domingo, 21 de septiembre de 2014

EL GENOCIDIO LIBERAL DE SARMIENTO Y MITRIE

La masacre de Acosta-Ñu

la masacre de Acosta ÑuEn la batallas de Acosta Ñu, (16 de agosto de 1869) 3.500 niños paraguayos enfrenta a 20.000 hombres del ejército aliado, lo que se tiene como un acto de heroísmo sin igual. Por la masacre producida, se conmemora ese día como el Día del niño en Paraguay.

“Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se agarraban a las piernas de los soldados brasileros, llorando que no los matasen. Y eran degollados en el acto. Escondidas en al selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas agarraron lanzas y llegaban a comandar un grupo de niños en la resistencia. Finalmente, después de un día de lucha, los paraguayos fueron derrotados.”

“El Conde D´Eu, un sádico en el comando de la guerra,..después de la insólita batalla de Acosta Nú, cuando estaba terminada, al caer la tarde, las madres de los niños paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y socorrer los pocos sobrevivientes, el conde D´Eu mandó incendiar la maleza, matando quemadas las los niños y sus madres.”

“Mandó a hacer cerco del hospital de Peribebuy, manteniendo en su interior los enfermos – en su mayoría jóvenes y niños – y lo incendió. El hospital en llamas quedó cercado por las tropas brasilera que, cumpliendo las órdenes de ese loco príncipe, empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas los enfermos que milagrosamente intentaban salir del la fogata. No se conoce en la historia de América del Sur por lo menos, ningún crimen de guerra más hediondo que ese.” (de la misma fuente- Chiavenatto. "A guerra do Paragaui)

Ver tambien: La batalla Acosta-Ñú . (12-08-1869)

 
Los niños de la guerraPrisineros de al guerra del Paraguay



Las cifras del genocidiociudadanos paraguayos

Pergeñado por el imperio inglés para terminar con la progresista Paraguay y todo su pueblo, y llevado a cabo por sus cipayos del Brasil de Pedro II, la Argentina de Mitre y el Uruguay de Venancio Flores, las cifras del genocidio son difíciles de digerir:

Población de Paraguay al comenzar la guerra 800.000 (100,00 %)
Población muerta durante la guerra 606.000 (75.75 %)
Población del Paraguay después de la guerra 194.000 (24.25 %)
Hombres Sobrevivientes 14.000 (1,75 %)
Mujeres sobrevivientes 180.000 (22.50 %)
Hombres sobrevivientes menores de 10 años 9.800 (1,22 %)
Hombres sobrevivientes hasta 20 años 2.100 (0,26 %)
Hombres sobrevivientes mayores de 20 años 2.100 (0,26 %)

(Fuente:“Genocidio Americano, A guerra do Paraguai, p.150- Julio José Chiavenatto. Sao Paulo)

Exterminaron al 99 % de la población masculina mayores de 10 años.

“Cuanto tiempo, cuantos hombres, cuantas vidas y cuantos elementos y recursos precisaremos para terminar la guerra. Para convertir en humo y polvo toda la población paraguaya, para matar hasta el feto en el vientre de la madre” (Caxias en informe a Pedro II)


Genocidas y traidores

¿Fueron Sarmiento y Mitre ajenos a este genocidio?. El primero fogoneaba desde la prensa, y Mitre fue partícipe y cómplice. Cuando lo echaron los brasileros por inútil, (no ganó ni una batalla pese a la superioridad numérica) lo reemplazó del Duque de Caxias, quien nombra a Mitre en un Informe al emperador:

“El General Mitre está resignado plenamente y sin reservas a mis órdenes. : él hace cuanto yo le indico, como está de acuerdo conmigo, en todo, incluso en que los cadáveres coléricos se tiren al Paraná, ya de la escuadra como de Itapirú para llevar el contagio a las poblaciones ribereñas, principalmente las de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe que le son opuestas (...) El general Mitre también está convencido que deben exterminarse los restos de las fuerzas argentinas que aún le quedan, pues de ellas solo ve peligro para su persona.”

“Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto o falta de razón. En ellos, se perpetúa la barbarie primitiva y colonial... Son unos perros ignorantes... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era necesario purgar la tierra de toda esa excrescencia humana, raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”.(Carta Mitre. (1872) Artículo de "El Nacional", 12.12.1877. ) ¡Y pensar que el cobarde se fue a morir al Paraguay, y se hizo envolver con la bandera Paraguaya, Chilena y Argentina ¡

Mitre: farsante, trencero, mentiroso, acaparador de derrotas militares, falsificador histórico, genocida y traidor; Nunca un argentino recibió tantas alabanzas por tantas “felonías”, como Mitre.

“...algún día tendremos que hacer acto de constricción ante el mausoleo en que reposan los héroes paraguayos, por una traición que no cometimos pero que mancha el honor de todos los argentinos” (Atilio García Mellid - Proceso al liberalismo argentino)

Muerte de León Pallejas
Niño paraguayo - Guerra del Paraguay


Los "Legionarios de la libertad"

Antes de iniciarse la guerra del Paraguay, un grupo de “liberales” se autoexiliaron en Buenos Aires para pedir al gobierno “liberal” de Mitre y “monárquico” de Brasil, que “libere” su patria del “Tirano”. Eran unos cuarenta paraguayos que formaron una comisión de “Legionarios de la Libertad” que escribían diatribas en la prensa liberal sarmientina “El Nacional” y liberal mitrista de “La Nación”.

Esta “legionarios de la libertad”, redactaron un Memorial dirigido al emperador de Brasil Pedro II que decía textualmente:

“Todos, Señor, conocen bien, que la guerra que el Brasil va a sustentar en territorio paraguayo, es justa y santa…una cruzada de civilización, de libertad política, de navegación, de industria, de comercio, en fin, de completa regeneración…todos divisan, que, después de la victoria brasilera, es que aquella tierra desgraciada será libre, independiente, señora de sus destinos sus derechos…” (Memorial, Río de Janeiro, 10 de abril de 1865)

Aquellos legionarios, que pensaron que la guerra duraría tres meses, como pronosticó Mitre, hasta habían decidido quien sería el nuevo presidente del Paraguay “libre del tirano”.

Formaron una escasa legión, con bandera Paraguaya, que se incorporó a la retaguardia de Mitre, como propagandistas, espías, guías y vaqueanos, vivanderos, comerciantes y agiotistas, pero no participaron en ninguna acción de guerra por mucho tiempo.

Aquellos “legionarios” que desde hace cinco años venían arrastrándose por la retaguardia de los campamentos, estaban obligados a demostrar la “furia sagrada de libertad” que los impulsaba; la oportunidad se presentó en un encuentro que tuvieron con una tropa de carretas, en Campo Pedrozo, casi finalizada la guerra y el genocidio de todo el pueblo paraguayo.

Para evitar suspicacias, transcribo directamente el informe que le transmite el coronel Argentino Donato Álvarez al general Emilio Mitre (hermano de Bartolomé Mitre):

“He debido ordenar al vuelta del Escuadrón Paraguayo (los “legionarios liberales”) para ponerse a disposición de Vuestra Excelencia, pues el ardor de la lucha que esta gente muestra al encontrarse con sus compatriotas, les lleva a cometer excesos de mortandad y pillaje que comprometen la disciplina de las demás tropas y la rapidez de movimientos de la vanguardia. En la reciente acción, no obstante las órdenes perentorias que expedí, no se pudo evitar que saquearan las 17 carretas que el enemigo tenía consigo, acuchillando a los carreteros que trataban de conducirlas fuera del combate” (Publicación oficial del Ejercito Argentina, año 1970)

¡Linda forma de llevar la libertad y la civilización a sus compatriotas paraguayo!

