miércoles, 31 de diciembre de 2014

"Es muy interesante el recorrido de Nell, de Tacuara a Montoneros"

Sebastián Giménez es el autor del libro "El último tren", sobre la vida de José Luis Nell, militante político en los años 60 y 70.
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Agencia Paco Urondo: ¿Por qué un libre sobre José Luis Nell?
Sebastián Giménez: José Luis Nell fue un emblemático militante político de la década del setenta y de tan distintas agrupaciones de esa época: empezó en la derecha militando en Tacuara, después pasa a los cuadros que pertenecían a Montoneros y se iniciaron en Tacuara, tal es el caso de Galimberti y otros casos más. José Luis participa en el asalto al policlínico bancario que es el hecho inaugural de los grupos guerrilleros en la Argentina. Es una novela biográfica que trata su vida pero es una novela porque hay ciertos huecos en la documentación y es un relato emocional que está lejos del objetivismo pero es interesante para retomar esta vida que fue emblemática; fue líder de la Columna Sur de Montoneros, sufre los hechos de Ezeiza, él fue herido y quedó paralítico. Fue muy amigo del padre Carlos Mugica y uno de los fundadores de la Juventud Peronista Lealtad que marca una disidencia interesante que tuvo Montoneros.
APU: ¿Se mete en esa parte de su vida, en JP Lealtad?
SG: La JP Lealtad nace básicamente a partir del asesinato de José Ignacio Rucci, es un hecho repudiado por entre el 30 y el 50% de la militancia montonera, repudian totalmente el hecho. El asesinato de Rucci sucede una semana después del triunfo electoral de Perón y lo que plantean los Montoneros que van a formar parte la JP Lealtad es que había que respetar la democracia que logró el pueblo argentino y no estaban de acuerdo con hacerle un atentado al presidente que habían votado, más allá de las diferencias con Perón. Esa posición también es la de Carlos Mugica. Lo trata mucho en la última parte de su vida. Nell, después de Ezeiza, queda cuadripléjico y era visitado muchas veces por el padre Mujica.
APU: ¿Por qué le interesó el personaje, la época?
SG: Es una época muy rica de compromiso y la vida de José Luis la tomé como un ejemplo de compromiso y de coherencia con la militancia, también es muy interesante su derrotero que empezó en la derecha, después al movimiento revolucionario de Tacuara, el asalto al policlínico bancario. A partir de ese asalto, tiene la mala suerte de intervenir y dispara una ráfaga de ametralladora y mata a dos empleados: a partir de este hecho queda muy nervioso, muy arrepentido, de ahí empieza a priorizar otra parte más política, menos violenta, se integra a Montoneros pero desde la movilización y no desde actos “terroristas”. Por eso repudia el asesinato de Rucci, apostaba más a la movilización popular y no a una violencia que nadie entendía, porque ellos asaltan el policlínico para juntar dinero para su agrupación que quería el retorno de Perón pero nadie lo sabía, no estaban insertos en la sociedad y por eso aparecieron como asaltantes comunes.
APU: Con respecto a que es un relato novelado, le pone voz al personaje...
SG: Sí, lo hago hablar; relato también una discusión entre él y Mario Firmenich. Sabemos que por el documental "Los malditos caminos" que existió una disidencia entre ellos, aunque sabemos qué se dijeron. Intento respetar la posición política de cada personaje, después en qué auto se encontraron o ese tipo de cosas no hay datos fehacientes, en ese sentido es novelado. Se hace hablar a José Luis, pero también a Lucía Cullen, su esposa, trabajadora social que después fue desaparecida.
Nota: Se puede acceder gratuitamente desde: http://www.margen.org/libros.html

