lunes, 24 de febrero de 2014

DIFICULTADES CON EL TRABAJO En el descenso

Por Mariana Carbajal
La movilidad laboral descendente, con su consiguiente relegamiento ocupacional, es una de las motivaciones que señalan muchos migrantes cualificados como causa de su retorno al país, tras intentar suerte en España. Es el caso de un profesional universitario de las Ciencias de la Información, trilingüe español-inglés-francés, que llegó a Madrid en 2003 y retornó en 2009: “Trabajaba en un medio de comunicación y me despidieron. Un amigo argentino que vive en España me ofreció trabajar con él en su productora. Empecé haciendo reportajes por Europa, pero terminé vendiendo telefonía móvil para una empresa que era de su padre, porque la productora comenzó a tener cada vez menos trabajo (...). Me agarré una depresión terrible, salía todos los días a visitar negocios. No vendía nada. Era agosto. Un calor de locos, todos de vacaciones. (...) Traté de adaptarme por mis hijos, pero no pude. 2238 Imaginate: de productor en un noticiero de un medio de comunicación a vendedor de telefonía móvil (...). Busqué, tuve entrevistas en varios medios españoles, pero sin suerte. Cuando estaba allá me enteré de una oportunidad acá, mandé mi curriculum y me eligieron. Decidí regresar y empezar de nuevo”.
Una argentina entrevistada en España contó: “Para pasar necesidades aquí prefiero pasarlas allá. Allá por lo menos tengo casa y no tengo que pagar un alquiler (...). Somos de Balcarce, en la provincia de Buenos Aires (...). Ahora vivimos en un pueblo cerca de Toledo. Antes estuvimos varios años en Segovia (...). Fui tocando todos los palos, lo último que hice fue trabajar en una gasolinera en Toledo. Pero con la crisis, los últimos en entrar fuimos los primeros en salir (...). Igual no me alcanza; las chicas están más grandes, y no les puedo comprar ni un vaquero, siempre estoy contando los euros (...). Llegamos en 2002. Cuando vine tenía trabajo, allá era policía, pero mi marido estaba desocupado hace bastante y yo cansada de la situación del país (...). Aquí mi marido cuidaba una finca en Segovia. Pero si te cuento...: a los 14 meses de llegar se murió. Se murió de muerte súbita. (...) Aquí tenía a mi hermano, pero al año mi hermano también se murió. Entonces se vinieron mis padres, porque yo sola con las nenas no podía (...). Estoy en el paro hace un mes. Sobrevivimos con eso y con la pensión de mi padre, que es retirado de la policía bonaerense. Igual alcanza para poco, y con esas trabas que pusieron para sacar dinero de allí, se nos dificulta girar la plata”.

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