domingo, 8 de enero de 2017

MAS HORACIO VERBITSKY

La maniaca publicidad oficial seguirá pregonando que todo está bien e irá mejor, porque el consultor Jaime Durán Barba logró instilar que las elecciones se ganan demoliendo al adversario y hablando de cualquier cosa menos de la realidad. El gobierno sigue apelando a la pesada herencia recibida y realimenta ese discurso con la promoción de causas judiciales cada vez más denigrantes contra la ex presidente CFK. Incluso ha comenzado a contarle las costillas a En-quien-te-han-convertido Daniel. A medida que pasan los meses la eficacia de esa apelación disminuye. La reabierta causa por la denuncia del ex fiscal Natalio A. Nisman une lo útil a lo agradable: pondrá en las páginas judiciales a la ex presidente CFK (Margarita Stolbizer considera “un espanto” que pueda ser candidata “con chances electorales”) y al mismo tiempo llenará de júbilo a los gobiernos de extrema derecha de Israel y al que asumirá en dos semanas en Washington, empeñados en invalidar el tratado nuclear con Irán y justificar la escalada armamentista que ya anunció Donald Trump. Que en el camino se destroce el estado de derecho en la Argentina es un daño colateral que a nadie inquieta. En un panel organizado la semana pasada en el Congreso de Washington la organización Unidos contra un Irán Nuclear recomendó no solo sanciones económicas sino también la confrontación militar y el castigo a organizaciones que define como máscaras de Irán, como la Guardia Revolucionaria y Hezbollah. Participó del encuentro una vieja conocida de la Argentina, la diputada republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen, una de las habituales interlocutoras de Nisman durante sus frecuentes viajes a Estados Unidos en amorosa compañía.

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