lunes, 29 de diciembre de 2014

Los votantes muertos Por Carlos Barragán

Llamaron a indagatoria al fiscal Gonella por difundir el llamado a indagatoria de una jueza cuyo marido está preso por traficar drogas. Es que si usted embarca 3200 kilos de cocaína en cajones de manzanas para mandar a Europa le pueden pasar varias cosas. La primera es que si la policía lo descubre, inmediatamente va a bautizar la operación como –así fue en este caso– Manzanas Blancas. Si usted mandaba la cocaína en latas de palmitos se llamaba Palmitos Blancos, si iba en paquetes de yerba se llamaba Mate Blanco, si iba en hormas de queso: Queso Blanco, y si la mandaba en cajas de zapatos: Zapatitos Blancos. O capaz que para innovar, por una única vez, le ponían Gustavo Béliz, remember Stiusso.
La policía –a la que siempre nos gustaría ponerle límites– parece que para lo único que la limitaron hasta ahora es para la creatividad. (Si usted decide mandar la merca suelta y sin camuflar, la policía llamará a la operación Cocaína Blanca, sin dudarlo). Ahora, si usted mandó 3200 kilos de merca a Europa y lo agarraron y su señora es jueza, podrá acusar al fiscal que investiga el tema. No lo podrá acusar usted, pero sí su señora que es jueza. Entonces los medios más importantes del país –esos que se la pasan diciendo que vivimos en un narcoestado– lo defenderán a usted que es un narcotraficante. No porque los medios trafiquen cocaína –la merca es "droga menor" para ellos que manejan la droga más fuerte de todas que es la tapa del diario– sino por el principio de que los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Aunque los amigos terminen siendo los narcos y el enemigo: la ley, que al fin de cuentas siempre es su enemigo. Hasta Elisa Carrió que usa el término "narco" para todo lo que no le gusta (¡Con esta humedad me están matando los narco-callos!) saldrá a defender al traficante si con eso se consigue llevar a la tapa de Clarín a algún funcionario del gobierno. Esa es la campaña presidencial de la oposición: tener en los diarios a la mayor cantidad de funcionarios del gobierno acusados de algo. O sea, que la campaña ya no está a cargo de los creativos de Agulla sino de los creativos de los tribunales que se convirtieron en una especie de Poder Publicitario Judicial, con capacidad de esperar el momento más efectivo en que el fallo-spot debe ser lanzado por los medios. Habrá que ver cómo les resulta a los opositores, si les sale más barato y si la campaña de propaganda judicial es efectiva. Lo que tiene de bueno es que no hace falta poner la cara con una promesa, la cara la ponen los jueces y la promesa siempre es la misma: los kirchneristas son delincuentes. No sé si será muy normal que las campañas políticas estén a cargo de algunos jueces, pero por lo menos se trata de jueces que están vivos, y no como los que votan las leyes de Massa en el Tigre que están muertos. No sé si se enteraron que eso fue lo que pasó esta semana: en el Consejo Deliberante de Massa un muerto votó una suba de impuestos (foto). Y no es que uno discrimine a la gente que se murió, pero la sesión no era en el cementerio donde uno podría aceptar que los muertos voten sus impuestos. La verdad es que preocupa que a Massa lo apoyen los muertos porque a la hora de juntar votantes habría que ver de qué manera sale a conseguir los que le faltan. También es lógico que los muertos lo voten, porque es gente a la que ya no le importa demasiado su futuro, y además porque como muertos se sienten representados por Moyano, Barrionuevo y el Momo Benegas, tres walking-massistas listos para dar el mordiscón. Es que se les está poniendo difícil conseguir el apoyo de la gente que está viva y ahora está en la playa, comprando cosas para el 31, haciendo un asado, preparando las vacaciones, o en un restaurant. Todas señales de que la crisis es tan profunda que ni siquiera hubo el ánimo suficiente como para hacer algún saqueo, y que la depresión es tan grande que ya nadie tiene ganas ni de quemar una goma. Y encima baja el precio de la nafta, y todos los que se dedican a inflar el dólar ya están en Punta del Este tomando sol y champagne, mientras insultan a la dictadura kirchnerista. La cosa está tan brava para la oposición que el diario La Nación publicó el martes una noticia de título: "Ganar la lotería también puede ser un mal regalo de Navidad". Es posta. En donde explican que hacerse millonario no es bueno, puede no durar demasiado tiempo, y tampoco significa encontrar la felicidad. Y uno entiende que si lo que les queda por atacar es el gordo de Navidad, es que están en gravísimos problemas para drogarnos. Esperamos encontrar futuros títulos como "Irse de vacaciones: la desgracia del verano", "El asado con amigos: señal de decadencia social", "Encontrar un trabajo mejor empeora todo" y "Enamorados, felices y con auto O Km: los primeros infartados." Es por eso que descubrieron que los votos opositores los van a tener que salir a buscar entre los muertos. Porque ya son demasiados los que la droga de los diarios no les impide disfrutar de la vida. Y este es el fin de la columna.