Terminada la guerra, los aliados imponen al Paraguay un triunvirato “que a juicio de los plenipontenciarios aliados podrían ser los más dóciles a sus pretensiones y dignos de confianza” (Justo Pastor Benítez)


Los negocios de la guerra

J.M. de Rosas - L.Castagnino
Si bien la guerra fue una calamidad económica para el Paraguay y los Aliados, muchos hicieron ”negocios” con la guerra, sobre todo argentinos y brasileros...y por supuesto, Inglaterra.

Urquiza vendió a buen precio treinta mil caballos al ejército brasilero, y se convirtió en proveedor del ejército. (Ver Urquiza y La defeccion de Urquiza.) ...Pero no fue el único.

“Lanús, socio del Presidente Mitre, es proveedor general del ejercito” (Natalicio Talavera. “Crónica de la guerra”. Campamento de de Paso Pacú. 27-10.1866. El semanario N° 653. AGM.t.II.p.281)

Lanús Hnos, regenteada por Anacarsis Lanús, fueron unos de los que levantaron fortunas fabulosas con la guerra, bajo la protección de Mitre.

Carlos D´Amico, gobernador de Buenos Aires, publicó en 1890 en México un libro denunciando que durante la administración de Mitre “sus empleados han llevado el abuso hasta la más escandalosa exageración”...”se robaban hasta las cajas de cirugía del ejercito”, y aunque suponía que Mitre “no participaba en manera alguna de aquella arrebatiña”, admitió que la moral “empezó a bajar cuando los proveedores cuyas fortunas insolentes se habían hecho a la sombra de Mitre, le regalaron a éste la casa en que hoy está la opulenta imprenta del La Nación”.

La “donación” fue formalizada por escritura del 23 de enero de 1869 ante el escribano José Victoriano Cabral. En representación de los “donantes” actuó el Dr. Angel María Méndez y los señores Juan José Méndez y Mauricio Pennano, quienes adujeron como razón del homenaje, que la actuación de Mitre en el gobierno permitió “a los hombres industriosos dar impulso a sus trabajos y vuelo a sus operaciones” .

El “homenaje” por cierto, no se había demorado demasiado, pues se escrituró apenas tres meses después de que Mitre dejara el gobierno.

Su sucesor en el gobierno, el presidente Sarmiento, en carta privada a su corresponsal en Chile, Mariano E. de Sarratea, le decía:

“...su casa fue negociada por agentes y obtenida la suscripción de los proveedores que mediante despilfarro de la rentas han ganado millones, como Lezica, Lanús, Galván, que al fin costearon casi en su totalidad...” y agregaba: “Mitre sabe que con un poco de insistencia con amaños conocidos, con muchos hombres que le deben o la impunidad o la fortuna mal adquirida todo se puede conseguir...” (Sarmiento a Sarratea. Buenso Aires 17 de marzo de 1869. Archivo de la familia Sarratea Prats. Feliz nieeto del Río. “Como recordaba Sarmiento a Chile”. El Mercurio. Artículo en la edición especial del centenario. Valparaíso. 12 de septiembre de 1927. AGM.t-II.p.283)

Los brasileros acusaban a los argentinos por la prolongación de la guerra para proseguir con sus “negocios”.

Durante la interpelación al gobierno en la Cámara de Diputados de la Argentina, hecha en 1868, el diputado José Mármol expresó: “Desde el principio de la guerra una mala inteligencia a una debilidad de parte de nuestro gobierno ha hecho que el tratado de la Triple Alianza no se cumpla y que por eso no se concluya la guerra. Es que hay una política y una voluntad decidida por la prolongación de la guerra” (Sesión del 1° de junio de 1868)

El doctor Teodosio González lo dice mas clarito: “se levantaron durante la contienda las grandes fortunas argentinas…vendiendo a la proveeduría brasilera sus vacas, caballos, ovejas y harina, por cinco veces su valor...” (Teodosio Gonzáles. Infortunios del Paraguay.p.30. AGM.t.II.p.284)

