jueves, 30 de enero de 2014

“La gente está atrapada por 185 días”

 Por Patrick Cockburn *
“El pan es un sueño para los niños del campo de refugiados Yarmuk”, dice Fuad, un palestino-sirio profesor de música que trata de ayudar a llevar comida a los 20.000 palestinos sitiados dentro de Yarmuk. De pie junto a una barrera de arena y escombros que bloquea una entrada al campamento en el sur de Damasco, añade que “la gente ha estado atrapada allí durante 185 días y están enfermos debido a que comen las hierbas con las que alimentamos a nuestros animales”.
Siria está llena de asedios y bloqueos de ciudades, pueblos y distritos que en algunos casos están produciendo una hambruna masiva. La atención internacional se centra actualmente en la ciudad vieja de Homs, donde hay entre 2500 y 4000 civiles sitiados, junto con varios miles de combatientes rebeldes. Un convoy del Programa Mundial de Alimentos espera el permiso del gobierno sirio para entrar. Dice que no quiere que la ayuda vaya para los combatientes armados de la oposición.
Sin que el resto del mundo lo note, la única y más grande comunidad actualmente sitiada y en el borde de la inanición en Siria vive en Zahraa y Nobl, dos ciudades chiítas al oeste de Alepo, con una población total de 45.000. En este caso los sitiadores son rebeldes sunnitas que acusan a la gente del pueblo chiíta de apoyar al gobierno del presidente Bashar al Assad, y están tratando de matar de hambre a la sumisión.
Zahraa y Nubl forman un bolsillo chiíta aislado en una zona donde la mayoría de la gente es sunnita que apoya a los rebeldes. Las ciudades han recibido suministros desde el exterior, aparte de entregas ocasionales que lleva un helicóptero del gobierno. Raúl Rosende, el jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Siria, dijo: “Estamos preocupados por la situación en Zahraa y Nubl, donde 45.000 personas están sitiadas”. Algunos chiítas escaparon a Turquía y luego regresaron por el noreste de Siria, controlado por los kurdos.
Las políticas del hambre son complejas en Siria y se abren a la manipulación con fines de propaganda. El problema se debe principalmente a la estrategia de las fuerzas del gobierno que sellan las zonas que han sido capturadas por la oposición armada, y no dejan que las personas o los bienes entren o salgan. La electricidad y el agua generalmente están cortadas, entonces el ejército sirio bombardea la zona con artillería y desde el aire, provocando un éxodo masivo de refugiados. Este enfoque tiene la ventaja desde el punto de vista del gobierno de evitar la lucha casa por casa, en la que sus mejores tropas sufrirían un fuerte desgaste.
No todos los asedios están tan firmemente mantenidos como la Ciudad Vieja de Homs, Yarmuk, Zahraa y Nubl, pero los bloqueos siguen causando graves privaciones e intensos sufrimientos. Las personas pueden no estar muriéndose en las calles, pero los muy jóvenes, muy viejos y muy enfermos mueren. El área más grande de la oposición cerca de Damasco es la Ghouta oriental, al este de la capital, donde la ONU estima que 145.000 personas están separadas del mundo exterior, pero este bastión rebelde es tan grande que es difícil de sellar completamente.
La vieja ciudad de Homs es una pequeña porción de una ciudad gran parte de la cual alguna vez estuvo ocupada por los combatientes rebeldes, pero estos han sido gradualmente expulsados. Aunque el gobierno ha tratado de sellar la Ciudad Vieja por un largo tiempo, sus defensores lograron, hasta el verano pasado, entrar suministros a través de una red de túneles. También tenían una línea de suministro que atravesaba la ciudad de Qusayr al Líbano, pero esto se perdió después de un ataque del ejército sirio y del grupo paramilitar libanés Hezbolá en mayo y junio del año pasado. Se estima que 400.000 sunnitas en Homs se refugiaron en el distrito de al Waar, en el oeste de la ciudad, en la que estuvieron cercados pero no completamente confinados por los puestos de control del gobierno y las barricadas. Pero en la Ciudad Vieja, dice Rosende, “la situación es muy mala y cada vez está peor, sobre todo cuando se trata de alimentos y medicamentos”.
En lugares como Homs, donde las dos partes se han estado disparando entre sí durante tanto tiempo, las agencias de la ONU tienen que estar de acuerdo sobre el mínimo movimiento de un convoy de ayuda. Aun donde el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio acordó que se debe permitir que la ayuda pase, los comandantes locales del ejército pueden ser obstinados y poco cooperativos. Aunque Homs no tiene muchas de las organizaciones jihadistas –del tipo Al Qaida como Jabhat al-Nusra y el Estado Islámico de Siria y el Levante (ISIS ), como hay más al norte–, la dirección de los rebeldes en la ciudad vieja se encuentra fragmentada. En cuanto a los civiles, son una mezcla de familias combatientes, personas muy pobres que no tienen otro lugar a donde ir y gente que simplemente no se quiere mover.
Cada sitio y el bloqueo en Siria implica el sufrimiento de las víctimas, pero sin embargo, cada situación es clara. El asedio de Yarmuk, la zona palestina en Damasco llamada “Pequeña Palestina” y hogar de 160.000 personas, es sólo un elemento en el desastre que afectó al medio millón de palestinos en Siria. Fuad, el profesor de música que está tratando de emigrar a Egipto, dice que “se trata de una segunda al-Nakba para nosotros” , la primera al-Nakba o catástrofe que fue la expulsión palestina en 1948 de lo que se convirtió en el estado de Israel.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