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En 2015 también será la política, pavotes Por Fernanda Vallejos

El recorrido por el año económico, nos deja algunas reflexiones y, por supuesto, no menos desafíos.

Este 2014 que vamos dejando fue, sin dudas, un año complejo. Signado, primero, por las tensiones sobre el mercado cambiario. Sacudido, luego, por el fallo pro-buitres de Griesa que convalidó el sistema judicial norteamericano. Pero marcado a fuego, también, por la certeza de que la política puede hacer camino al andar, a contramano de buitres, caranchos y gurúes.

El cimbronazo de la devaluación de enero, inexorablemente, impactó en el derrotero del año económico, afectando el desenvolvimiento de la economía real, en un contexto internacional adverso y con nuestro principal socio retrocediendo en sus compras de nuestras manufacturas, especialmente las de la industria automotriz. Sin embargo, cuando los adalides de la "competitividad"se frotaban las manos convencidos de que este año lograrían su objetivo permanente e inconfesable de licuar el salario de los trabajadores argentinos, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner impuso, a destajo, un nivel de iniciativa política que despejó toda duda sobre la firmeza para sostener el norte de la política económica.

En enero mismo, mientras las usinas opositoras anunciaban catástrofes, a la par que los sectores del poder real que representan generaban las condiciones para la devaluación seguida de exigencias de ajuste sobre el salario y el gasto del Estado, el gobierno nacional lanzaba el PROGRESAR que hoy beneficia a 513.214 jóvenes, y que, sumados a los 473.814 nuevos jubilados de la segunda moratoria previsional, permitieron incorporar a un millón de argentinos al sistema de protección social nacional. Un millón de hombres y mujeres que, a pesar de la devaluación, del fallo pro-buitres que golpeó a mitad de año y de los incansables esfuerzos del bloque liberal-opositor –económico, mediático, político y judicial– para desestabilizar la economía, han adquirido un derecho efectivo y son hoy un poco más iguales.

El rechazo contundente a la cantinela del ajuste parió, también, una actualización del 40% para las Asignaciones Familiares y Asignación Universal por Hijo, y la convalidación –marca registrada del ciclo kirchnerista– de las paritarias libres que arrojaron un incremento promedio del 30% que permitió recomponer los salarios reales. Para torcer el devenir de lo que la ortodoxia anunciaba inevitable, se interpuso –nada más, nada menos– la política. La respuesta fue nítida: políticas de ingreso, expansión de la inversión social, afirmación de la inversión pública cristalizada en Atucha II o el Ar-Sat I.

En estas horas de balance, el recorrido por el año económico, nos deja algunas reflexiones y, por supuesto, no menos desafíos. Primero, el reconocimiento de que el gobierno tuvo capacidad de dar respuesta a los interrogantes que planteábamos un año atrás: no sólo se logró la estabilidad en el nivel de reservas sino que las mismas han vuelto a crecer; el Banco Central desplomó la cotización del dólar ilegal, mientras que las diversas cotizaciones –tanto la ilegal como las otras paralelas– achican su brecha con la cotización oficial. Se conjugaron el establecimiento de tasas de interés mínimas para los plazos fijos, frenando la preferencia por el dólar, la liquidación de posiciones en dólares de las aseguradoras, la emisión de bonos ajustados por el dólar oficial y una coordinación estricta en los controles sobre quienes efectuaban la mayor cantidad de las operaciones en esos mercados paralelos y en el ilegal. La activación del swap con el Banco de China por hasta U$S 11 mil millones, el acuerdo con las empresas cerealeras para la liquidación de U$S 5700 millones o los acuerdos de financiamiento suscritos con China por U$S 4714 millones para la construcción de la represa Kirchner-Cepernic, contribuyeron a echar por tierra, de la mano del fortalecimiento de la posición de reservas del BCRA –que se acercan a los U$S 31 mil millones–, las expectativas de una nueva devaluación, en un marco de indiscutible estabilidad cambiaria.

