miércoles, 29 de octubre de 2014

Sui Generis - Botas locas

EL JUICIO POR LOS CRIMENES DE LESA HUMANIDAD COMETIDOS EN EL CENTRO CLANDESTINO LA PERLA “En peligro de muerte permanente”

Por Marta Platía
Desde Córdoba
“Los sobrevivientes somos incómodos porque revivimos la culpa de otro. Fuimos culpables (en la dictadura) porque militábamos. Decían ‘se los llevaron, por algo será’. Y luego también fuimos culpables de que nos liberaran, por sobrevivir: ‘Si están acá, no habrán sido demasiado heroicos, algo habrán hecho para sobrevivir’. Con lo cual tácitamente se asume que el fusilamiento de los héroes es correcto. Yo les digo: sin nuestro activo compromiso, simplemente no existirían estos juicios. Sin nuestra memoria, el impulso de la Justicia no hubiera llegado tan lejos.” Estas palabras de Gustavo Contempomi, un arquitecto que logró salir con vida del campo de concentración La Perla luego de casi dos años de cautiverio, reabrieron tras la feria judicial el megajuicio por los crímenes cometidos en ese centro clandestino. Contempomi sabe lo que dice: es un sobreviviente doblemente incómodo, ya que no sólo da cuenta de lo que hicieron los represores sino que también ha denunciado a miembros del Poder Judicial que, por su acción u omisión, están sindicados como cómplices de la dictadura militar.
En este juicio ya declararon 102 testigos en 61 audiencias; y se juzga a 41 imputados, con Luciano Benjamín Menéndez a la cabeza.
Durante más de siete horas, el sobreviviente Gustavo Contempomi recorrió con su memoria los nombres, rostros y padecimientos de decenas de compañeros que fueron torturados y asesinados. Declaró por videoconferencia desde Barcelona. No lo dijo directamente, pero tiene sus muy buenas razones para no querer regresar: Contempomi junto a su ex esposa, Patricia Astelarra, y otra pareja de sobrevivientes, escribió y publicó un informe sobre lo padecido en La Perla apenas comenzó la democracia. Un informe que luego se editó como libro. Según el testigo, este texto le acarreó un hasta hoy oscuro proceso judicial que lo llevó a la prisión durante un año y medio más, en 1984, por una supuesta “asociación ilícita agravada”. Un “proceso armado” por el cual tanto él como su ex esposa han denunciado a funcionarios judiciales de connivencia con la dictadura: el juez Gustavo Becerra Ferrer, su entonces secretario Luis Rueda (hoy presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba) y el fiscal Antonio Cornejo.
Con horror, recordó a Elpidio Tejeda, “Texas”: un represor preparado para flagelar cuerpos en la Escuela de las Américas, y que varios sobrevivientes coincidieron en calificar como “una máquina de matar”. Contó: “Un día me llamó por la mañana, a los gritos. Fui absolutamente aterrorizado porque parecía furioso... Estaba en su cuarto de tortura. Las paredes llenas de sangre. Tenía varias botellas de Coca-Cola desculadas como para lastimar. Había un hombre con la cara contra la pared. Le hizo dar la vuelta para que yo lo reconociera. Yo lo conocía, pero hice de cuenta que no. Tenía el rostro completamente destrozado, ensangrentado... No recordábamos su nombre hasta hace un mes y medio... Ahora sabemos que se llamaba Carlos Alberto Vicente. Lo detuvieron con su mujer, Elsa Noemí Pablo de Vicente”. Contempomi remarcó cada nombre, y con eso dejó en claro que no ha parado de investigar, de intercambiar detalles y recuerdos con otros sobrevivientes.
“En 1976, en La Perla estábamos en peligro de muerte permanente. Padecíamos los gritos de los torturados y la presencia permanente del pozo... En la medida en que La Perla se llenaba, también se vaciaba. Nos pasó que de pronto algunos ya ni teníamos miedo al pozo sino a las nuevas posibles torturas, al dolor.” Habló de la reducción a la servidumbre a la que fueron sometidos los cautivos; y les negó a los abogados defensores de los imputados que haya habido colaboradores o colaboracionistas: “Ahí no hubo colaboración. Eso supone un acuerdo, tener la posibilidad de aceptar o no. Aquí hubo personas sometidas a la voluntad de los represores. Era un sistema pensado para destruir su humanidad”. Recordó a los que vio morir luego de las torturas, como a María Luz Mujica de Ruartes, o a una joven a la que llamaban “Pampita” y con quien se ensañaron “salvajemente: no sólo la picanearon y la golpearon por todo el cuerpo sino que la ataron a un auto y la arrastraron por los caminos. Se llamaba Inés Magdalena Duhalde o Hualde”, intentó precisar. Y la tortura a los pibes de los colegios Montserrat y Manuel Belgrano: Diego Hunziker, su hermana Claudia, Oscar Liñeira... Ninguno superaba los 17 años cuando los asesinaron.
En su butaca, Ernesto “el Nabo” Barreiro sonreía como siempre, tamborileando su cinismo entre los dedos de uñas obsesivamente cuidadas. Y el resto de los acusados: Héctor Pedro Vergez, Palito Romero o el Chubi López, entre otros, se cubrían la cara con las manos o con papeles cuando Contempomi los señalaba uno por uno por “su ferocidad para torturar, matar, vejar y violar, incluso a mujeres embarazadas, como a mi entonces esposa, Patricia Astelarra, que fue violada por el Cura Magaldi (Roberto Mañay): un ser símil Inquisición que se escudaba en rezos y una cruz mientras daba picana. Los represores, entonces, se indignaban y pedían la palabra: se sentían “afectados en su honorabilidad”, dijeron ante “ese tipo de acusaciones”.
Asesinos y violadores
Ya antes de que comenzara la feria judicial, una de las declaraciones más conmocionantes fue la de Gloria Di Rienzo: fue la primera sobreviviente que le pidió al juez que todos los imputados se retiraran de la sala mientras estuviese declarando. Di Rienzo, una hermosa mujer de pelo negro larguísimo, hizo uso de su derecho a dar su testimonio sin que quienes la violaron, la abusaron y torturaron estuviesen a sus espaldas. Contó que en el Departamento de Informaciones (“la D2”, o la Gestapo cordobesa), en el Cabildo histórico y a pasos de la Catedral que por entonces comandaba Raúl Francisco Primatesta, fue salvajemente violada por la patota que se encarnizó con ella: “Fueron cuatro días, pero en mi mente, en mi cuerpo, el tiempo no terminaba de pasar. Me desnudaron, me picanearon las encías, los dientes, los genitales; y una mujer me retorcía los pezones... Le decían Graciela”. Gloria se refiere a la torturadora Graciela “Cuca” Antón: la única mujer entre los represores en juicio, quien tiene por costumbre reírse casi todo el tiempo, de modo despectivo, mientras escucha los testimonios de las víctimas.
Gloria denunció que la golpearon entre varios hombres “a puñetazos simultáneos”, en un pasillo de la D2. “Como la picana hacía que mi cuerpo se arqueara, se cayó la venda. Ahí, no sé cómo, me senté y los miré. Uno por uno. Todavía hoy tengo esas caras como si fueran una foto. Nunca me las olvidé. Después empezaron a violarme todos... Como yo apretaba las piernas, me tiraron agua caliente para que las abriera... Hasta ahora tengo las marcas de las uñas de ellos por la fuerza que hice con los muslos para no abrirlos.”
Furiosos por su resistencia, la arrojaron y golpearon contra las baldosas de un patio interno. “Me arrastraron del pelo a otra habitación, y uno al que le decían el Tío (Carlos Alberto Vega, alias ‘Vergara’) introdujo su mano completa en mi vagina y me levantó en el aire... El dolor, el desgarro fue terrible.” El calvario continuó con “el submarino”: le sumergieron la cabeza en un tacho con agua hedionda. Fue entonces cuando Gloria Di Rienzo tuvo lo que ella definió como una experiencia de muerte: “De pronto, ahí sumergida, ya no pude más. Comencé a ver montañas azules... Eran las sierras de Córdoba. Hermosas como son de tarde... Me estaba muriendo ahogada”. Y siguió: “¿Saben? Se sentía en paz... Pero cuando recuperé la conciencia estaba de nuevo ahí: boca abajo, en un charco de agua y sangre”.
Las heridas y lesiones que tenía le desencadenaron una infección generalizada. La llevaron de urgencia al Policlínico Policial. “Yo estaba segura de que me iban a matar, había decidido que hicieran lo que quisieran, pero conmigo no se iban a llevar a nadie.” Cuando el fiscal Facundo Trotta le preguntó por el trato recibido en el hospital, Di Rienzo memoró: “El médico se acercó, me revisó... Le dije que me habían violado. Y él me contestó: ‘No, no te violaron porque vos ya no eras virgen’”. Días después dejaron entrar a la madre de Gloria. Al dolor del cuerpo, se sumaron los de los tabúes de entonces. “‘Hija, ¿qué te han hecho?’. ‘Me violaron, mamá’.” Y la súplica: “Por favor, que no se entere tu padre...”.
Soportó el encierro en la cárcel conocida como la UP 1 hasta marzo de 1980. No hubo cargos. Sólo por ser militante del PRT. Pero sus pesadillas no terminaron ahí: ya en democracia, en 1996, y con la excusa de un supuesto robo de vehículos, la policía del gobierno de Ramón Mestre, bajo el dominio de su entonces ministro de Asuntos Institucionales, Oscar Aguad, allanó su casa. Era, aún, la patota del D2: “Fue una tarde. Cuando llegué con mis hijos, me los encontré adentro. Eran ellos otra vez. Me pasaban cerca y me cantaban al oído, burlándose: ‘Somos los mismos’.” Según los nombró Gloria, eran “Dómine, Nieto y (el Tucán) Yanicelli”.
De hecho, en el juicio que se les hizo al dictador Jorge Rafael Videla y a Luciano Benjamín Menéndez en 2010, el querellante Miguel Hugo Vaca Narvaja solicitó que se citara al senador nacional Oscar Aguad, ya que fue él quien nombró en la cúpula de la policía cordobesa –entre otros– a Carlos “el Tucán” Yanicelli: uno de los más feroces represores del terrorismo de Estado en Córdoba. En ese momento no se hizo lugar al pedido. Ahora, las designaciones hechas por Aguad vuelven a salir a la luz en este juicio en las denuncias de los testigos.
Hacia el final de su testimonio, y cuando parecía que ya estaba todo dicho, Gloria Di Rienzo estalló en una reacción inesperada: “¡Mire, señor juez, hay detalles que nunca, nunca, jamás voy a decir! ¡No los voy a describir porque han avasallado mi dignidad de una manera terrible! ¡Aquí, en esta sala están mis hijos, mi esposo, y no los voy a decir por nada del mundo!”. Mientras el juez, sorprendido, echaba su cuerpo para atrás en su sillón, Gloria se rehízo. “No es un capricho... Hay jurisprudencia internacional que me ampara.” Y la pregunta, la conmoción que quedó flotando en el espíritu –y la golpeada razón– de los presentes en la audiencia: ¿qué más?, ¿qué otros dolores?, ¿qué insoportables vejaciones padeció Gloria, si lo ya relatado alcanzaba cumbres intolerables?