Detrás de los ejércitos llegaron al Paraguay una serie de “comerciantes oportunistas”, (por llamarlos de alguna forma suave), entre los que se encontraba el ex ministro de Relaciones Exteriores de Mitre, y uno de los artífices del Tratado de la Triple Alianza: Rufino de Elizalde. Ya no ocupaba ningún cargo durante el gobierno de Sarmiento, y la razón de su traslado a Asunción se deduce de la correspondencia enviada a Mitre, y reproducida en el tomo V del Archivo del General Mitre:

“He tratado de mis asuntos y espero conseguir algo importante” le informaba el 7 de marzo al ex jefe de los ejércitos aliados; “Está arreglado el principal de los negocios a que vine” le informaba el día 11, y el 16 le indicaba “aún no he arreglado mis otros asuntos”. En las cartas del 24 y 31 de marzo repetía frases prometedoras: “Mis negocios van muy bien”. ((Elizalde a Mitre. Archivo Mitre, t.V.p.213-27. AGM.tII.285)

El escándalo de los negocios comenzó a levantar polvareda y fue muy comentado en Buenos Aires. El diario “La Época”, vocero del partido radical de Hipólito Irigoyen comentaba:

“Durante la guerra del Paraguay nuestros soldados morían de hambre en las esteros, mientras afortunados proveedores, gentes de altas influencias amasaban millones. Aquellos abusos llegaron a tan escandaloso grado, que un enérgico movimiento de opinión exigió se investigasen las turbias proveedurías. Pero un providencial incendio consumió los archivos de cuentas de la guerra del Paraguay. Las llamas cancelaron toda deuda y borraron los restos de todo delito. El incendio salvo muchos nombres y muchas reputaciones, purificando muchas biografías.”

Al mismo tiempo que la opinión pública condenaba a “las turbias proveedurías”, en Buenos Aires se constituía una Sociedad Anónima, integrada por el general Mitre y los señores Anacarsis Lanús, Cándido Galván, Ambrosio Lezica, Rufino de Elizalde y otros, para dedicarse a al actividad periodística.

La sociedad se hizo cargo de “La Nación Argentina”, que el antiguo secretario de Mitre José María Gutiérrez había fundado el 17 de septiembre de 1962 para preparar a la opinión pública para la guerra del Paraguay. La nueva sociedad le suprimió la palabra “Argentina”, por lo que quedó solamente el nombre de “La Nación”. En el Editorial, el propio mitre explicaba el cambio:

“El nombre de este diario es substitución del que lo ha precedido: “La Nación” reemplazando a “La Nación Argentina” basta para marcar una transición, cerrar una época y señalar los nuevos horizontes del futuro. “La Nación Argentina” era un puesto de combate; “La Nación” será una tribuna de doctrina...” (Editorial de La Nación. Año 1, n°1. Buenos Aires, 4 de enero de 1879) (AGM.t.II.p.286)

Con este cambio, y la quema de los archivos, no quedaba nada por esconder.


Los "transparentes" empréstitos al Paraguay

Terminada la guerra e instalado el gobierno “liberal” el 15 de agosto de 1869, toma algunas medidas de orden económico para satisfacer las exigencias a los requerimientos de la “libre empresa”, por supuesto foránea.

Comisiona a Díaz de Bedoya (decreto del 20 de diciembre) para que gestione un empréstito de dos millones de pesos en Buenos Aires “hipotecando las propiedades urbanas, edificios del gobierno en la ciudad de Asunción, y la línea férrea (construida por los paraguayos) con todas sus propiedades y útiles”.