La administración del frente cambiario fue, además, la más importante política antiinflacionaria, toda vez que la devaluación de enero – al inicio de la cadena causal en la evolución de los precios– tuvo un claro impacto reflejado en la medición del IPCNU del 3,7% para ese mes, con tendencia marcadamente declinante hasta el 1,1% en noviembre. Si bien el fin de año económico llega con una inflación todavía elevada, que se proyecta en 24% anual y una actividad económica y nivel de consumo que aún no terminan de recuperarse, estamos tan lejos de los pronósticos de catástrofe o de aquel 40% de inflación que se intentó instalar, como del conflicto social que, como expresión de deseo, vaticinaban los mismos que hasta debieron abortar el paro que fogoneaban frente a la exención de ganancias del medio aguinaldo que decidió la presidenta. Las últimas mediciones del consumo privado arrojan una expansión, en términos constantes, del 12,6% y 4,2%, para supermercados y shoppings, respectivamente; acumulamos dos meses de recuperación de la construcción a octubre (uno de los sectores con floja performance en 2014, junto al automotor) traccionada por (la mano visible de) el Estado con los 130 mil créditos Pro.cre.ar para construcción de viviendas sorteados en junio, y las construcciones petroleras; en diez meses la producción de gas en pozos de YPF acumuló una expansión del 12% y la de petróleo un 8,9 por ciento.

El desempeño de YPF, por su parte, cristaliza, en ejemplo, la agenda estructural que sigue alumbrando los desafíos a futuro: la profundización de un rumbo con desembocadura en la superación de la restricción externa, basada en la soberanía industrial, energética y en materia de deuda externa. En esa clave, mientras los promotores del ajuste insisten con la salida fácil del endeudamiento, justificando su pulsión colonial a arrodillarse frente a los buitres, YPF logró, a partir de su renacionalización, sustituir importaciones por U$S 3695 millones. Es ese el recorrido que la Argentina debe sostener en el nuevo año que se avecina y en los que lo siguen. Junto con el sostenimiento de una buena macroeconomía del desarrollo, en sintonía con la profundización de la política industrial y su planificación estratégica, y la defensa de la política de desendeudamiento frente al acoso de los buitres.

Si somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros, este año los argentinos fuimos mejores. La política se abrió paso entre los pronósticos envenenados de los profetas del odio. El diciembre caliente que imaginaban determinado, se cayó como un castillo de naipes frente a esta Nochebuena que transcurrió mansa, apacible, alegre, anunciando un fin de año que nos pone cara a cara con un 2015 que invita a abrigar expectativas alentadoras frente al futuro.

Volverán, ahora, seguramente, con sus cantos de sirena. Dirán que cayó la cláusula vedette y que urge un "acuerdo" que nos ponga ante el beneplácito del "mundo" o, mejor, de los dueños de las finanzas globales. Dirán que el país debe "negociar", no que son los buitres, hasta ahora renuentes, amén de abiertamente hostiles hacia la Nación, los que deben hacerlo. Seguiremos aferrados a los sueños. Como cuando Néstor soñó aquella reestructuración que muchos intentaron ver fracasar y que devino en la más exitosa de la historia. Exitosa para la Argentina. La política tiene esa capacidad de transformar. Como el amor. Ese que reclamó la presidenta en la Plaza de la Democracia. El mismo que –ojalá– desborde la copa de los 40 millones de argentinos el próximo 31, para saludar el camino que debemos seguir andando: el de esta "nueva y gloriosa Nación, la nuestra". ¡Salud!

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FIN DE AñO SIN UN TEMA QUE ARTICULO PODER Y NEGOCIOS DEL MENEMISMO EN EE.UU El bloqueo a Cuba en clave argentina

Además de anacrónicos desde hace mucho tiempo, el enfrentamiento y la falta de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana se metió en los recovecos de la diplomacia de cada país de América latina. Con Menem, el anticastrismo virulento tuvo un pie en Buenos Aires gracias al pie que ofrecía en Miami.

Por Martín Granovsky

El año termina con un enorme cambio en América latina: por el compromiso de normalización de relaciones entre Wa-shington y La Habana, ya nunca el rechazo a Cuba será una de las condiciones del alineamiento pleno con los Estados Unidos. No será una opción disponible para los gobiernos de América latina ni una opción buscada o forzada por la Casa Blanca. Esta novedad, tan razonable ahora, tensó las relaciones en el continente no solo en los ’60 y los ’70, como fue tan recordado en los últimos 15 días, sino de manera renovada y vigorosa en los ’90, los años de Carlos Menem y Jorge Mas Canosa.

Ya era absurdo, porque en 1991 la Unión Soviética se desplomaba sin remedio, pero la cuestión cubana aún tenía gran valor como símbolo y como realidad dentro de los Estados Unidos.