OPINION Un frente enfrentado

Por Luis Bruschtein
La idea de democracia es paralela a la de convivencia. Y la política en democracia es una agregación de ideas e individualidades en partidos, movimientos o frentes que van conformando colectivos sobre la base de grandes lineamientos comunes. Lo sectario tiene resonancias menos democráticas. Por eso siempre los procesos de confluencia tienen una connotación atractiva. De alguna manera, al plantear las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, la reforma política trató de impedir la dispersión y multiplicación de las ofertas electorales en una época en la que se presentaban varias listas de izquierda, cuatro o cinco radicales, más otras tantas peronistas y otra cantidad de variantes.
En ese contexto, el proceso que lanzó el frente UNEN tuvo ese plus atractivo. Con los antecedentes más bien pobres en el plano de las alianzas políticas, UNEN tiene que hacer un delicado equilibrio entre las críticas mutuas, lógicas y necesarias para justificar una interna con varias listas, y el riesgo de que las críticas se vayan de caja y más que un frente surjan como la imagen de un rejunte.
Los primeros debates públicos que arriesgaron los miembros de cada lista fueron excesivamente cuidadosos. Cuando los debates se dan de esa manera, los candidatos tienden a parecerse. Por eso, algunos asesores de imagen aconsejan la carnicería: exagerar las críticas, los énfasis y los ataques de indignación, aunque en la elección siguiente se abracen los cuchilleros de ambos bandos. La que mejor representa este estilo es Elisa Carrió.
Pero esa manera de atacar a todo lo que no se le parece va a contrapelo de propuestas frentistas como la de UNEN, no por fragilidad de la alianza sino porque termina por ofrecer la imagen opuesta a la que pretende. Lo que se quiere ganar con la idea de confluencia tolerante se pierde con la de rejunte.
El que usa, por ejemplo, el desprecio como principal argumento contra sus principales adversarios es también despreciativo con los que tiene alrededor. Y al que usa el ataque violento, al punto de disparar en forma arbitraria y permanente palabras del calibre de “traidor” o “canallas” o “delincuentes”, le pasa lo mismo. Son dos soportes de discursos que no tienen retorno. Es difícil aliarse con alguien a quien se ha despreciado en público o a quien se ha atacado en forma violenta. Son alianzas difíciles que, cuando se realizan, no hablan bien de sus protagonistas, porque dejan en el aire un sabor a mentira o actuación. La mentira o la actuación fueron cuando se usaron esos argumentos, o después, cuando se olvidaron para hacer la alianza.
Fiel a su estilo, en el programa de Mariano Grondona, Carrió fue muy dura con Alfonso Prat-Gay y con los radicales, o sea con aquellos competidores internos que alguna vez estuvieron con ella. Y también fue muy dura con Martín Lousteau, que fue el impulsor de la resolución 125 cuando era ministro de Economía del gobierno kirchnerista. Su compañero de lista, Pino Solanas, es un hombre que supuestamente estaba en las antípodas ideológicas de Carrió. Pese a provenir del peronismo, ha sido un enemigo declarado de lo que calificaba como el bipartidismo del PJ y la UCR.
A Solanas, esa alianza le valió la ruptura de su pequeña agrupación. Dejó de ser creíble para una parte de sus simpatizantes de izquierda y, con un discurso más tipo Carrió, busca ser creíble para los de centro y centroderecha que pueden seguir a la chaqueña. En la dupla, es ella la que lleva la voz cantante.
Tampoco quedan elegantemente parados Prat-Gay, los radicales y Lousteau. “¡Qué bien me siento de poder decir toda la verdad!”, exclamó Carrió con un gesto de satisfacción después de crucificar a sus competidores aliados de UNEN. Con las encuestas en la mano, Carrió habló desde un lugar de fuerza y logró presentar a los demás como un rejunte que trata de beneficiarse de los votos que ella pueda traccionar. Habrá que esperar hasta el 11 de agosto primero, y al 27 de octubre después, para ver si su apuesta fue ganadora.

› JUSTICIA, SALUD Y DEFENSA CONTROLARAN LA ATENCION MEDICA DE LOS REPRESORES Una comisión para evitar otra fuga

Por Ailín Bullentini
Los ministerios de Justicia, Defensa y Salud acordaron ayer conformar una comisión de médicos para revisar los antecedentes de salud de los imputados, procesados o condenados por delitos de lesa humanidad, que ya no podrán ser trasladados para su atención a hospitales de las Fuerzas Armadas. La medida, que formalizaron los ministros de Defensa, Agustín Rossi; de Salud, Juan Manzur; y de Justicia, Julio Alak, llega tras la fuga de los represores Jorge Olivera y Gustavo De Marchi, recientemente condenados por violaciones a los derechos humanos, que escaparon la semana pasada del Hospital Militar Cosme Argerich.
En el marco del acto que se desarrolló en la sede de Defensa, los ministros del Gabinete nacional formalizaron la puesta en práctica de una “orden de la Presidenta”, Cristina Fernández de Kirchner, según mencionó Rossi: “Tenemos la directiva de la Presidenta de conformar una comisión para que evalúe el estado de salud de cada uno de los internos asistidos en centros de salud militares”, destacó el titular de Defensa.
La iniciativa se había comunicado el viernes pasado, a las pocas horas de que el Estado confirmara la fuga de Olivera y De Marchi, condenados a principios de mes en San Juan y trasladados al penal de Marcos Paz para asistir a citas médicas en el Hospital Militar Central. “La medida apunta a verificar si realmente existen causales para requerir una atención determinada que, en caso de necesitarla, se prestará en el Hospital Central del Servicio Penitenciario de Ezeiza, que tiene servicios médicos de mediana y alta complejidad suficientes para poder albergar a civiles y militares que están imputados por delitos de lesa humanidad”, amplió Rossi.
A través del convenio firmado, ayer quedó conformada la Comisión de Asesoramiento Médico que, integrada por profesionales de la salud representantes de cada cartera –Pablo Kohan, de Justicia; Eduardo Bustos Villar, de Salud; y Mario Perichón, de Defensa–, tendrá la función expresa de revisar “los antecedentes médicos respecto de las internaciones o tratamientos ambulatorios en dependencias hospitalarias bajo la órbita de las Fuerzas Armadas de imputados, procesados o condenados en causas que se investigue o haya determinado la responsabilidad penal en delitos de lesa humanidad”. Además evaluará las condiciones de tratamiento “adecuadas” de estas personas, “a los fines de determinar el alta o el traslado”.
Según menciona el documento al que suscribieron las tres carteras, los informes elaborados por la comisión deberán ser entregados “en el plazo de 30 días” a los ministros “para su evaluación y eventual remisión a las autoridades judiciales”. En el convenio, no obstante, figura la posibilidad de ampliar el plazo de acción de los médicos asesores.
La comisión no intervendrá en la labor de la Justicia, que es la que otorga o deniega el permiso pertinente para que un procesado o un condenado reciba tratamiento médico. Su rol es el de “aconsejar” a los jueces acerca del tipo de tratamiento y del lugar en el que debería ser recibido por las personas sometidas a un proceso judicial, puntualizaron desde la cartera de Defensa. Varios abogados dedicados a causas de derechos humanos coincidieron en que existe un “doble estándar” en el tratamiento que la Justicia brinda a los represores con prisión preventiva o condenados respecto del común de la población carcelaria. “La mayoría de los presos no tiene otra alternativa más que hacerse atender por el sistema hospitalario del Servicio Penitenciario, mientras que los militares cuentan con el círculo de instituciones castrenses. Pero hay jueces que firman permisos de traslado a esos hospitales por fechas indefinidas, e incluso para hacerse controles odontológicos, por ejemplo. “¿De qué preso común la Justicia se preocupa por cuidar su salud dental?”, reflexionó ante este diario uno de los abogados.
La labor de la comisión complementará las medidas dictadas por Rossi y Alak el viernes pasado. Desde Justicia se firmó una resolución que prohíbe el traslado de los condenados por delitos de lesa humanidad a hospitales que dependan de las Fuerzas Armadas. Desde Defensa se prohibió a las dependencias sanitarias que dependen de la cartera brindar atención a los represores. “Queremos analizar la situación de aquellos militares condenados o procesados que por decisión de la Justicia se encuentran atendidos en los hospitales militares –remarcó Rossi en diálogo con Página/12–. Nuestra idea es que reciban el mismo tratamiento que los presos comunes, sin privilegios, en hospitales penitenciarios.”