Buenos Aires no estaba en condiciones de otorgar ningún empréstito cuando la propia oligarquía porteña respiraba gracias el oxígeno que le llegaba desde Londres. La guerra de Mitre había obligado a la Argentina endeudarse en cifras desproporcionadas, en las arcas del Brasil y los banqueros de Londres. (39.741.000 pesos fuertes), de manera tal que, haciéndoles un “favor” a sus “hermanos liberales”, le señalan el camino de Londres, que ellos ya habían recorrido.

La misión de Bedoya en Buenos Aires fracasó “parcialmente”, ya que el mismo decreto ordenaba enajenar “toda la plata labradas destinada al culto” que Solano López había preservado hasta la toma de Perybebuy. La plata paraguaya fue rematada con éxito en Buenos Aires en el salón de Mariano Billinghurts de la calle San Martín. El producto de las ventas fue recibida por el comisionado, que debió embarcarse a Europa sin tiempo suficiente para remitir a Paraguay las sumas recibidas...

Respecto al empréstito, el gobierno de Paraguay comisiona a Mariano Terrero, que tenia conexiones con al firma Robinson, Fleming & Co. de Londres, para que contrate un empréstito por un millón de libras esterlinas. El empréstito fue contratado en Londres (septiembre de 1972), pero las libras no llegaban a Asunción, de manera que para “acelerar el trámite” por Ley el 2 de octubre del mismo año, se autorizó la contratación de un nuevo empréstito por dos millones; eso si... una ley complementaria estableció que el Poder Ejecutivo “no podría utilizar los fondos sin la anuencia del Poder Legislativo”. Esta disposición fue vetada por el gobierno por“la vehemente sospecha que el Legislativo demuestra respecto a la honestidad del Poder Ejecutivo”. (por lo visto se adivinaban la suerte entre gitanos)

Después de varios episodios, gestiones, idas y venidas, Terrero termina siendo reemplazado por el financista inglés doctor León Levy, que pide a la firma Robinson, Fleming & Co que presente el balance. La firma acepta y presenta la liquidación de 562.200 libras, que, descontando 40.875 invertidas en un proyecto para traer colonos (42.000), más gastos, comisiones, agentes, sueldos, etc. se reducía a un saldo de 243.739 libras.

La primera partida de 125.000 libras esterlinas llegaron a Asunción el 17 de junio de 1873. Como el país estaba bajo estado de sitio, (revolución del general Caballero), el Ministerio de Hacienda hizo trasladar “durante la noche” las libras a los domicilios particulares del presidente Jovellanos y de los ministros Ferreira y Soteras. La tesorería no recibió una libra.

El diario “Los Debates” denunció que había sido robada la Memoria del Ministerio de Hacienda de 1872, que se refería a los empréstitos. Una comisión de ambas cámaras fue al encargada de investigar el asunto: no había sido robada la de 1872…sino todas las anteriores a 1875. (informe del 8 de abril de 1877 –AGM.t.II.p443)

Las penurias económicas del Paraguay impidieron cumplir con el pago de las cuotas, de manera que en 1885 se comisiona a José Segundo Decoud para que arregle la deuda, y el 4 de diciembre firma un convenio con los tenedores de bonos: reconoce una deuda de 1.602.000 libras esterlinas más 1.500.400 por intereses impagos, lo que suma un total 3.102.400 libras esterlinas. Compensaron casi la mitad de esa deuda, entregando tierras públicas.

Se volvieron a hacer ajustes en 1895 y 1824, y el 1° de enero de 1927 se hace un balance, resultando un costo de 3.222.029 libras esterlinas para un ingreso real a las arcas fiscales, de solo 430.000.