Los emigrados cubanos más recalcitrantes contra Fidel Castro crearon en esa época la Fundación Cubano Americana en cabeza de Mas Canosa. Su misión fue el lobby, la colecta de votos en Florida y Nueva Jersey, la obtención de fondos incluso en contacto con el narcotráfico y el tejido de lealtades en la región. Para Menem y su sistema de construcción de poder y negocios fue la ocasión de matar dos pájaros de un tiro.

- Por un lado, garantizaba una vía de salida de dinero negro en Miami y una articulación en la Argentina donde fueron piezas del ajedrez económico, por poner dos casos, el jefe de la bancada de diputados y luego ministro del Interior de Menem José Luis Manzano y la ucedeísta Adelina Dalesio de Viola.

- Por otro, Menem se comprometía con los sectores más duros de los Estados Unidos en una prueba de amor que incluía nada menos que a Cuba.

Las rutas de dinero negro fueron parte importante de la inserción internacional del menemismo. Por eso resultó clave no sólo el consulado en Miami, donde los diplomáticos leales eran premiados y los sospechosos eran perseguidos o cambiados de lugar en días, sino la embajada en el Vaticano, el sitio donde por ejemplo Esteban Caselli tejió puentes de planta con el secretario de Estado Angelo Sodano, el mismo que figuró entre los primeros reemplazados por el papa Francisco. En ambos casos los grupos de poder argentino eran proveedores, o sea que figuraban en la escala más alta de un mosaico que se tejía desde 1973, el comienzo de la época de gloria de la organización fascista Propaganda Dos. Menem no hizo más que sumarse a un dispositivo que abarcaba a la banca vaticana y la Agencia Central de Inteligencia. Si se ponen los hechos en el contexto histórico es fácil ver que los mundos no eran cronológicamente distantes.

El tiempo de oro de las operaciones internacionales fue la década de 1980, la última de la Guerra Fría.

La democracia argentina experimentó su transición todavía en plena guerra entre las dos superpotencias, los Estados Unidos y la Unión Soviética. Raúl Alfonsín pagó costos por sus posiciones activamente pacifistas en América Central y respetuosas con Castro, pero no cambió de postura. La política exterior de Néstor y de Cristina Fernández de Kirchner está en la misma línea con la diplomacia de la transición.

Menem, que en 30 años de democracia fue el extremo opuesto junto a Fernando de la Rúa, asumió la presidencia en el mismo año de la caída del Muro de Berlín y la asunción de George Bush padre. Su inclusión en el Plan Brady (títulos de la deuda a cambio de activos de empresas públicas) fue un plan que abrazó apenas llegó al gobierno. El año de la implosión soviética fue el del inicio de la Convertibilidad, con Domingo Cavallo ministro de Economía y Guido Di Tella canciller. De entonces son, también, las relaciones carnales como expresión sintética del mundo que Menem estaba dispuesto a abrazar.

¿Es lógico suponer que tremendo aparato se frenó en seco el día en que la URSS se desmoronó? Si se toma uno de los personajes de esa época todo se entiende aún mejor. Vernon Walters (1917-2002) fue un jefe clave de la inteligencia norteamericana, interlocutor y supervisor de los militares de Sudamérica, contacto entre la CIA y el Vaticano con Juan Pablo II cuando el objetivo era que una Polonia sin legitimidad comunista alguna se cayera velozmente y con estrépito, garante de la Operación Cóndor de colaboración entre los servicios de inteligencia del Cono Sur, soporte de los contras nicaragüenses que peleaban contra el sandinismo, fabricante de los guiños a los altos jefes argentinos en la guerra de Malvinas, embajador de Ronald Reagan en Naciones Unidas y ante la Alemania reunificada y operador de negocios de las grandes corporaciones. ¿Alguien puede pensar que Walters actuaba solo y que de un día para otro el aparato del que formaba parte perdió su relativa autonomía financiera e institucional y se convirtió en un grupo de simpáticos viejitos en retiro ejerciendo la autoayuda mientras contaban historias a sus nietos?

En una entrevista concedida al diario El País que publicó Página/12 en el 2000, Walters contó que cuando llegó a Alemania anunció que el Muro caería.