DIALOGO CON DIEGO DOMINELLI, AUTOR DE PERON Y AEROLINEAS ARGENTINAS “El modelo se propone conectar el país”

En esta entrevista con Página/12, Diego Dominelli, autor del libro Perón y Aerolíneas Argentinas. El regreso definitivo (Ediciones Continente, 2013), cuenta lo que sucedió en el avión que trajo a Juan Domingo Perón de Madrid a la Argentina el 20 de junio de 1973. Por otro lado, defiende la reestatización de Aerolíneas, como un modelo que se propone “conectar el país”, y sostiene que a partir de 2008 el Estado “recuperó bienes” que había perdido. Cuestiona el modelo privado y neoliberal que prevaleció desde la década del ’90, basado en “maximizar ganancias y minimizar costos” y que “se llevó muchas víctimas”. “Si Aerolíneas quebraba, el país se habría desconectado”, advierte el especialista.

–¿Qué función cumplió Aerolíneas Argentinas en el regreso de Perón al país tras 18 años de exilio?

–El avión de Aerolíneas tuvo la función específica de traer a Perón a la Argentina. Esto es, de poner un avión a disposición del presidente, porque la flota presidencial no tenía aviones que podían llegar a Europa. Sólo existían aviones para ir por la región. El Boeing 707 fue el primer avión que tuvo esa función presidencial.

–¿Por qué el avión aterrizó en Morón y no en Ezeiza?

–En Ezeiza comienza la masacre en manos de la derecha peronista. A través de la investigación que realizo en el libro, me entero de que en la base de Aerolíneas, en donde estaba el lugar por donde tenía que carretear el avión que transportaba al entonces presidente Héctor Cámpora, a Perón y a parte del gabinete, había dos Torino blancos. Un trabajador (Elio Bottos) ve que los baúles de esos autos estaban repletos de armas. La gravedad del hecho es que esa zona es absolutamente restringida. Cuando empiezan los tiros, dos policías que estaban apostados desde la mañana dicen: “Hay tiros con los zurdos, vamos que esto está en manos de nadie”. La decisión de aterrizar en Morón la toma el vicepresidente Vicente Solano Lima, que no les cuenta la verdad de la masacre a los pilotos para que se preserve la seguridad de los tripulantes.

–Y entonces se decide aterrizar en Morón...

–El técnico de vuelo (Teobaldo Altamiranda) me cuenta que cuando estaban llegando a la Argentina se acercan dos aviones de la Fuerza Aérea. Los dos pilotos, Fernando Cebral y Konnan Jorge Doyle, me lo confirman. Cuando se decide que iban a ir a Morón, desde el control de tránsito les dicen a los pilotos que antes de ir a la base militar de Morón tienen que hacer una espera cerca de Quilmes. Cuando reciben la orden, escuchan por los auriculares la presencia de tres aviones de guerra. Como nadie les había informado de aviones militares de escolta, prefieren mantenerse en silencio con la radio y deciden ir directamente a Morón. Nadie sabía si los aviones estaban de escolta o si los iban a derribar, y como los pilotos, que en 1955 defendieron el gobierno peronista, habían formado parte de la interna de las Fuerzas Armadas, sospecharon de esos aviones; pero nada más se supo.

–¿Cómo analiza la renacionalización de Aerolíneas?

–Lo más importante fue tener al país conectado. Somos el octavo país más extenso de la Tierra. Si Aerolíneas Argentinas hubiera quebrado, el país se habría desconectado. Aerolíneas vuela entre 15 y 20 destinos que son no rentables, a provincias como Catamarca o La Rioja. No hay otra empresa que vuele a esos destinos. Hay un vuelo diario y lo hace con la cantidad de pasajes que haya vendido, sean pocos o muchos. Si Aerolíneas no vuela, no lo hace ninguna empresa. Antes de 2008, a Tierra del Fuego no llegaban los aviones. Si Aerolíneas quebraba, la posibilidad de mantenerse conectado dependía de la conveniencia de las empresas de Brasil o Chile, que a la manera de empresas privadas, que fueron parte del modelo neoliberal, no vuelan a destinos no rentables. El modelo de los ’90 se llevó la mayor cantidad de víctimas en transporte aéreo.

–¿Cuáles son las características del modelo aerocomercial privado?

–Modelo privado, pero también neoliberal. Porque hay empresas privadas en el mundo que vuelan bien. El modelo neoliberal de los ’90, que incluía a Aerolíneas, pero también a la empresa Austral, se basaba en maximizar la mayor cantidad de ganancias, porque si el transporte aéreo no está subsidiado, es muy difícil que gane dinero. Se maximizan las ganancias y se minimizan los costos operativos, extendiendo la cantidad de horas que tienen sus tripulantes, pilotos, comisarios, recortándoles vacaciones y recortando entrenamiento, en vez de mandarlos al simulador de vuelos dos veces por año, los mandaban uno. En el área técnica se estiraban los períodos de chequeos o recorridas.

–¿Y del modelo estatal?

–El modelo se propone conectar el país, luego conectar la región para después conectar todo el mundo. Esos tres objetivos se están cumpliendo. El modelo estatal no tiene como fin único la rentabilidad económico-financiera sino que tiene como fin la integración económico-social del país. Estudios reflejan que, por cada dólar que se invierte en aviación, se generan 15 o 20 en turismo. Se invierte en aviación para generar una ganancia indirecta que le llega al sector privado a través de una empresa aérea. Con la reestatización de Aerolíneas, el Estado recuperó bienes. Aerolíneas tenía simuladores de vuelo y aviones propios. Cuando se privatiza, todo eso se perdió. El Estado dejó de tener determinada cantidad de bienes muebles, que ahora está empezando a tener nuevamente.

–¿Como cuáles?

–Como, por ejemplo, el centro de simuladores que se inauguró este año. Se volvió a una unidad de negocio que históricamente Aerolíneas tuvo y que cuando vinieron las manos privadas se eliminó. Al recuperar Aerolíneas, también se recuperaron derechos y servicios, como el uso de mangas en Aeroparque o la Terminal C de Ezeiza. Se volvió a estar en el ámbito del cual se había dejado de estar. En términos aeronáuticos, es como si hubiéramos estado fuera del Mercosur por muchos años.

Debate y presentación

El libro Perón y Aerolíneas Argentinas. El regreso definitivo será presentado mañana, a las 19, en la Librería Hernández, Av. Corrientes 1436. Como parte de la presentación debatirán Diego Dominelli, autor del libro; Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas; Teobaldo Altamiranda, técnico del vuelo que trajo a Perón de regreso a la Argentina, y el escritor Hernán Brienza.
Entrevista: Federico Funes.

EN UNEN IRAN TODOS, SOLO CAMBIARIA EL ORDEN En la Ciudad no hay PASO

Por Werner Pertot
Las listas de UNEN son las únicas en la Ciudad de Buenos Aires que aprovecharon las PASO para presentar opciones distintivas y potenciarse en una interna abierta. Como la boleta de legisladores porteños no pasa por una primaria, dado que no hubo reforma política en territorio porteño, la conformación de esa lista amenazaba con ser un conflicto entre todos los sectores. Finalmente, acordaron que se resolvería en base a los números que se definan en las PASO. Siguiendo el escenario más probable en las encuestas, en UNEN estiman que la cabeza de lista será Gustavo Vera, seguido por el socialista Hernán Arce y por la lilita Paula Oliveto Lago. Proyecto Sur, en tanto, pone en juego cuatro bancas y lograría que entren dos legisladores de su espacio. El bloque podría quedar reducido a la mitad, aun con un buen resultado electoral.
El acuerdo al que llegaron las listas de UNEN es que las listas de diputados se distribuirán con el sistema D’Hondt, con un piso del 22 por ciento. Allí compiten como cabeza de lista Elisa Carrió (Coalición Sur), Ricardo Gil Lavedra (Juntos), Martín Lousteau (Sumá +) y Leandro Illia (Presidente Illia). En base a los resultados de la primaria nacional, se distribuirán los candidatos en la lista de legisladores porteños. El escenario puede variar notablemente si la lista de Terragno alcanza el piso o no, pero el caso más probable que consideran en distintos sectores de UNEN, según las encuestas actuales, es el que sigue para la lista de legisladores porteños:
  1. Gustavo Vera. El referente de la ONG La Alameda, que combate el trabajo esclavo y la trata de personas, será la cabeza de la lista, más allá del resultado de las PASO. Se trata de un dirigente que tiene cercanía con el papa Jorge Bergoglio, también conocido como Francisco.
  2. Hernán Arce. Hombre del socialista Roy Cortina, vicepresidente del Partido Socialista porteño y dirigente de la agrupación universitaria Nuevo Derecho, que conduce el centro de estudiantes de la Facultad de Derecho de la UBA. Con él, volverá a haber diputados socialistas en la Legislatura porteña, luego de la salida de Julián D’Angelo y Verónica Gómez.
  3. Paula Oliveto Lago. Auditora porteña y referente de la Coalición Cívica-ARI. Muy cercana a Elisa Carrió. Es abogada y cursó una especialización en administración financiera del Estado. A pesar de los años que lleva en la CC-ARI, nunca fue legisladora.
  4. Javier Gentilini. Dirigente de Proyecto Sur y uno de los más fervientes impulsores del acuerdo de Pino Solanas con Carrió. Hombre de Solanas a ultranza, es además el titular del Centro Cultural Las Juanas.
  5. Adrián Camps. Dirigente del Partido Socialista Auténtico, que se mantuvo en el Movimiento Proyecto Sur luego del acuerdo con Carrió, a diferencia de Jorge Selser, que abandonó ese espacio y será candidato en la lista de Camino Popular, el frente que encabezan Claudio Lozano e Itai Hagman.
Este orden responde a uno de los escenarios posibles y podría alterarse si hay cambios significativos en las encuestas. Dentro del mismo escenario, el sexto y el séptimo lugar serán para la Coalición Cívica, al igual que el puesto diez. No está definido quiénes ocuparán esos lugares en la lista. Por lo que se comenta en la CC-ARI, es casi seguro que la legisladora Rocío Sánchez Andía no será de la partida.
Los puestos ocho, once y doce en la lista serían para Proyecto Sur. Sobre quién ocupará el octavo –último puesto expectante para los partidarios de Pino Solanas– diversas fuentes señalan que hay una disputa entre el jefe de bloque de Proyecto Sur, Julio Raffo, que quiere en ese lugar a su esposa, Anahí Cordero, y la socióloga Alcira Argumedo, que considera que en ese puesto debe ir su hijo Juan Pablo “Pali” Ollson.
En cualquier caso, Proyecto Sur pondrá en juego cuatro bancas de la Legislatura este año. Dos las perdieron cuando se marcharon Selser y Rafael Gentili, que plantea competirles desde una boleta corta de legisladores. Adrián Camps será reelecto, pero en Perú 160 se comenta que dejaría el bloque una vez que termine la elección. Las otras dos serán para Gentilini y para quien ocupe finalmente el octavo puesto. En este escenario –por el momento, muy provisorio– los partidarios de Solanas pasarían de tener un bloque de seis a uno de cuatro, o inclusive de tres, aun si obtienen un 30 por ciento en las elecciones nacionales.

