que hablaron de “construir el diálogo social”.
“Se habló de todo lo que está pasando y no debería pasar, y también de acordar en diez o doce políticas de Estado, algo que vamos a hacer con todos los candidatos”, aclaró Venegas. Patricia Bullrich advirtió que se reunieron para “reemplazar la estrategia de confrontación de la Presidenta por el diálogo”. “La discusión salarial es libre o no hay discusión, por lo menos los gremios privados no lo aceptarán”, sostuvo Moyano. “Los que tenemos canas sabemos el daño que hace la inflación”, se sumó Macri, buscando mostrarse dialoguista. Ayer dijo que hay que “profundizar el diálogo con todos, especialmente con los trabajadores para construir la Argentina que viene con el diálogo social como elemento fundamental”.

Página12

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