“Toda mi vida me he dedicado a saber lo que iba a pasar”, relató. “Práctica. Quien no sabe lo que va a pasar es porque cierra los ojos. Muy poco antes de la caída del Muro, comí con el embajador soviético en Alemania Oriental. Me dijo: ‘El Muro durará cien años’. Yo hablo ruso también: le recordé la última estrofa de la Internacional, donde se habla de la erupción final del volcán. ‘Habrá erupción –le dije–, pero no la que tú esperas.’ Los rusos se acababan de ir de Afganistán. Derrotados. Si habían aceptado irse así, no iba a ser, precisamente, para emplear su fuerza en Europa. Rusia estaba vencida.”

Es justo la época de decadencia soviética y falta de suministros de petróleo, más la retracción en la compra de azúcar, en que Cuba vivió el llamado “período especial”. Incluso cubanos muy cariñosos con Fidel dicen hoy que jamás volverán a subirse a una bicicleta. En el período especial usaban la bici para grandes distancias. Autos no había, o había muy pocos, pero tampoco transporte público. Ni siquiera camiones. Esa etapa es la del recrudecimiento de la actividad de los grupos más violentos en Miami y del armado de una red cubana para desbaratarlos en la propia Florida. Fue entonces que cayeron presos los agentes cubanos que quedarían en la historia como Los Cinco. Uno de ellos, el que los lectores de Página/12 conocen por su relato de cómo robó un avión en Cuba para que su historia de emigrado fuese creíble en Miami, y cómo ni siquiera contó los planes a su mujer, que llegó a considerarlo un traidor, es René González, el primero de Los Cinco en ser liberado. No hace mucho: 2013. Los otros tres fueron puestos en libertad recién el mismo 17 de diciembre último, el día en que el presidente cubano Raúl Castro habló en simultáneo con el presidente de los Estados Unidos Barack Obama para anunciar la pronta normalización de relaciones.

Un mismo piolín hilvana las historias de la Guerra Fría plena y las historias de la decadencia. Parecían estar dadas las condiciones para que en cualquier momento cayera de maduro que el embargo no sólo perjudicaba a Cuba sino que era ineficaz y –peor– inconveniente para los Estados Unidos, pero los planetas recién se cruzaron con Francisco como Papa, con Fidel observando pero en retiro de la presidencia y con un presidente norteamericano desahuciado por el Congreso, con poco que negociar y sin otros objetivos que hacerse un lugar en la historia y garantizar la continuidad de la maquinaria electoral demócrata con una sólida base hispana.

Los cálculos, además, ya no chocaban contra los intereses de los cubano-norteamericanos. Una encuesta de junio realizada por la Florida International University mostraba que el 68 por ciento estaba de acuerdo con restablecer los lazos diplomáticos. Entre los jóvenes el número trepaba al 90 por ciento. El 69 por ciento opinaba a favor de aflojar las restricciones para viajar a Cuba. El 53 por ciento decía directamente que probablemente votara por un candidato que propusiera la normalización diplomática. Y el 71 por ciento decía que el embargo no había funcionado bien.

Las encuestas indican una diferenciación clara entre la media de los norteamericanos y las posiciones muy conservadoras típicas de los republicanos más duros. Sin embargo hay un matiz: incluso apoya el fin del anacronismo con Cuba alrededor del 30 por ciento.

Según el sondeo ABC/Langer, apoya la normalización diplomática el 64 por ciento de los norteamericanos. Entre los muy conservadores el apoyo llega al 36 por ciento.

Las cifras de CNN/ORC muestran un respaldo del 63 por ciento (45 por ciento entre los conservadores).

El fin del embargo recibe el apoyo del 68 por ciento del norteamericano promedio y del 42 por ciento de los conservadores según ABC/Langer. Para Reuter/Ipsos los números son del 40 y del 28 por ciento, respectivamente.

Terminar con las restricciones a los viajeros es una medida muy popular. Para ABC/Langer están de acuerdo el 74 por ciento de la media y el 51 por ciento de los conservadores, para la CNN/ORC el 67 y el 58 y para Herald/Bendixen el 47 y el 56 por ciento.

martin.granovsky@gmail.com

29/12/14 Página|12

El Kremlin estrena doctrina militar Por La irresolución del conflicto ucraniano fuerza a Putin a modificar sus objetivos bélicos. Redacción

OTAN. Vladimir Putin advierte que priorizará el posicionamiento de su fuerza en el Este europeo para amortiguar la expansión de Occidente.