WASHINGTON RECIBIO A LOS NEGOCIADORES LIVNI Y EREKAT EN UN CLIMA DE ESCEPTICISMO Israelíes y palestinos, a conversar

Por Rupert Cornwell y Alistair Dawber *
Desde Washington y Jerusalén
Cuando las primeras conversaciones directas en tres años entre israelíes y palestinos comenzaron en Washington ayer, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, instó a los israelíes y palestinos a llegar a un compromiso razonable y a nombrar a un enviado nuevo para supervisar este último esfuerzo por producir una solución a un conflicto que tiene más de seis décadas en Medio Oriente.
El intento de paz comenzó en una cena de trabajo en la casa de Kerry anoche en Washington, donde asistieron delegaciones de alto nivel conducidas por la ministra de Justicia israelí, Tzipi Livni, y el veterano negociador palestino Saeb Erekat. Las conversaciones, que durarán hasta nueve meses, tratarán temas de procedimiento y continuarán mañana, y están dirigidas a pavimentar el camino para las negociaciones más sustanciosas más adelante este año. El hombre que conducirá estas negociaciones es Martin Indyk, el ex embajador estadounidense en Israel, que estuvo muy involucrado en el intento del presidente Bill Clinton de cerrar un trato palestino/israelí en 2000. Pero esta tarea será sobrecogedora.
Este es un proceso difícil. Si fuera fácil habría sucedido hace mucho tiempo, dijo Kerry anoche. Hablando en Nueva York antes de partir para Washington, Livni dijo que las conversaciones serían duras y problemáticas. Esas palabras fueron subrayadas ayer por el sombrío humor entre los palestinos en las calles de Jerusalén, la ciudad reclamada por ambos lados como su capital. “No hay ninguna oportunidad de paz”, dijo Nahar, un palestino de mediana edad, ilustrando la desconfianza. “Hemos estado en este proceso durante años y no ha conducido a nada. Lo que los israelíes quieren hacer es negociar sobre negociar. ¿Por qué habría paz ahora?”
En la ciudad de Ramalá, en Cisjordania, hogar de la gobernante Autoridad Palestina, los funcionarios compartían esas dudas. Un funcionario anónimo palestino dijo al diario Maariv que las posibilidades de lograr una paz duradera eran pequeñas. “Nos gustaría pensar que habrá un adelanto importante, pero es improbable que un gobierno de derecha actualmente en el poder en Israel pueda llegar a acuerdos en temas tales como las fronteras de 1967 o el derecho a regresar. No soy optimista.” La principal preocupación palestina es la creencia de que no puede tener lugar ninguna significativa negociación mientras Israel continúe construyendo asentamientos en el territorio cisjordano, que constituirá el futuro Estado palestino.
Israel ha construido más de 100 asentamientos en Cisjordania desde que ocupó el territorio en 1967. Esos asentamientos, que son ilegales ante la ley internacional, albergan alrededor de 500.000 colonos judíos y son mayormente inaccesibles para los palestinos. Los palestinos dicen que la continuada construcción de asentamientos hará que cualquier estado futuro sea inviable y demostrará que Israel no es serio sobre la paz. El gobierno israelí niega que los asentamientos sean un obstáculo para la paz y ha pedido negociaciones sin precondiciones. Israel ha hecho de la seguridad un tema obligatorio en cualquier conversación con una exigencia que los palestinos reconozcan a Israel como un Estado judío.
El escepticismo en los territorios ocupados sobre este último intento de un tratado de paz es similar en Israel. La decisión del domingo del gabinete israelí de liberar a 104 prisioneros –considerados en Cisjordania y Gaza como héroes nacionales y en Israel como terroristas responsables por la mutilación y muerte de cientos– hizo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, blanco de críticas.
A pesar de decir que este gobierno no aceptaría precondiciones antes de cualquier conversación, Netanyahu lideró una campaña durante el fin de semana para que el gabinete acordara liberar a los prisioneros como una manera de incentivar al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. “Como siempre el gobierno eligió la peor acción”, escribió Shalom Yerushalmi en Maariv. Dijo que en lugar de enfrentar una confrontación con los de derecha en su coalición sobre el congelamiento de los asentamientos, Netanyahu decidió en cambio liberar a los asesinos de gente inocente. De la misma manera, el ex ministro de Defensa, Shaul Mofaz, le dijo a Radio Ejército Israelí que la liberación de los prisioneros no estaba justificada: “Creo que deberíamos liberar a los prisioneros sólo cuando no queda otra elección. Teníamos una opción. Creo que el precio que estamos pagando es excesivo y establece un mal precedente para el futuro”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

ENTREVISTA A MARIO RAPOPORT SOBRE SU NUEVO LIBRO, UNA BIOGRAFIA DE FELIX WEIL La historia del bolchevique de salón

“Quién iba a imaginar que la renta agraria argentina financiaría cuadros revolucionarios”, reflexiona Rapoport.

El investigador Mario Rapoport cuenta la historia del heredero de una de las familias que dominaban la exportación de cereales a principios del siglo XX en Argentina y, contra lo esperado, se convirtió en financista de la Escuela de Frankfurt.

Por Javier Lewkowicz

El hijo del presidente de una de las principales compañías cerealeras del país, descendiente de un multimillonario en la Argentina del Centenario, que, en lugar de continuar el imperio, levantar mansiones en la Recoleta, adquirir inagotables extensiones de tierra en la Pampa Húmeda o viajar a Europa con la vaca atada, decide con su dinero financiar un instituto de marxismo en Alemania para formar cuadros revolucionarios. Es la historia de Bolchevique de salón, el último libro de Mario Rapoport. Lo más curioso es que no se trata de una novela sino de una biografía dedicada a Félix Weil, el fundador argentino de la Escuela de Frankfurt.

La familia Weil llegó a la Argentina a fines del siglo XIX y comenzó un vertiginoso ascenso económico de la mano de la compañía cerealera fundada por Hermann Weil. Pero regresó a Alemania justo antes del inicio de la Primera Guerra, y Félix, su hijo, se forma en el marxismo y milita en los movimientos de izquierda, hasta que luego de la crisis de 1929 acelera su ascenso el nazismo. Hasta ese momento, Félix es el principal mecenas de un grupo de estudios en la Universidad de Frankfurt, que se convertiría en el prestigioso instituto. En 1931 Félix vuelve a la Argentina y colabora en la puesta en marcha del Impuesto a los Réditos (actual Impuesto a las Ganancias) y escribe su principal obra, El enigma argentino. El historiador Mario Rapoport investigó en profundidad la vida de Félix y de su padre y dialogó con Página/12 acerca de su primera biografía, en la cual aborda a través de estos personajes una parte central de la historia del siglo XX.

–Los primeros pasos de la familia Weil en el país coinciden con la historia de la Argentina del Centenario. La descripción que hace de esos años es muy distinta del relato que firma la Sociedad Rural y parte de la clase política en la actualidad.

–Había mecanismos de especulación, de estafa a los agricultores, que terminaron en parte en el Grito de Alcorta, que no sólo iba dirigido a los terratenientes sino también a los comerciantes de granos. Los agricultores, que eran arrendatarios, no tenían cómo conseguir créditos, a diferencia de los canadienses, que sí eran propietarios y se manejaban en cooperativas. Entonces las cerealeras, junto a los acopiadores, ocuparon ese lugar de financiamiento a los agricultores. Félix Weil explica bien las maniobras de cartelización de las grandes empresas, que eran Dreyfus, Weil y Bunge y Born. Definitivamente del boom agrícola del Centenario no participaron los agricultores, sino que fue exclusivamente un período de bonanza para los terratenientes y las grandes compañías cerealeras.
–Da la sensación de que el crecimiento económico de la familia Weil es la fábula del capitalismo: el jefe de una familia humilde que consiguió en base a esfuerzo construir un imperio. ¿Fue así realmente?