"Las paritarias van a cumplirse regularmente

El jefe de Gabinete Jorge Capitanich descartó el pago de un plus a cuenta de la negociación salarial de este año y aseguró que las paritarias se llevarán a cabo con normalidad. "No existen razones objetivas para modificar absolutamente nada respecto a este tema", aseguró y remarcó que "los convenios colectivos de trabajo existen y van a funcionar de acuerdo a los parámetros establecidos actualmente

"En lo que hace a las paritarias, no existen ningún tipo de razones para alterar las normas del desenvolvimiento de las negociaciones colectivas de trabajo", sostuvo Capitanich en su conferencia de prensa matutina. "Por lo tanto, los Convenios Colectivos de Trabajo existen y van a funcionar conforme a los parámetros vigentes", insistió.
Al ser consultado por el reclamo del titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, de un anticipo de tres mil pesos a cuenta de los aumentos de este año, el jefe de Gabinete reiteró que "las paritarias en todas sus órdenes y manifestaciones van a cumplirse regularmente".
"Vuelvo a insistir en una cuestión, de los 200 Convenios Colectivo de Trabajo que teníamos en el año 2003, hoy tenemos vigentes 1500 Convenios Colectivo de Trabajo y la meta estipulada por el Ministerio de Trabajo es llegar a los 1650 Convenios, celebrados bajo el procedimiento de homologación de la cartera laboral", afirmó el funcionario.
"Por todo esto, no existen razones objetivas para modificar absolutamente nada respecto a este tema", manifestó Capitanich y dijo que "quiero ser claro y decirles que las negociaciones se irán dando en el curso normal en la Argentina".
Respecto a la medida de fuerza de tres días en micros de larga distancia anunciada por el gremio de la UTA, el jefe de ministros anunció que habrá hoy una nueva reunión para intentar buscar una solución. "Desde el Ministerio del Interior y Transporte hubo una convocatoria a empresarios y estamos trabajando para volver a repetir una reunión hoy, a los efectos de establecer un mecanismo que permita resolver el conflicto para lograr que efectivamente se pueda desarrollar en forma normal el sistema de transporte los próximos 1, 2 y 3 de febrero", explicó.