El presidente ruso Vladimir Putin firmó esta semana un decreto que reconfigura “la doctrina militar de la Federación de Rusia” para posicionar al país en un contexto geopolítico donde la tensión con las potencias de Occidente va in crescendo por la irresolución del conflicto territorial ucraniano y la expansión militar de la OTAN en el ex anillo soviético europeo.

En principio, la decisión de cambiar la doctrina militar nacional fue tomada el 5 de julio de 2013 por el Consejo de Seguridad de Rusia. Sin embargo, en todo este tiempo, esa resolución carecía de un cuerpo legislativo que le diera sustento. Por ese motivo, la oficialización de la medida vía decreto presidencial pone en marcha lo que será un giro estratégico en la agenda militar del Kremlin. Por ejemplo, tras la firma de Putin, la nueva doctrina considera a la expansión territorial de la OTAN en el Este europeo y a la desestabilización en algunas regiones del mundo como las principales amenazas militares externas para Rusia.

Concretamente, el documento cita como amenazas “el aumento del potencial de fuerza de la OTAN y las funciones globales que se otorgó e implementadas en violación del derecho internacional, y la aproximación de infraestructura militar de los países miembro de la OTAN a las fronteras de Rusia mediante la estrategia, entre otras, de una mayor expansión del bloque”. Por otro lado, el punto 27 de la nueva versión de la hoja militar de Moscú advierte que “la Federación de Rusia se reserva el derecho a utilizar armas nucleares en respuesta a ataques con armas nucleares u otras armas de destrucción masiva en contra de Rusia y/o de sus aliados, así como en el caso de una agresión a la Federación de Rusia con armas convencionales que suponga una amenaza para la existencia del Estado”.

Además, por primera vez, la doctrina militar de Rusia hace referencia al objetivo de “garantizar los intereses nacionales de Rusia en el Ártico”, donde el gigante energético estatal Gazprom desarrolla grandes proyectos de extracción de hidrocarburos convencionales. La mención aparece, concretamente, en la “Estrategia para el desarrollo de la zona ártica de la Federación de Rusia y la garantía de la seguridad nacional para el período hasta 2020”, que fue firmada en 2013, motivo por el cual no figuraba en las doctrinas militares anteriores.

En cuanto a la colaboración internacional de Rusia, además de los socios tradicionales como la CEI, la OTSC, la OSCE y la OCS, el documento eleva el status jerárquico de los países Brics (Brasil, India, China, Sudáfrica) como aliados internacionales; concretamente, el documento menciona “la ampliación de la cooperación con los Estados miembro de los Brics, Brasil, la India, China y Sudáfrica”.

28/12/14 Miradas al Sur

Leyes clave en medio de pronóstico de catástrofe Por Felipe Yapur

El 2014 empezó complicado, pero termina con números económicos florecientes y alto consumo. Un año con vasta labor legislativa.

Enero había comenzado complicado. Una devaluación forzada por bancos y especuladores financieros hacía presagiar el peor de los años con una consabida destrucción paulatina de los logros alcanzados. Algunos, obvio, se restregaban las manos y hacían sus aportes al espectáculo apocalíptico que diarios y canales de TV anticipaban sobre el fin del mundo kirchnerista. Muchos rezaban para que esas esquirlas no los lastimasen demasiado. Pero hubo quienes hicieron, con mucho esfuerzo (y algo de azar), y contuvieron la situación. Los números de la economía fueron mostrando una mejoría y hasta los buitres externos e internos hicieron por ahora mutis por el foro. Tan es así que este diciembre, al que muchos apostaban caluroso, caótico y violento, terminó siendo bucólico y un tanto soso. Sólo dos hechos lograron quebrar esta siesta decembrina: la fractura del tobillo izquierdo de la presidenta y el ruido de la clase media agotando sus límites en las tarjetas de crédito por las fiestas de fin de año. 

No, por supuesto que esto no anticipa un 2015 calmo y aburrido, hay elecciones de cargos nacionales y provinciales, pero sirve para demostrar que por más catastrófico que sea el titular que anticipa el desastre, no implica que ello sea definitivamente cierto y que, sobre todo, la población lo crea.