–Fue talento y oportunidad. Hermann llega al país apenas antes de la crisis de 1890. Es un momento crucial, porque con la crisis en Gran Bretaña el flujo de capitales hacia la Argentina se cortó. La situación era crítica, pero también era una gran oportunidad. Hasta ese momento la Argentina tenía un comercio deficitario y ahí se produce la primera gran sustitución de importaciones. Se dejan de importar productos agrícolas, en particular trigo, y se produce el boom agroexportador. El comercio de granos quedó acaparado por este grupo de alemanes judíos, como Hermann Weil y Alfredo Hirsch, de Bunge y Born, ambos provenientes de Mannheim, una región de Alemania que tiene empresas cerealeras muy importantes. Y de golpe aparece el mercado argentino, con grandes cantidades de cereales que no se consumen en el país debido a las políticas locales de ajuste. Algo curioso es que la Argentina ingresa al boom en un contexto de baja de precios, pero es muy competitiva porque tiene costos muy bajos por la superexplotación del campesinado, al estilo Hong-Kong o China hoy.

–La familia Weil es de origen judío y estaba muy identificada con la Alemania de Guillermo II. Desde la Argentina y a pesar de la neutralidad durante la Primera Guerra Mundial, Hermann incluso operaba para el Kaiser.

–Sí, los alemanes le enviaron dinero para que Hermann acopiara cereales en la Argentina. También él conocía bien qué barcos iban desde aquí con alimento hacia Gran Bretaña, y los denunciaba a los alemanes para que los atacaran. El Kaiser consideraba que Hermann era como una especie de espía alemán. De hecho, Hermann aparecía en las listas negras británicas. En eso también estaba Bunge y Born, con Alfredo Hirsch. Los judíos alemanes estaban muy identificados con su país. Alemania era su patria, donde mejor los habían tratado y donde más habían progresado. Por eso tardaron mucho en darse cuenta de lo que iba a pasar con el nazismo.

–La familia se vuelve a Europa en la Primera Guerra y Félix empieza a estudiar a Marx. Interviene en la vida política de la Alemania de la primera posguerra, en donde crecía la derecha, pero también eran fuertes los grupos revolucionarios. ¿Cómo se ordena ese intenso período?

–En la guerra aparecen los sectores protofascistas y protonazis, una fuerte derecha, que ya existía, pero que ahí se refuerza. Esa derecha quiere continuar el conflicto armado y los soldados se sublevan, se produce una revolución espontánea en 1918, parecida a la rusa. El emperador renuncia y finalmente se crea la República de Weimar, con la socialdemocracia como primer partido político alemán. Ahí se desata en la izquierda una lucha muy fuerte entre distintos sectores, aparece el tema de la socialización de los medios de producción a partir de la propia evolución del capitalismo, la idea de Eduard Bernstein, de Joseph Schumpeter. En medio de toda esa situación, Félix se forma en la universidad. La economía de guerra alemana crea una especie de socialismo de guerra y este chico se da cuenta de que es posible manejar el Estado con esa lógica, algo que también plantea Keynes en algún artículo.

–Y empieza a militar.

–Sí, entra en asociaciones estudiantiles y empieza a militar. Tiene conocimientos marxistas y conoce a George Grosz –pintor alemán de la época expresionista– y se hace amigo de Clara Zetkin, otra vieja dirigente comunista. En eso organiza la semana marxista, con la idea de practicar un marxismo no dogmático, algo que ya se empezaba a vislumbrar en la Unión Soviética. En 1920, Weil vuelve a la Argentina, enviado por la Internacional Comunista, para hacer el primer estudio del movimiento argentino. Quería ver qué posibilidades había en la clase obrera argentina de transformarse en revolucionaria, aunque la conclusión fue negativa. En su vuelta a Alemania arma un instituto de marxismo, que se convertiría luego, con otra orientación teórica, en la Escuela de Frankfurt, de la mano de Max Horkheimer, que no era marxista ni le interesaba la economía.

–Con la crisis del ’30 y el ascenso de Hitler, Weil retorna a la Argentina en un viaje que luce opuesto al que había hecho una década atrás.

–Sí, es un personaje contradictorio, la vida es así. Félix en 1931 integra la comisión de expertos liderados por Federico Pinedo que asesora al gobierno conservador de Agustín P. Justo en la confección de la ley del impuesto a los réditos.

–¿Cuál es la originalidad de su libro El enigma argentino?

–En El enigma argentino Weil hace un análisis integral de la economía, la política y la sociedad argentina, como nadie lo había hecho hasta el momento. Se puede leer como pronorteamericano, pero también se tira en contra de los estancieros y a favor de la industrialización. En el libro él dice que Perón no era nazi, a diferencia del planteo del Partido Comunista en ese momento. También comete errores, es muy optimista con respecto al rol del capital norteamericano en el desarrollo argentino.

–Después de tantas horas de intimidad con este personaje, ¿le terminó tomando cariño?

–Sí, le tomé gran cariño a la familia Weil. Félix es un personaje de alguna manera desgraciado, al final de su vida muestra una gran depresión y ninguno de sus grandes objetivos, como la revolución bolchevique y la alemana, salen como hubiera querido. Vive 77 años y sólo 16 en la Argentina, pero se siente más argentino que alemán. El libro es como una novela en donde la realidad supera la ficción. ¿Quién se puede imaginar que la renta agraria argentina, en vez de ir a construir palacios y ser despilfarrada, se haya destinado a desarrollar una institución en Europa para formar cuadros revolucionarios?

28/10/14 Página|12

DESDE MAñANA, LOS BONISTAS PODRIAN RECLAMAR COBROS ANTICIPADOS DE DEUDA Más vueltas en el laberinto

A partir del viernes, grupos de acreedores que tengan al menos el 25 por ciento de una serie de títulos estarían en condiciones de demandar la “aceleración” de los pagos. El equipo económico lo considera improbable y avanza con Nación Fideicomisos.

Por Tomás Lukin

Mañana se cumple el plazo de gracia para que los tenedores de bonos reestructurados reciban los pagos de intereses correspondientes al vencimiento de los títulos Par del 30 de septiembre. Desde el equipo económico confirmaron a Página/12 que Nación Fideicomisos, el nuevo agente de pago de la deuda, está trabajando con distintos fondos de inversión que participaron del canje. Busca definir el mecanismo que permita transferirles sus acreencias. Sin embargo, a partir de pasado mañana existe la posibilidad –agitada desde el sector financiero– de que un grupo de bonistas consideren que los pasivos están en una situación en default y reclamen la “aceleración” de todo el capital adeudado. En esa situación hipotética, si se reúne la voluntad del 25 por ciento de los bonistas para un tipo particular de títulos Par, en lugar de esperar al vencimiento de esos papeles en 2038, sus propietarios estarían habilitados a reclamar en forma adelantada todos los vencimientos.

No se trata de un proceso automático e irreversible. Tampoco son claros los incentivos para avanzar por esa vía. El camino desembocaría en otra compleja discusión legal que, como mínimo, afectaría el valor de los bonos sin asegurar que sus propietarios cobren algo. El único efecto garantizado es la profundización de las tensiones financieras y políticas asociadas a la disputa con los buitres. Por eso, en el Palacio de Hacienda no descartan que los mismos fondos carroñeros favorecidos con la sentencia del juez Thomas Griesa intenten inducir ese escenario.

El artículo 4.1 del contrato de fideicomiso –el texto que rige el funcionamiento de los bonos– establece que existe un “evento de default” si Argentina incumple un pago de los bonos y no corrige la omisión dentro de los 30 días. En segundo lugar, el ítem 3.5 dispone que el país complete el pago cuando transfiere los fondos necesarios a la cuenta del fiduciario el día previo a la fecha prevista para el vencimiento.

A fines de junio, el Ministerio de Economía depositó 539 millones de dólares correspondientes a los vencimientos de los títulos Descuento en las cuentas del Bank of New York Mellon en el Banco Central. Con esa operación el país cumplió con sus obligaciones. Como enfatizan en el equipo de Axel Kicillof: “Argentina no está en default, sino que fueron las cuestionadas decisiones de Griesa las que bloquearon el cobro”. De hecho, ningún bonista intentó/logró reunir al 25 por ciento de los propietarios de esos papeles para cobrar anticipadamente todo lo adeudado por una serie.

Desde que se desplazó al BoNY como agente fiduciario y se depositó el último vencimiento en Nación Fideicomisos, la contundencia de ese argumento legal se debilitó. El nuevo responsable de pagar la deuda elegido para eludir el corset del tribunal e intentar canalizar los vencimientos no cumple, por esas mismas razones, con las condiciones establecidas en el contrato original.

Nación Fideicomisos mantiene intensas conversaciones con diferentes tenedores de los bonos reestructurados interesados en cobrar cuanto antes. De todas formas, a partir del 1º de noviembre, un 25 por ciento de los dueños de una serie de bonos Par –buitres o quien tenga en su poder cualquier tipo de papeles emitidos en la reestructuración– podría reclamar la aceleración por la existencia de un incumplimiento: Argentina no depositó en el fiduciario original. La misma atribución estaría disponible para el resto de los bonistas que consigan reunir el 25 por ciento de las voluntades de la serie de títulos que hayan comprado. El primer paso que tomarían es enviar una nota al Palacio de Hacienda reclamando el cobro anticipado.

En ese hipotético escenario, Argentina tiene, por lo menos, tres respuestas. La primera posibilidad consiste en depositar todo y cancelar definitivamente ese pasivo. Eso es improbable, no sólo por su magnitud potencial, sino por las decisiones tomadas hasta ahora por el Gobierno.

Un segundo escenario es rechazar legalmente, como sucedió, la existencia de un default. En ese caso la pelota vuelve a los tenedores. Deberían pedirle al BoNY que haga juicio de aceleración en su nombre. Para eso, los bonistas y el mismo banco que mantiene congelados sus pagos de junio tendrían que ponerse de acuerdo (si esa vía no prospera, los acreedores estarían habilitados a iniciar las demandas por su cuenta). Otra posibilidad es que el 50 por ciento de los tenedores de la serie que se pretende acelerar rechacen el pedido y desactiven la operación.