Página 12

Caló: "Tenemos que calmar las aguas"

El secretario general de la CGT advirtió que "la gente está cansada que le digan que todo se derrumba", y exhortó a todos los sectores a "colaborar, aportar y no hacer terrorismo". "Tenemos que calmar las aguas, tenemos que corregir los problemas entre todos", dijo el dirigente metalúrgico. Además, Caló afirmó, luego de haber participado de diversas reuniones con funcionarios del Gobierno nacional, que "en ningún momento se habló de suspender las paritarias".

Respecto de la situación de la economía, el líder de la CGT se expresó a favor de "resolver los problemas" entre todos y se mostró optimista al destacar que "la Argentina es un país poderoso". "Yo no soy economista, tengo sentido común, que es el mejor de los sentido, trato de colaborar siempre por el bien del país", dijo, y criticó a los "inescrupulosos" que remarcaron los precios.

DIFERENCIAS SUTILES ...

http://www.clarin.com/politica/UOCRA-detenido-pegarle-mujer-policia_0_1075692446.html

de estilo. Juan decía ser hijo de....para que dejen de romperle las bolas los gendarmes, los muchachos prefieren un trato más directo, menos palabras más acción.

¿Qué está pasando con el dólar en Argentina?

Por Santiago Gómez
Razones personales hacen que desde hace más de tres años pueda participar de conversaciones con economistas que trabajan en el Estado Nacional, ninguno con responsabilidades relevantes, o mejor dicho, de los que toman decisiones. Que Argentina está en una situación de crisis en su mercado cambiario no es ninguna novedad. Los especialistas lo suelen llamar “stress cambiario”, pero nosotros que no somos tan finos le decimos corrida cambiaria, es decir, mayoritariamente los agentes del mercado quieren comprar dólares. Con la incertidumbre que tenemos todos los militantes que no tenemos una sólida formación en economía, considero que compartir algunas de las reflexiones que Los Economistas Amigos me dieron para pensar lo que está sucediendo en el país, puede servir para enriquecer los análisis que el presente requiere.
¿Qué está pasando con el dólar en Argentina?
Al preguntarles a los que entienden de economía sobre las corridas, que fue una de las principales causas de conflictos económicos que el gobierno señaló hace tiempo, me explicaron que los motivos de la corrida son discutidos, y por lo que vengo escuchando y leyendo, difícilmente alguien que ofrezca certezas sobre el asunto esté diciendo la verdad. Para explicarme algo de lo que está pasando, Los Economistas Amigos (LEA) me dicen que están quienes piensan que el tipo de cambio está “atrasado” y que cómo finalmente se va a tener que corregir apuestan al dólar; que hay otros que piensan que el problema es más estructural y que como el país se acerca a un período de escasez de dólares (por déficit energético, del que también hace muchos años que los escucho hablar, tanto antes de la nacionalización de YPF; por las  necesidades de la industrialización, por la deuda y las ganancias de las multinacionales) va a tener que devaluar irremediablemente y por lo tanto compran dólares. Otros sostienen que es un problema financiero vinculado a lo baja rentabilidad relativa del ahorro en pesos, y finalmente están también quienes piensan que es lisa y llanamente una forma de desestabilizar al gobierno.
Según dicen, los diagnósticos son muchos y variados. A cada diagnóstico le corresponde una respuesta de política diferente siempre y cuando lo que se busque es evitar una devaluación brusca que convalide la corrida y beneficia a los que compraron dólares.
Al preguntarles a los economistas amigos qué estamos haciendo desde el gobierno, la respuesta fue que el gobierno tomó actitudes diferentes a lo largo del ya extenso período que tiene el problema. En un principio, cuando comenzó la corrida en los meses previos a la elección de Cristina del 2011, el gobierno decidió responder mostrando su poder de fuego sobre el mercado y salió a vender reservas y mantener el tipo de cambio. Como la corrida no se frenó y se consumían demasiadas reservas, después de las elecciones se cambió de estrategia y se optó por los controles. El “cepo” como le llaman.
Los controles tienen ya un tiempo largo y la justificación fue,  efectivamente, la de evitar una gran devaluación que tuviera efectos negativos sobre la distribución del ingreso. Al pedirles que me expliquen los efectos de una devaluación, me respondieron los LEA que si el tipo de cambio se devalúa fuerte, los precios de los productos importados suben, los precios de los alimentos exportables suben, se encarece la canasta de consumo básica y por lo tanto se transfieren ingresos desde los trabajadores al capital. Además, se premia a todos los que apostaron a comprar dólares, que al final de cuentas van a tener muchos más pesos con los billetes verdes que fugaron. Eso era lo que se quería evitar.
