La Cámara Federal habilitó ayer el recurso del fiscal de Investigaciones Administrativas, Sergio Rodríguez, en el caso de las transferencias al titular de la AFI, Gustavo Arribas. De esta manera, el recurso llegará a la Cámara de Casación que deberá pronunciarse sobre ese expediente. La situación actual es que el juez Rodolfo Canicoba Corral sobreseyó a Arribas porque consideró que en el momento de las transferencias no era funcionario y porque considera que no está probado el vínculo entre Arribas y la constructora Odebrecht. Sin embargo, la declaración del cambista de Odebrecht Leonardo Meirelles puso sobre la mesa que las transferencias provenían del gigante brasileño de la construcción y que serían coimas ligadas a una de las obras más trascendentes del país, el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. La Cámara de Casación podría revocar el sobreseimiento dictado por Canicoba o dejar firme esa decisión. En forma paralela, resulta llamativo que el presidente Mauricio Macri mantenga en su puesto a Arribas: está claro que mintió dando explicaciones distintas sobre el origen y el destino del dinero, más allá de que sea verdad o no lo declarado por Meirelles. 
El voto en la Cámara Federal fue por dos a uno, con Eduardo Freiler y Jorge Ballestero sosteniendo la legitimación de Rodríguez para apelar y Leopoldo Bruglia oponiéndose. Freiler y Ballestero señalaron que Rodríguez está legitimado para intervenir porque es un caso que trata de una posible coima en una obra del Estado. Bruglia en cambio afirmó que el fiscal de Investigaciones Administrativas sólo puede intervenir frente a la actuación de un funcionario público y Arribas no lo era cuando le llegó la plata. Freiler y Ballestero afirmaron que impedir la actuación de Rodríguez sería restringir las investigaciones. Tras el fallo, con la habilitación de Rodríguez, el expediente irá a la Cámara de Casación. 
La escudería político-judicial del PRO jugó sus cartas en el expediente. Para que Canicoba dicte el sobreseimiento intervino la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), encabezada por Mariano Federici y Maria Talerico. La UIF envió un rápido dictamen al magistrado diciendo que no veía delito alguno. En Comodoro Py ya consideran que la Unidad roza una actuación de escándalo: dictaminó que no hubo delito en el caso de los Panamá Papers y en el de Arribas, entre otros, mientras que pidió que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no viaje a Europa porque tenía previsto estar en un centro financiero como Londres. El juez Sebastián Casanello los advirtió por su actuación partidaria, es decir favorable al PRO.
El otro protagonista de un juego escandaloso fue el fiscal de Cámara, Germán Moldes, que no sostuvo la apelación de Federico Delgado respecto de las transferencias que recibió Arribas. Era la forma de hacer zafar al titular de la AFI, pese a las evidencias existentes en la causa y sobre todo ante el hecho de que era inminente la declaración de Meirelles. Moldes se apresuró a desistir del recurso antes de la videoconferencia del cambista. 
Ayer, el defensor de Arribas, Alejandro Pérez Chada, señaló que Meirelles miente. En verdad el letrado no tiene mucho margen. Su cliente dijo que recibió una sola transferencia y Meirelles afirma que fueron diez transferencias y por 850.000 dólares, a través de la cuenta de una sociedad trucha en Hong Kong y de allí a la cuenta de Arribas en Suiza. Además el cambista sostiene que fueron coimas pagadas por Odebrecht y hasta mencionó que se acuerda del nombre IECSA, la empresa del primo de Macri, Angelo Calcaterra. En cambio cuando le preguntaron por Julio De Vido dijo que no se acordaba de ese nombre. 
Más allá de los avatares de Comodoro Py, lo cierto es que Arribas cambió su versión varias veces, lo que le quitó la escasa credibilidad con la que ya venía del mundo del fútbol. En algunos casos en diálogo con Hugo Alconada Mon, de La Nación, y en otros ante el propio Congreso, dijo que las transferencias no existieron, que fueron en negro, después que no fueron en negro y que fue una sola, después que fue la última cuota de un departamento y finalmente que no fue por el departamento sino por los muebles del departamento. El presidente Macri repitió alguna de estas versiones, incluyendo la anteúltima. Es público y notorio que Arribas es amigo de Macri, al punto que vive en el departamento que utilizaba el ahora Presidente antes de mudarse a Olivos. Desde esa óptica, parece que tiene la decisión de defender a su ladero a capa y espada. Habrá que ver cuánto dura la protección.