El escenario de aceleración, por supuesto, no es el deseado por el equipo económico. Pero aseguran que no existen incentivos materiales para que una parte del 92,4 por ciento de los acreedores que participaron del canje acelere la deuda y, por el contrario, las implicancias podrían afectar su posibilidad de cobrar. Sin embargo, como ya demostró el sistema judicial de Estados Unidos y el accionar carroñero, ninguna posibilidad puede ser descartada.


GRIESA NO EMBARGA LOS 539 MILLONES DE DOLARES QUE DEPOSITO EL GOBIERNO EN JUNIO, PERO TAMPOCO LOS LIBERA
Cientos de millones en la dimensión desconocida
El juez impidió a un grupo de holdouts italianos acceder a los fondos bloqueados en el Bank of New York. Argumentó que están protegidos por la ley de inmunidad soberana. Tampoco deja que el dinero llegue a los bonistas, con lo cual quedó en un limbo judicial.

Por Cristian Carrillo

“Se mira y no se toca”, continúa siendo el mensaje del juez neoyorquino Thomas Griesa sobre los fondos depositados por la Argentina en junio para pagar vencimientos de deuda reestructurada. El controvertido magistrado rechazó ayer el pedido de un grupo de tenedores italianos con deuda argentina defaulteada que pretendía acceder a una parte de los 539 millones de dólares depositados en el Bank of New York Mellon (BoNY) y que se mantienen trabados por Griesa. El juez consideró que la entrega de los fondos no está autorizada bajo la Ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera (FSIA, por su sigla en inglés) dado que el dinero no se encuentra físicamente en Estados Unidos, sino en cuentas de la entidad en el Banco Central argentino, tal como sucede con los pagos depositados en Nación Fideicomisos. Las titubeantes definiciones de Griesa en el litigio entre el país y los fondos buitre generaron una situación en la que el dinero se mantiene en una suerte de limbo financiero al que ni el Estado argentino, ni los bonistas, ni los holdouts, ni los buitres pueden acceder. El rechazo de Griesa convalida la posición argentina sobre el carácter inembargable de los fondos depositados en el BoNY, propiedad de los bonistas.

Luego de cuatro meses desde que el Gobierno depositara los fondos para el pago del vencimiento de capital e intereses del Discount, un título que se entregó en los canjes de deuda, el dinero sigue sin llegar a los tenedores del bono. La traba al cobro que impuso Griesa para presionar al país a aceptar una sentencia de imposible cumplimiento efectivo –legal y financiero– dejó una masa de dinero a la que fondos buitre y holdouts pretenden acceder. En este caso, se trató de un grupo de tenedores italianos con títulos públicos argentinos en cesación de pagos que presentó un escrito ante Griesa para que permita cobrarse los servicios de su deuda defaulteada de los 539 millones de dólares que –presumen– estarían en el BoNY.

El juez de Manhattan rechazó la moción de acceso a ese dinero bajo el argumento de que los fondos están fuera de Estados Unidos en las cuentas de BoNY Mellon Corp en el Banco Central. “Al tratar con lo que puede ser objeto de traspaso, la FSIA (ley de inmunidad soberana) simplemente no menciona bienes situados fuera de Estados Unidos”, justificó el octogenario juez. Este argumento en principio ampara al Estado nacional frente a un eventual reclamo similar que puedan hacer los fondos buitre.
El limbo

Desde que trabó los servicios de deuda al país, Griesa recibió distintos pedidos de parte de los tenedores de deuda y de los agentes fiduciarios para que libere los fondos. La falta de definiciones del juez de primera instancia obligó a que se apelara en la Cámara neoyorquina. La Corte de Apelaciones descartó el miércoles pasado una nueva solicitud de la Argentina, que fue acompañada, entre otros, por el hedge fund Fintech, que encabeza el magnate mexicano David Martínez, que buscaba destrabar los pagos correspondientes a los títulos regidos bajo la legislación de Inglaterra y Gales.

El panel compuesto por John Walker Jr. y José Cabranes tomó la decisión que mantiene el statu quo judicial sobre la deuda externa argentina. Esta decisión convalida una insólita situación, que las impracticables órdenes de Griesa apuntalan, en la que nadie puede acceder a los fondos. Griesa había exhortado al BoNY a que le devuelva los dólares al país, algo que no puede hacerse porque desde el momento en que el Estado abonó el compromiso el dinero ya es patrimonio de los bonistas. El BoNY mantiene el acatamiento sobre el sinsentido de la orden y los tenedores siguen intentando por la vía judicial acceder a su dinero. Por su parte, las cámaras compensadoras y bancos encargados de distribuir los pagos también buscan una salida. El rechazo de la Cámara de Apelaciones de la semana pasada evapora la posibilidad de que los tribunales norteamericanos puedan restringir el alcance de las decisiones del juez Griesa, quien se excedió en su jurisdicción al impedir el cobro a bonistas con legislación de otros países.

Los tenedores de esos títulos también aguardan que la Justicia británica responda las apelaciones que fueron presentadas en Londres por grandes fondos de inversión, como Quantum, de George Soros, e Hyman Capital, de Kyle Bass. El único reclamo que hasta el momento recibió una respuesta parcialmente favorable fue el encabezado por el Citibank. La sucursal local del holding está a cargo de pagar la parte de los títulos con legislación argentina en moneda extranjera en manos de acreedores extranjeros. En dos ocasiones autorizó “por única vez” a la entidad a cursar los pagos depositados por la Argentina. El argumento del Citi que le abrió la puerta a cumplir con su obligación de pagarles a los bonistas fue que no podía discriminar entre vencimientos de Discount a tenedores de deuda reestructurada y los que se entregaron a Repsol en compensación por la estatización de YPF. Griesa convocó al Citi a una nueva audiencia para el próximo 9 de diciembre, luego de que el banco pidiera que se habilite el pago de los intereses a bonistas reestructurados que vencen el 31 de diciembre.

29/10/14 Página|12

 

¿Se viene el derechaje? Por Diego Schurman

Gustavo Marangoni fue categórico.

–Si hubiera sido legislador no habría votado la estatización –sentenció.

El titular del Banco Provincia hablaba de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo.

–¿Por qué habría que estatizar? –subió la apuesta con una pregunta retórica.

Su postura fue doblemente desafiante ya que tomaba distancia de la política oficial y, a la vez, de la propia asociación de derechos humanos, estrechamente ligada al kirchnerismo.

El hombre de extrema confianza de Daniel Scioli dijo aquello que su jefe, acaso por pretender ser el candidato presidencial de FPV, no pudo pronunciar abiertamente. No es la primera vez que Marangoni hace gala de su transgresión. "El progresismo en la Argentina es muy berreta", les endilgó hace poco a los críticos del gobernador, entre ellos varios integrantes de Carta Abierta y el titular de la CTA, Hugo Yasky.

¿Qué fue lo que desencadenó su frase? La resistencia de muchos kirchneristas a respaldar a Scioli. Pero la "provocación" de Marangoni, en sendos reportajes al sitio La política online y al diario La Nación, fue un poco más allá.

Un entendimiento con los fondos buitre debía ser la bandera a cuadros de tan costosa carrera pero la resolución de la Corte norteamericana, dando luz verde a la inflexible postura del juez Thomas Griesa, terminó complicando el zurcido.

"¿Por qué hablo de progresismo berreta? Me parece que es muy consignista sobre la base de clichés y, básicamente, está empapado de un populismo de baja calidad", dijo al tiempo en que se definía como un verdadero liberal.

Lo de Marangoni destierra la idea instalada de que se sube por izquierda y se gobierna por derecha, de que en la campaña no se pueden expresar las medidas de corte antipopular que piensan aplicar de asumir el mando.

El titular del Banco Provincia, y aspirante a jefe de gobierno porteño, fue explícito en la necesidad de pagar a los fondos buitre y, en tono con el mundo empresario, reacio a la aplicación de la Ley de Abastecimiento.

El sciolismo no es la única corriente de dirigentes pragmáticos con guiños hacia la derecha. Prácticamente todos los espacios políticos que, de acuerdo a los sondeos, tienen chances reales de llegar a la Casa Rosada exhiben la misma característica.

No se trata de añejos "Che Guevaras" convertidos al neoliberalismo. Scioli ingresó a la política de la mano de Carlos Menem; Sergio Massa tiene un pasado explícito en la UCeDé, refugio del neoliberalismo noventista; y Mauricio Macri es, fue y será un creyente de las bondades del mercado como ordenador de la economía.

El recambio de presidente, obligado al no haber posibilidad constitucional de una re-reelección, viene de la mano de un discurso de derecha, donde el ajuste y la aspereza emergen como antídotos contra la inflación e inseguridad, acaso dos de los tópicos que más preocupan.

En ese mismo corrimiento, ya no de arengas sino de hechos, se encontraba el gobierno nacional cuando empezó a "hacer los deberes". Desde la devaluación hasta el acuerdo con Repsol, pasando por el cierre con el Club de París y el reconocimiento de la jurisdicción del CIADI, todo fue una señal hacia el poder económico.

Un entendimiento con los fondos buitre debía ser la bandera a cuadros de tan costosa carrera pero la resolución de la Corte norteamericana, dando luz verde a la inflexible postura del juez Thomas Griesa, terminó complicando el zurcido. 

Más allá de los alardes de soberanía, ¿Cristina Fernández terminará yendo al pie de los holdouts a partir del próximo año? Es una posibilidad cierta, y en ese caso coincidirá con los discursos de sciolistas, massistas y macristas de mejorarle las condiciones de pago a los buitres respecto a quienes entraron a los canjes de 2005 y 2010.