La crisis con los fondos buitre le dio energía a los que apostaron al derrumbe. Los grandes medios de comunicación abandonaron el escaso prurito que les quedaba y se convirtieron en caja de resonancia de los intereses de esos mal llamados fondos de inversión. El mundillo político de la oposición se plegó, pero elaborando un personaje al uso de película de bajo presupuesto. Se mostraban preocupados por las consecuencias, pero depositando el peso de la responsabilidad en una supuesta habitual errada estrategia oficialista. Al igual que en 2012 (según un presagio maya) el fin del mundo que nunca llegó. Los cataclismos que provocaría la mala negociación con los buitres tampoco se presentaron. 

Mientras tanto, el gobierno de CFK y sus senadores y diputados avanzaron en la sanción, por ejemplo, de la unificación y modernización del Código Civil y Comercial; el nuevo Código Procesal Penal; la ley que crea la agencia nacional de laboratorios públicos; la norma de Promoción del Trabajo Registrado y Prevención del Fraude Laboral; la declaración de obligatoriedad en la educación inicial para niños de cuatro años; la prohibición de indultos, amnistía y conmutación de penas en delitos de lesa humanidad; un paquete de leyes que regula las relaciones de consumo, que incluye la creación del sistema de resolución de conflicto en temas de consumo; la declaración de interés público de la reestructuración de la deuda soberana realizada en los años 2005 y 2010, así como el pago en condiciones justas, equitativas, legales y sustentables al cien por ciento de los tenedores de títulos públicos de la República Argentina. También se sancionó la comisión bicameral investigadora de evasión de activos; la ley de Argentina Digital y la elección democrática y directa de los miembros del Parlasur.

Son muchas más las normas sancionadas, el listado anterior es apenas un repaso a vuelo de pájaro. Incluso hay algunas que todavía esperan una sanción definitiva, como el proyecto de ley que regula la protección de embriones no implantados, aprobado en Diputados en noviembre último y que viene a ser una norma complementaria de la Ley de Fertilización Asistida que, a su vez, perfecciona el articulado sobre este tema en el nuevo Código Civil y Comercial. Es una simple muestra de lo mucho que todavía resta por realizar y que, para calmar la ansiedad de algún precandidato presidencial opositor, hace a los Derechos Humanos actuales.

Muy pocas de las leyes sancionadas cuentan con el respaldo opositor, a pesar de que esas bancadas han expresado o presentado proyectos casi gemelos a los que se aprobaron. Los del Código Civil y de Procedimiento Penal son ejemplos de ello. 

Así fue como llegó diciembre a esta Argentina que se prepara para definir su futuro inmediato. No se produjeron los saqueos, el dólar ilegal no llegó a la altura de los cirros, la inflación no galopó y las prometidas huelgas generales se suspendieron hasta nuevo aviso. Es verdad que hubo otros diciembres problemáticos pero siempre, es válido insistir en ello, instigados por intereses que pugnan por no perder sus privilegios. Las sublevaciones policiales del año pasado no nacieron de una crisis del gobierno nacional. Pero sí aportaron al clima de desestabilización que provocó la devaluación del último enero. 

Un diciembre malo fue el de 1990, cuando un 28 de diciembre el entonces presidente Carlos Menem firmaba los decretos de indultos para los genocidas y algunos dirigentes de la guerrilla vernácula. A pesar de las multitudinarias manifestaciones en todo el país, aquel gobernante le estampaba la firma a los decretos con los que decía pacificaba el país, pero que en realidad confirmaba la teoría de los dos demonios y garantizaba la impunidad para los que aplicaron el plan sistemático del terrorismo de Estado. 

El peor diciembre de todos, sin duda, fue el de 2001. Ese sí que fue caótico y violento. Significó mucho más que la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Ese diciembre se convertía en el comienzo del fin del neoliberalismo que había colonizado la economía, la política y destruía el tejido social de la Argentina.

Este diciembre que termina implica el comienzo del último tramo del gobierno de CFK y el proceso de selección de los que aspiran a sucederla. En el Frente para la Victoria hay más de un candidato, alguno más kirchnerista que otro. El desafío para este sector es definir qué orientación le otorgarán al modelo vigente. No es un tema menor. La oposición, en cambio, tendrá que hacer un esfuerzo monumental para demostrar que no son los representantes de los que provocaron diciembres como el de 1990 o 2001. Para colmo, comienzan el año con una rebaja del cinco por ciento en las naftas, algo que nunca se les pudo haber cruzado por la cabeza. No la tienen fácil.

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