Juan Bautista Aberdi dice que “los empréstitos paraguayos tuvieron inspiraciones extranjeras al Paraguay”. Alberdi ve claramente esos episodios de vasallaje y extorsión financiera sobre Paraguay, y señaló los empréstitos como “un entuerto que por su origen e inspiración no fue paraguayo, sino exótico, y surgido desde fuera por gentes afiliadas desde mucho antes en la obra de destruir Paraguay, en el interés de un poder que aspira a absorberlo todo después de arrasado”, y dirá con razón:

“López no dejó deuda exterior paraguaya. La tiranía no pensaba como el liberalismo de sus adversarios que han probado su ´patriotismo´ endeudando a su país en millones que su tesoro escaso no puede pagar. Hechos después de la guerra y como consecuencia suya, se diría que esos empréstitos han sido una prosecución de la campaña contra ese país, al coincidir sus efectos y condiciones desastrosas y el papel de sus inspiradores durante la celebre contienda” (J.B.Alberdi.cit.AGM.tII.p.444)

Ver J.B.Alberdi y la guerra de Paraguay


La llegada de la "civilización"

Como todos sabemos, la Guerra de la Triple Alanza fue llevada por los liberales en nombre de la “libertad, la civilización y el progreso”.

Antes de la guerra, en el paraguay había 435 escuelas. La enseñaza primaria era gratuita y obligatoria, y no existía el analfabetismo. El pueblo paraguayo era el más adelantado de América. Tenía su tierra que trabajaba por si mismo y estaba muy bien alimentad.

Un siglo después, un escritor liberal, Gregorio Benítez (en “Formación social del pueblo paraguayo”) dice que“El liberalismo llevó la guerra al Paraguay para brindarle progreso y satisfacción a todas sus necesidades, pero en materia tan primordial como la alimentación, no se logró recuperar el nivel de vida de que antes gozaba”

Lo mismo pasó con la educación. Las escuelas del régimen de López (435) fueron arrasadas durante la guerra y nunca se reconstruyeron. El propio Decoud, que formó parte el gobierno títere liberal, reconoce en 1877 que:

”No se ha fundado una sola escuela en la campaña, ni ningún instituto de educción, excepto el colegio que hoy se proyecta fundar en la ciudad para educar apenas cincuenta niños internos gratuitamente. En cambio hay cerca de cien mil niños en al República que vegetan en al más espantosa ignorancia". (Decoud. “Cuestiones políticas y económicas”)

Lo mismo atestigua el argentino general Mansilla, que compartía los ideales liberales:

“Es un hecho comprobado que en el Paraguay, durante y después del Gobierno del doctor Francia, era raro encontrar quien no supiera leer y escribir. En toda villa o aldea, los tres edificios que primero se construían por el Estado, y estaban frente a la plaza, eran la iglesia, la comandancia militar y la escuela”. (Mansilla, Lucio V. “Entre-Nos. t.II.p.3, pie de página)

A los testimonios (o confesiones) dadas por estos “liberales”, podemos agregar el testimonio de un “representante del pueblo bárbaro del Paraguay”, el teniente Manuel Frutos, uno de los pocos sobrevivientes de aquel genocidio, que en 1914 evocaba aquella guerra de esta forma:

“Fuimos muy ricos, señor; nadábamos en la abundancia, éramos felices. Mi pueblo natal, Tbytimí, hoy pobre villorrio, tenía entonces veinticuatro esuelas y en el presente apenas tiene una. Con esto le digo todo…No había ciudadano que no tuviera su casa, sus útiles de labranza y extensos sembrados. No conocíamos el hambre. Éramos una raza bien alimentada, sana y fuerte. Éramos alegres y dichosos…a pesar de lo que llaman nuestra tiranía, gobierno patriarcal, ejercido por verdaderos patriotas, que solo deseaban al prosperidad de su país…Pero vino la guerra y todo lo perdimos. Peleamos desesperadamente, porque todos teníamos algo que perder y porque amábamos nuestra tierra con locura...”


Vencedores y vencidos

La afiebrada mentalidad enferma de Mitre, lo llevaría a declarar “Ni vencedores ni vencidos”, siendo claro que hubo vencidos y vencedores: los vencidos fueron Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, y los vencedores los ingleses.