El giro oficial también se vislumbró en la manera de afrontar el conflicto social. Se arrió la bandera de la no criminalización de la protesta para izar otra de la represión selectiva. Sergio Berni es el estandarte de esta nueva etapa, plagada de etiquetas xenófobas. El secretario de Seguridad fue el más recurrente dentro del staff kirchnerista en asociar al extranjero con el delito. La doctrina Berni se impuso en el nuevo Código de Procesamiento Penal, que habilita la expulsión de los migrantes irregulares sorprendidos en flagrancia. Sólo Jorge Taiana, de todos los aspirantes oficialistas a la presidencia, se animó a marcar diferencias con el omnipresente médico militar. "En lo único que coincido con Berni es en que tenemos un problema de inseguridad. No creo que la forma de resolverla sea la adecuada. No me parece que haya que echarles la culpa a los inmigrantes", se mostró indulgente el legislador porteño.

La incidencia real de ese colectivo en el delito es menor. Según los datos elaborados por el propio Ministerio de Justicia de la Nación, los extranjeros presos representan apenas el 6% de la población encarcelada en todo el sistema penitenciario.

Las acciones de mano dura también abundan entre los candidatos mejor posicionados para suceder a Cristina. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, tuvo su momento de furia cuando un adolescente pintó un graffiti en una de las nuevas formaciones del Sarmiento. Macri lo demostró con la feroz represión de la Policía Metropolitana a los trabajadores del Borda y Scioli con la elección del "sheriff" Alejandro Granados para ministro de Seguridad. 

Granados, viejo adulador del carapintada Aldo Rico y Carlos "hay que meter bala a los delincuentes" Ruckauf, es el más permeable dentro del Gabinete bonaerense a la vuelta del servicio militar obligatorio para "encarrilar" a los jóvenes. Massa ve en el endurecimiento de las penas la solución a la inseguridad y en Rudolph Giuliani, impulsor de la "tolerancia cero" como política de Estado, un ejemplo a seguir.

El líder del Frente Renovador se entusiasmó tanto con la foto junto al ex alcalde de Nueva York que no dudó en ponerse el traje de cuco. "A partir del 2016, miedo van a tener que tener los chorros, porque el Estado va a tener la vocación de servicio de brindar más seguridad; miedo tienen que tener los vagos", atizó, inclemente.

Está claro, ninguno de los candidatos mejor posicionados en los sondeos se siente incómodo con la arenga temeraria, el rictus severo de los labios y la mirada tosca. Probablemente tampoco se molesten cuando vayan a la mesa de Mirtha Legrand y la diva de los almuerzos les pregunte, como hizo con el matrimonio Kirchner, aunque adaptándose a los tiempos que corren, si con ellos se viene el derechaje.

Infonews

Dilemas de la cultura tinelizada Por Alejandro Horowicz

El conductor es la prueba fehaciente del confortable nivel de esquizofrenia del discurso mercantil. Se trata de saber si algún tipo de indignación colectiva aún es posible.

En nuestros debates, compañeros,
tengo a veces la sensación
de que hemos olvidado algo.
No es el enemigo.
No es la línea de conducta.
No es el objetivo final.
No figura en el «Curso breve».
Si no lo hubiéramos sabido nunca
no habría lucha.
No me preguntéis qué es.
No sé cómo se llama
.
Lo único que sé
es que hemos olvidado
lo más importante.


"Mala memoria", de
Hans Magnus Enzensberger

Marcelo Tinelli, quien lo ignora, ha recibido una distinción de la Legislatura porteña. Distinción que en el pasado reciente obtuvieron otros representantes de la cultura, como Juan Gelman. La discusión sobre si Tinelli forma o no parte de la cultura roza lo anacrónico. Así como Stefen King, aunque le pese a Harold Bloom, forma parte de la cultura, Tinelli lo hace; aunque este último no tenga exactamente el talento de King. Ahora bien, se trata de saber de cuál parte de la cultura, porque en este caso la premiación no supuso reconocer una obra poética. Voy a adelantar una hipótesis: Tinelli forma parte de la idea de cultura que Mauricio Macri y la mayoría de los legisladores porteños comparten: la cultura del éxito instantáneo, la que mercantiliza todo, la mayoritaria e imperante, la de los intendentes, la cultura oficial.

Hace ya unos cuantos años, cuando Torcuato Di Tella era secretario del ramo de Néstor Kirchner, sostuvo que la cultura no era una prioridad K. Tuvo que desdecirse. Ningún gobierno admite en público lo que el presupuesto declama todo el tiempo. Basta mirar los montos otorgados para el pago de los premios nacionales, y compararlo con el salario de un funcionario de segundo orden para entender. El respeto por una labor, bajo los patrones del capitalismo imperante, pasa por su retraducción en dinero. En ese plano, tanto la rica Ciudad de Buenos Aires, como el gobierno nacional, hacen exactamente lo mismo: pagan lo menos que pueden y si pueden no pagan.

Recordemos, durante años y años los premios nacionales ni siquiera se otorgaron. Y en la Ciudad, los premios vitalicios, hace más de dos años que no se ajustan y los premiados se ven obligados a denunciar a las autoridades para obtener una corrección que hasta el último administrativo consigue sin más. Un escándalo que no escandaliza. Es que una cosa son los escritores laureados, que difícilmente añadan impacto de prensa, otra trepar hasta la tapa de los diarios con la foto de Macri y Tinelli. De eso se trata, de alcanzar impacto mediático, y lo demás argumentos para la gilada.

POLÍTICA, CULTURA Y VALORES. Jorge Rial es un periodista de la farándula. En el cumpleaños de 15 de su hija, los invitados restallantes ocuparon las mesas centrales. Sergio Massa y Martín Insaurralde se hicieron presentes. Jesica Cirio, pareja de Insaurralde, aprovechó las luces del evento para subrayar el acuerdo de ambos diputados. Con picardía se preguntó, en el escenario obviamente, que estarían tramando juntos. Esto es, utilizó una fiesta privada con adecuada visibilidad pública, para dar a conocer un acuerdo político. Acuerdo que afecta el equilibrio interno del Frente Renovador, ya que Insaurralde sería el candidato a gobernador del proyecto Massa presidente.

Hace tiempo sostuve que la política en la Argentina era un debate entre intendentes. Con partidos al borde de la extremaunción, los intendentes mandan. Las coaliciones políticas son federaciones de intendentes en derredor de un candidato nacional con capacidad de tracción electoral. Con buena imagen pública. Es posible añadir que los valores de los intendentes, en esos acuerdos, no juegan un papel menor. Ese horizonte compartido hace del éxito el axioma supremo. Vale para la política, vale para la cultura. También cabe recordar que cuando la presidenta eligió un periodista no oficialista para un reportaje televisivo optó por Rial.

No dice poco. No se trata de ningunear a un profesional exitoso, sino a entender los valores sobre los que reposa semejante decisión. Después de todo, tanto Insaurralde como Massa fueron en su momento decisiones del oficialismo. En materia de valores la sociedad argentina no resulta enigmática. Un valor presuntamente universal, la honradez pública, sirve para transparentar el tema.

Entonces surge la pregunta envenenada; ante el hipotético pago de coima: ¿pagar o no pagar? "Si un acto de corrupción está destinado a obtener una aprobación (por ejemplo, una habilitación municipal) maliciosamente retenida, ¿es censurable la actitud del empresario que paga la coima?" "¡Epa!", soltó el economista Tomás Bulat, al ver la respuesta casi instantánea en las pantallas: el 53% decía que "siempre" era condenable, pero un inquietante 47% se dividía en "sólo en casos extremos" (28%) y "nunca" es condenable (19 por ciento). Los directivos empresarios que asistieron a la segunda jornada del Coloquio de IDEA nos hacen saber qué piensan e indirectamente cuál es su práctica en materia de corrupción, en otras palabras, cuánto vale su honradez.

Un abrumador 100% acababa de contestar que prefería cohesionar la Argentina "por valores" antes que "por ideología". Ahora los "valores" a que remiten abandonan el brumoso reino de los intangibles. José Nun, ex secretario de Cultura K, aportó el comentario más incómodo de la tarde: "Dios se ríe de quienes se quejan de las consecuencias mientras participan de las causas."

¿Así piensan los empresarios, y el resto de la sociedad? Más de la mitad de los argentinos tolera la corrupción de los dirigentes políticos si mejoran la economía, según una encuesta de la Universidad de Belgrano. El 55% respondió que le parece "aceptable" que un dirigente sea corrupto, si su gestión soluciona los problemas del país. En tanto un 40% consideró que es "inaceptable".

Además, el 52% admitió que la ley "debe respetarse sin excepciones", mientras que el 48% reconoce la posibilidad de no cumplirla.

En 2003, esta misma pregunta obtuvo otra respuesta: el 68% dijo que la ley debía respetarse siempre y sólo el 32% admitió que en ocasiones puede violarse. Otro resultado preocupante de la misma encuesta: el 58% dijo que es "aceptable" pagar una coima en la Aduana, para evitar el pago de impuestos a objetos comprados fuera del país.

El 86% de los interrogados estimó que el nivel de corrupción en Argentina es "medio o alto". El dato relevante es que la mitad de los encuestados admitió que consideraría la posibilidad de cometer un acto de corrupción si obtuvieran a cambio un gran beneficio económico. De modo que los gerentes de IDEA y los hombres de a pie no piensan tan distinto.

