Por John William Cooke U na tarde del invierno de 1933 , una muchedumbre como nunca se había visto se congregó en el centro de Buenos Air...
RAMBLETAMBLE.BLOGSPOT.COM
A tod@s aquell@s que sostengan la memoria, la identidad y la resistencia como herramienta histórica de nuestro Pueblo.
martes, 17 de octubre de 2017
| ||||
|
| ||
|
CORONEL
Allá vamo' Coronel.
Cabrones, bulliciosos, arrabaleros y en dulce montón.
Caminando, trotando, corriendo.
En el techo de los tranways, o en carros, chatas, apiñados.
Machos, hembras, piberío curioso y atorrante.
Trajeados, los menos.
Malón turbio, turbamulta, malentrazados, carnavaleros...
(sí! también, y de ay?)
Caminando, trotando, corriendo.
En el techo de los tranways, o en carros, chatas, apiñados.
Machos, hembras, piberío curioso y atorrante.
Trajeados, los menos.
Malón turbio, turbamulta, malentrazados, carnavaleros...
(sí! también, y de ay?)
Dolientes, embroncados, lastimados, marginados...
una vez mas.
Robados por faunos....
otra vez.
una vez mas.
Robados por faunos....
otra vez.
Coronel, quién le escribirá ahora?
(dijo alguno que nunca falta).
(dijo alguno que nunca falta).
Nosotros, los que somos por y para ud.
(contestaron mansos los millones)
Escribimos esta carta sin letra, ni gramática, ni ortografía.
Pero ud., Coronel va a saber entender.
(contestaron mansos los millones)
Escribimos esta carta sin letra, ni gramática, ni ortografía.
Pero ud., Coronel va a saber entender.
Es de tierra seca y barro, baldosas, empedrado húmedo de madrugadas, frío pero también sofocante y abrasador
enero en los talleres con techo de zinc, en los campos
a cielo y capangas abiertos.
Igualito que en las casas....
Una carta escribida en patas,
descamisada pero corazonada, con delantales
grasientos, crinuda, maloliente.
Pero con manos dignas y de callos honrados.
(palabra de compani, Coronel).
Una carta a tiza y carbón, cortita, sencillita,vio?
enero en los talleres con techo de zinc, en los campos
a cielo y capangas abiertos.
Igualito que en las casas....
Una carta escribida en patas,
descamisada pero corazonada, con delantales
grasientos, crinuda, maloliente.
Pero con manos dignas y de callos honrados.
(palabra de compani, Coronel).
Una carta a tiza y carbón, cortita, sencillita,vio?
Coronel, diga ud.,
diga Don!
A qué hora, cuándo, dónde, cómo,
qué llevamo'.?
Se lo juramo' por esta que si lo tocan pobre de ello'...
guay!
Coronel! ordene!, pa' lo que guste mandar !
que Lealtad no le va faltar,
nunca Coronel, nunca...
GB
diga Don!
A qué hora, cuándo, dónde, cómo,
qué llevamo'.?
Se lo juramo' por esta que si lo tocan pobre de ello'...
guay!
Coronel! ordene!, pa' lo que guste mandar !
que Lealtad no le va faltar,
nunca Coronel, nunca...
GB
LEALTAD
Lealtad
Lealtad "Los leales pueden disentir, los obsecuentes siempre traicionan (...) Quienes desde la lealtad se atreven a pensar y disentir, se diferencian en mucho de aquellos que ocultan con la obsecuencia la traición. Y también aquellos que con el cuento de la verticalidad ocultan tanto el oportunismo para sacar tajada personal como la mediocridad mental del que no se atreve a pensar (...) Uno lo hace desde toda una lucha limpia y sin intereses personales, el otro es "leal" desde su alianza con el enemigo. Prefiero la disidencia de un luchador, a la obsecuente "lealtad" de un verticalista que pone cara de bueno y nos está entregando al enemigo." Dardo Cabo.
lunes, 16 de octubre de 2017
Aycito, ay.
Tus ojitos, lápices que dibujan estaciones.
Tu sonrisa, espejo de mis años mozos.
Tu pelito, caminos de mis regresos.
Tu pecho, un sonido.
Tu vientre, un color.
Tu vos, eco de mis oídos caracoles.
Tus deditos, madera de mi fuego.
Tus piecitos, las huellas de mi peregrinar.
Tus labios, desfiladero de mis besos.
Tú.
Tan luz que luce la liviana alma que me acurruca ante
la pena, la lluvia, la marea alta.
Tan mía como un alba que se le amotina a la noche.
Nunca es tanto ni mucho el amor pensativo
en vos, mora acriollada por el pan y la carne
de tu cuna recién llegada.
GB
Tu sonrisa, espejo de mis años mozos.
Tu pelito, caminos de mis regresos.
Tu pecho, un sonido.
Tu vientre, un color.
Tu vos, eco de mis oídos caracoles.
Tus deditos, madera de mi fuego.
Tus piecitos, las huellas de mi peregrinar.
Tus labios, desfiladero de mis besos.
Tú.
Tan luz que luce la liviana alma que me acurruca ante
la pena, la lluvia, la marea alta.
Tan mía como un alba que se le amotina a la noche.
Nunca es tanto ni mucho el amor pensativo
en vos, mora acriollada por el pan y la carne
de tu cuna recién llegada.
GB
Suscribirse a:
Entradas (Atom)