La realidad demuestra que después de un tiempo de controles aparecieron algunos problemas adicionales. Por un lado las reservas siguieron cayendo por el pago de la deuda externa y porque se hacía difícil controlar efectivamente que no se fugaran dólares por algunas de las ventanillas todavía abiertas. Por otro lado, la dinámica del mercado paralelo y los negocios financieros vinculados al dólar se volvieron demasiado atractivos e incentivaron algunas conductas que tendieron a agravar la situación. Los exportadores que tienen productos cuyo valor está dolarizado retienen sus productos para venderlos cuando la devaluación sea un hecho (esto lo podemos ver al ir por la ruta 2 a la costa y ver los silo bolsa durmiendo sobre los campos). Los importadores inventan formas para simular que los productos que compran son más caros y conseguir que les vendan más dólares que los que realmente necesitan, y los turistas aprovechan sus salidas al exterior para hacerse con todos los dólares que puedan.
Después de las elecciones del año pasado y el cambio de gabinete, los amigos dicen que se modificó de nuevo la estrategia. La estrategia proponía un mix de instrumentos: un poco de controles, un poco de devaluación y un poco de apuesta a resolver los problemas de acceso al crédito externo y una intervención sobre el dólar paralelo a través de los mercados de deuda pública en dólares.
¿Por qué entonces se mantiene esa sensación de stress cambiario?
La nueva estrategia se topó con algunos problemas, me respondieron. Algunos más esperables que otros. Por un lado el verano y las vacaciones son un momento de fuerte demanda de dólares para turismo, lo cual impulsó la suba del dólar paralelo, por el otro en el plano internacional la mayoría de los países emergentes están sufriendo salida de capitales y devaluaciones por el cambio en la política monetaria de los EEUU, lo cual hace más grande la supuesta corrección cambiaria que hace falta. Por último, les parece que hubo una cierta apuesta a conseguir algo de reservas que no funcionó. Si el Banco Central pierde reservas mientras devalúa se genera la sensación de que es el mercado el que la está haciendo, si la devaluación ocurriera con reservas estables, el Estado es el que parece tener el control del mercado.
Como no me encuentro en el país, ayer les escribí a Los Economistas Amigos para preguntarles de qué se trató la devaluación de ayer, porque no pareció tan gradual como la que ellos venían diciendo que había que hacer. La respuesta consensuada fue que la devaluación de ayer es una novedad. Que hay que esperar para ver si efectivamente se decidió abandonar la devaluación gradual y cambiarla por una devaluación más fuerte que elimine las expectativas de devaluación. Según me dijeron, en los hechos, es convalidar la corrida. Pero hay que esperar un poco para confirmar que esto sea así. En ese caso el gobierno tendrá que buscar las formas de compensar los efectos regresivos de la devaluación.
No parece casualidad entonces que justo el día de la mayor devaluación de los últimos años, la Presidenta anunciara un ambicioso programa de inclusión social que, debemos reconocer, tiene el mismo objetivo que el existente Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, lo cual debe interrogarnos respecto a si el mismo no tuvo el alcance esperado por problemas de comunicación o porque los intendentes no lo implementaron como correspondía. Al devaluar la pelea fuerte deberá darse en este campo: muchos esfuerzos para controlar la inflación y sostener los acuerdos de precios y mucha política para tratar de compensar a los sectores que puedan verse más afectados.
En el correo que les envié después de esa respuesta, les pregunté si tenemos que pensar si la batalla contra la corrida la perdimos. La respuesta fue que tenemos que entender una cosa: el kirchnerismo tuvo durante mucho tiempo al tipo de cambio alto (es decir devaluado) como un pilar fundamental de su política. El problema es que siempre pensó que las devaluaciones debían ser compensadas, es decir que debían evitarse los efectos distributivos regresivos. Hasta 2008 esto se hacía a través de las retenciones a las exportaciones. Se devaluaba el tipo de cambio y para evitar que los productores de alimentos exigieran mayores precios en el mercado local por sus productos, se incrementaban los impuestos de exportación. Tras la crisis del campo, las retenciones dejaron de ser una opción de política y el gobierno perdió su instrumento para compensar las devaluaciones. Si efectivamente se decidió que la única forma de frenar la corrida cambiaria es una devaluación más fuerte, deberá hacerse un esfuerzo muy grande para compensar los efectos distributivos de la medida. El gobierno intentará lograr que los ingresos de los sectores populares crezcan más que los precios, en un contexto en el que se pretende que el dólar suba más que los dos anteriores. La responsabilidad se traslada a las áreas de gobierno que tienen que controlar precios y diseñar políticas sociales. Aunque todavía hay que esperar para confirmar lo de ayer.
Desde el 2010 que vengo escuchando a mis amigos economistas y, hasta el momento, nunca se equivocaron con los análisis que me dieron, es por eso que los comparto.