OTRA VEZ TINELLI. No es difícil demostrar cuáles son los valores que defiende Bailando por un sueño. Nadie los ignora. El programa exitoso de la televisión de aire no supone innovaciones de ninguna clase. Nos recuerda el porno soft, el teatro de revistas sin monologuista político, y la kermés de pueblo. Cuentos trillados, mezclados con anécdotas picantes. Nada que no se haya visto mil veces. Nos hace saber indirectamente el grado de esclerosis de la televisión de aire, de esa cultura televisiva.

Los críticos apocalípticos señalan que los testimonios de cultura son en simultáneo documentos de barbarie, tienen razón. Los integrados subrayan que ese juicio no hace las debidas diferenciaciones, y también aportan su cuota de verdad. Sin embargo, una realidad recoge ambos supuestos: hace demasiado tiempo que la prostitución permite mayores ingresos que la pediatría.

La cultura tinellizada acompaña la mercantilización de la vida, donde todos tienen un lugar y nadie debe hacerse cargo de su conciencia (como lo demuestra la encuesta sobre las coimas). Tinelli ya no es ni siquiera lo políticamente incorrecto –la Comunidad Homosexual Argentina felicitó al conductor por ponerse tacos y así "romper los estereotipos machistas"– sino la prueba fehaciente del confortable nivel de esquizofrenia del discurso mercantil. Se trata, por lo tanto, de saber si algún tipo de indignación colectiva todavía es posible. En ese dilema estamos.

Infonews

LAS BANDERAS DE OBLIGADO

Devolucion de la bandera de Vuelta Obligado

En el Museo de Historia Nacional hay depositada una bandera que fue tomada por los ingleses en la Batalla de Vuelta de Obligado, y devuelta con posterioridad acompañada con un documento presentado por uno de losprotagonistas de la histórica batalla: el Almirante Sullivan, de la fuerza invasora.

Ya anciano, se presenta cuarenta años después de la batalla, el 26 de octubre de 1883, ante el Consulado Argentio con sede en Londres, para devolver una bandera tomada en Obligado, acompañada del siguiente documento.
“En la batalla de Obligado en el Paraná el 20 de octubre de 1845 un oficial que mandaba la batería principal (era la Manuelita) causó la admiración de los oficiales ingleses que estábamos más cerca de él, por la manera con que animaba a sus hombres y los mantenía al pie de los cañones durante un fuerte fuego cruzado bajo el cual esa batería estaba expuesta. Por más de 6 horas expuso su cuerpo entero. Por prisioneros heridos supimos después que era el coronel Ramón Rodríguez del Regimiento de Patricios de Buenos Aires. Cuando los artilleros fueron muertos, hizo maniobrar los cañones con los soldados de infantería y él mismo ponía la puntería. Cuando el combate estuvo terminado habían perdido 500 hombres entre muertos y heridos de los 800 que él comandaba. Cuando nuestras fuerzas desembarcaron a la tarde y tomaron la batería, con los restos de su fuerza se puso a retaguardia, bajo el fuego cruzado de todos los buques que estaban detrás de la batería, defendiéndola con armas blancas. La bandera de la batería fue arriada por uno de los hombres de mi mando y me fue dada por el oficial inglés de mayor rango. Al ser arriada cayó sobre algunos cuerpos de los caídos y fue manchada con su sangre.

Quiero restituir al Coronel Ramón Rodríguez si vive, o sino al Regimiento de Patricios de Buenos Aires si aún existe, la bandera bajo la cual y en noble defensa de su Patria cayeran tantos de los que en aquella época lo componían. Si el Coronel Rodríguez ha muerto y si el Regimiento de Patricios no existe, yo pediría que cualquiera de los miembros sobrevivientes de su familia que la acepten en recuerdo suyo y de las muy bravas conductas de él, de sus oficiales y de sus soldados en Obligado. Los que luchamos contra él y habíamos presenciado su abnegación y bravura tuvimos grande y sincero placer al saber que habían salido ileso hasta el fin de la acción”.

Almirante Sullivan
Remitida con el documento a Buenos Aires, y ante la duda de que el nombre del Coronel Rodríguez como defensor de esa bandera haya sido puesto por error del Sullivan, el hijo de Juan Bautista Thorne hace la consulta al Sr. Victor J. Elizalde, protagonista de la batalla de Obligado, quien le contesta el 21 de abril de 1891 en estos términos:

“En contestación a su muy apreciable del 20 del presente en la que me pide que como combatiente y testigo ocular en el memorable combate de Obligado le certifique a la vez que le adelante algunos antecedentes sobre la conducta que observó su finado padre el coronel Thorne durante la acción, como también fue el coronel Ramón Rodríguez, jefe de algunas baterías que se formaron para resistir al poderoso enemigo que nos asaltó, le diré a usted:

Que el coronel Thorne fue ocupado por el general Mansilla en la construcción y dirección de las fortificaciones, como también se le dio mando de la batería “Manuelita”, de donde se retiró después que las demás baterías habían quemado su último cartucho.

Diré a usted además: la brava y serena conducta de su padre mereció del general en jefe y de todos sus compañeros, la aprobación y el aplauso, por el hecho de que el no abandonó el merlón de su batería, y si lo hacía, era cuando veía que sus artilleros no daban en completo y certero blanco.

Cónstame también que le intimó por dos veces la orden de que suspendiera el fuego y se retirara de la batería, pero él contestó: “que sus cañones le imponían hacer fuego hasta vencer o morir”, mereciendo por este desacato el que fuera arrestado en el convento de San Lorenzo adonde fue transportado herido y sordo. Allí mismo el general Mansilla fue a visitarlo y felicitarlo por su conducta, dejando al retirase la orden de que quedaba levantado su arresto.

En lo que se refiere al coronel Ramón Rodríguez, le diré que este jefe no tuvo otro rol que el de permanecer a la entrada del monte, de donde salió cuando ya no había defensores en las baterías y el enemigo desembarcó dándole la más franca y soberbia carga a al bayoneta, al frente de su batallón Milicianos de Buenos Aires.

Deseando que le satisfaga esta exposición verídica, lo saluda muy atentamente.

Victor J. Elizalde.

Juan Bautista Thorne.   
J.B.Thorne (biografía)
Posteriormente el hijo de Thorne consultó al historiador Adolfo Saldías, que el 21 de abril de 1891 le contesta en los siguientes términos:

“Estimado amigo:

En respuesta a su estimada carta del 20 del presente mes en la que Ud. se sirve pedirme mi opinión si fue el coronel Ramón Rodríguez o el coronel Juan B. Thorne quien mandaba una de las baterías en el combate de Obligado contra las escuadras aliadas de la Gran Bretaña y de la Francia y quien fue el último que se retiró de ese glorioso campo de batalla, le diré que fue el coronel Thorne.

El coronel Rodríguez, benemérito Oficial del Ejército Auxiliar del Perú y del Republicano contra el Imperio del Brasil, no mandó batería alguna en Obligado.

Según se ve documentado en mi “Historia de Rozas y de la Confederación Argentina”, eran cuatro esas baterías, respectivamente mandada por el mayor Alzogaray, por el teniente Brown, por el teniente Palacios y la del extremo izquierdo por el coronel J. Thorne. El coronel Rodríguez tenía mando del batallón de Patricios de Buenos Aires y estaba de flanco en el extremo derecho, no habiendo en esa línea a sus órdenes más que cuatro cañones al mando del teniente José Serezo.

El combate se inició naturalmente contra las baterías de la derecha; rota la cadena que sujetaba los barcos que formaban línea de atajo al pasaje del río, el fuego de los franceses e ingleses se concentró en la izquierda. A las cuatro de la tarde las baterías habían quemado casi todos los cartuchos y cuando la mortandad y el estrago enseñaban la derrota a los argentinos. Pero la batería de Thorne se sostuvo todavía más de una hora. Diósele la orden de retirarse y contestó que le quedaban municiones. Retirósele la orden, y entonces, puesto de pié sobre el merlón de la batería y al ir a arengar a los escasos soldados, fue derrumbado en tierra.

El “Philomel” que mandaba el capitán Sullivan y que venía de vanguardia, operó su desembarco en la costa y fue entonces cuando se tomó la bandera de la batería argentina. La bandera argentina del batallón de Patricios de Buenos Aires fue tomada por los marineros franceses y existe en el hospital de inválidos de Paris.

No es dudoso, por lo demás, que un jefe de la relevantes cualidades del coronel Rodríguez habría sido capaz de al acción que le supone el almirante Sullivan, pero precisamente por su antigüedad y por sus condiciones, y en los primeros momentos que se siguieron a la acefalía del mando en jefe, producida la herida que postró al general Mansilla, fue el coronel Rodríguez quien lo asumió, llevando personalmente una carga a la bayoneta sobre los ingleses y franceses que desembarcaron cuando apagaron los fuegos de las tres baterías de la derecha y del centro. Los aliados no desembarcaron por frente a la batería de la izquierda que mandaba Thorne sino a la caída de la tarde, cuando ya no podía tronar allí el cañón argentina.

Esta misma comunicación del almirante Sullivan al cónsul argentino en Londres, se publicó en la Tribuna Nacional del 22 de diciembre d 1883, y no hay mas que fijarse en los detalles que da tan caballeresco oficial, y que está perfectamente corroborados por documentos y aún por testigos que sobrevivieron, para comprobar que se refieren no al coronel Rodríguez, sino al coronel Thorne.

El cónsul argentina, señor Guerrico, pariente, según tengo entendido, del coronel Rodríguez, quizá por falta de datos no pudo rectificar la verdad de los hechos, a bien que, repito, al coronel Rodríguez no le fue necesario arrebatar gloria a sus compañeros para recoger la que recogió conteniendo a los vencedores con una soberbia carga a la bayoneta, a la cabeza de sus milicianos de Buenos Aires.

Soy su atento S.S. Adolfo Saldías.


Rodriquez o Thorne...todos cumbieron con su deber...

Leonardo Castagnino