Paraguay salvo su honor y su gloria, pero sufrió el genocidio de 50% de la población total, y la muerte del 99,4 % de su población masculina mayores de 10 años. También perdió gran parte de territorio a manos de los aliados, y el resto fue entregado a propietarios extranjeros.

Brasil, Argentina y Uruguay, además de una importante pérdida de vidas, perdieron hasta la vergüenza, quedando además endeudados y sometidos al capital inglés hasta nuestros días.

El 29 de septiembre de 1868, en un banquete que la masonería le ofrece a Sarmiento y Mitre, éste, agitando un instrumento masónico “¿Qué es Sarmiento? un pobre hombre como yo, un instrumento como este...” (Mitre. Discurso masónico. Arengas Selectas. p.83). “¿Que somos ahora? No somos sino agentes serviles y pagados a módico precio de las plazas extranjeras” (Vicente F. López en la Cámara de Diputados. Diario de sesiones 1873.p.261)

Los ingleses, sin perder un solo hombre y sin ningún sacrificio, “mataron un mal ejemplo” (Paraguay) e hicieron un gran negocio.

“Los Aliados fueron a liberar a los guaraníes de su tirano, y a abrir de par en par las puertas de la civilización moderna, en forma de concesiones, financiación, inversiones extranjeras, y otras emanaciones de las bolsas de Berlín, Londres, Nueva York y Buenos Aires. Las bendiciones del laissez faire reemplazaron a los males del paternalismo, y, como de costumbre, el campesino se convirtió en peón explotado y sin tierra.” (Pelham Horton Box. Los orígenes de la Guerra de la triple Alianza. Traducido por Pablo Ynsfrán. Edic.Nizza Bs.As.1958)

Por su parte Avellaneda dirá que “La guerra más expectable que ha presentado la América del Sur después de las de su independencia, tendrá en breve su último episodio (….) para ofrecerse al comercio, a la habitación y a la industria de todos los hombres” (Avellaneda. Mensaje en el Congreso Nacional. 1876) ¿Con que derecho ofrece Avellaneda el patrimonio Paraguayo a “todos los hombres”?

“Cuando nuestros guerreros vuelvan de su larga y gloriosa campaña…podrá el comercio ver inscritas en sus banderas los grandes principios que los apóstoles del libre cambio han proclamado para mayor gloria y felicidad de los hombres” (Mitre 1869. Arengas I)

Evidentemente los guerreros son nuestros, pero el comercio, los apóstoles y los hombres felices, son de Gran Bretaña.

Bibliografía:

- Castagnino L. Guerra del Paraguay. La Tripe Alianza contra los paises del Plata
(JMR) José Maria Rosa: Historia Argentina.
(AGM) Atilio García Mellid. Proceso a los falsificadores de la historia del Paraguay. Teoría.
(AGNA) Archivo general de la Nacion Argentina.
(M.R.E.P.) Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay.
(ANA) Anchivo Nacional de Asunción.
Julio José Chiavenatto: “Genocidio Americano, A guerra do Paraguai.-Sao Paulo
Adolfo Saldías. Historia de la Confederación Argentina.
Carlos D´Amico. Bs.As., sus hombres su naturaleza, sus costumbres. México 1890
Norberto Galasso. De la banca Baring al FMI
J.Sulé: “Los heterodoxos del 80”
Alcibíades Lappas: “La masonería Argentina a través de sus hombres”.(Bs.As.1966)

Otras fuentes:

Revista del Museo Histórico Sarmiento
Revista de la Biblioteca Nacional
D.F. Sarmiento, "La Tribuna", El Nacional”
Peña, Milcíades, "La era de Mitre"
J. Pandá Cológeras. “Formaçao histórica do Brasil
Agustín Rivera Astengo: “Juarez Celman”.
Coronado, Misterios de San José.
Carlos Pereira. Francisco Solano López, y la guerra del Paraguay.
La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

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