AGENCIA PACO URONDO

Almagro: buena presencia del convenio

Almagro es un típico barrio de clase media de Buenos Aires. Los tres supermercados relevados mostraron una aceptable presencia de productos acordados.
http://www.citylog.com.ar/upload//x393y285/galsc_815.jpg
En Almagro se optó por relevar los supermercados Coto, Carrefour express y Día. Los dos primeros mostraron un promedio alto de productos del acuerdo de precios. En el caso de Día, bastante menor, aunque ese súper en muchos casos tiene precios que están por debajo de los contenidos en el convenio.
Además, AGENCIA PACO URONDO recorrió carnicerías y verdulerías de la zona para verificar si el acuerdo con los supermercados tiene algún efecto sobre los pequeños comercios. Por el momento no existe esa relación: en las carnicerías, el precio de los cortes que figuran en el acuerdo está un 20% más caro, en general. En el caso de las verdulerías, sorprende el precio de la lechuga, que se vende a 40 pesos el kilo (en los súper se encuentra a 11 pesos).
alt
 
AGENCIA PACO URONDO

La Matanza: cumplimiento del 40%

Recorrida por tres supermercados de Lomas de Mirador, Laferrere y San Justo, en el principal distrito del Gran Buenos Aires.
http://www.comercioyjusticia.com.ar/wp-content/uploads/2010/05/Carrefour.jpg
Por Camilo Carbonelli
AGENCIA PACO URONDO relevó los precios en tres cadenas de supermercados del partido de La Matanza. Algunos puntos para resaltar:
- En lo que respecta a los productos de almacén, tanto en Día como Carrefour, sólo tenían a la venta un producto: la harina de la marca Favorita de 1kg ($7, 27); en Wall Mart, estaba el cartel pero no había stock. En cuanto a las bebidas, en ninguna de las tres cadenas había cerveza Quilmes Bajo Cero 970 LT, pero sí vino Uvita  y Coca Cola de 1, 5 L.
- En cuanto a las carnes, encontramos carne picada y hamburguesas sólo en Día; en cuanto al pollo congelado y el rost beef sólo estaba en Día y Wall Mart, pero a un precio más caro.
- En general y más allá de la lista de 24 productos relevada para este artículo, es baja la proporción de artículos "cuidados" en las góndolas. En el caso de Día, el número es muy bajo, lo cual también se detectó en otros distritos relevados.
alt